Me preguntan por medio de messenger, skype y twitter si fui yo quien escribió el mensaje allá en el bló de la Beguina de La forma y el fondo.
La respuesta corta es sí, fui yo quién derrochó la mala leche.
Para los que no conocen a Beguina ella es la autora y dueña de una librería allá en Tijuana. Vende libros de papel o sea que su peor antagonismo es un libro de por medio de la red, o sea, un libro digital no se puede vender como un libro de papel.
Tengo años de leerle mediante la red y soy lector ocasional de lo que tiene que decir. De hecho hasta le he comprado libros una buena vez que estuve en Tijuana mitad por interés y mitad por por apoyar su industria. La mía es la red, yo escribo en la red, punto y ya.
Pero ni tarde ni perezosa Beguina saco a relucir sus colores elitistas, y mucho se debe a su profesión. Del 2003 hasta ahora no había dicho nada al respecto, pero eso de haberme ignorado tantos años, bueno, tardo en estos menesteres de emociones reprimidas. O sea que su negocio es vender libros, se entiende que un vil sujeto como yo que solo escribe por la red, bueno, ahí no hay negocio. Y se comprende pero en su lista de blós tiene a blós de Tijuana que tampoco han publicado libros en papel. Que si es envidia, que si son celos, chingado, claro que lo son, por algo soy de carne y hueso, joder. Pero eso no le quita lo elitista a Beguina, porque los que no publican libros tienen relación con ’estrellas literarias’ que maman del presupuesto estatal para hacerse llamar ’escritores’, cosa que no lo son, pero en fin, venden papel, eso es lo que importa.
Pero como alguna vez bien lo dije sobre las estrellas del tjbf, qué miopes son. No ven más allá de sus narices.