Conciencia fregona

No, no quiero insinuar que mi conciencia es super chingona, muy al contrario, quiero marcar que mi conciencia me friega, no me deja en paz. No, no es que tenga la conciencia pesada con algún crimen ni mucho menos algún crimen de pasión o amor sino más bien está cargada de lo que los gringos denominan como musturbation. Tengo un must en mi vida que me arruina el dí­a, lo hace pesado y no me deja descansar, es algo que tengo que terminar de hacer. Mi maestrí­a en inglés. No sé porque me eché esa bronca encima. La verdad, no sé porqué cuando terminé mi carrera profesional, me recibí­ de maestro de bachilerato y recibí­ mi licenciatura y no con eso creí­ que era mejor obtener una maestrí­a no sé porqué demencia que cundió por mi cien por aquellos dí­as del 2008. Y eso, no me permite disfrutar de mi vida. Qué locura mental la mí­a. Hoy estoy arrepentido de haber elegido esa opción en mi vida. Es una decisión que carcome. Fuck. Entre más pronto acabé con ello mejor, a ver si vuelvo a tomar ese tipo de estúpidas decisiones.

Folclórico

He visto y escuchado bastante sobre otras etnias en mi nuevo pueblo llamado Ní¤ssjí¶.

Aquí­ en Suecia hay una confluencia de paí­ses que contribuyen al paisaje local gracias a los conflictos que en estos últimos hubo o hay.  Suecia es muy generosa al otorgar asilo polí­tico, quizá más que México, de hecho solo conozco un caso de un asilo polí­tico en México y me dio reharta envidia los múltiples beneficios que el estado ofrece a los que les ofrece asilo polí­tico pero eso fue un berrinche de juventud. Quisiera que en México todos los mexicanos fuéremos polí­ticos asilados para que en verdad la nación florezca y no como en los casos de esos en que los extranjeros malentienden la polí­tica que bien les dio de qué tragar. Pero en fin, se trató de una simple bufanda de seda tirada en el suelo lo que propino esta embestida emocional de letras. Era negra y transparente, de esas bufandas que dan más a velo que bufandas. Para los que carecen de ojo visual, esas bufandas suelen ser portadas por personas afines a la religión del Islam y se les conoce  como hijab islamico. Debió pertenecer a uno de los nuevos exiliados de Somalia, Yo tampoco entiendo cómo se pierden esas prendas siendo que cubren más que una parte del cuerpo sino toda una gama de fichas de identidad cultural, en fin.

No hace mucho me daba por portar ropa que me identificare como mexicano, para un tijuanense este labor es más arduo de lo que uno se imaginarí­a y más aún un tijuanense rebelado como yo. Pero lo que sí­ recuerdo es que tuve ratos en que un sombrero, un tequila o unas chanclas formaban parte de ese repertorio de la imaginación que me hací­a sentir humano hasta que me di cuenta que aquí­ en Suecia pocos habí­a que se identificaran con esos diseños o en ciertas veces gestos culturales que mi imaginación me engañaba con hacerme creer que todo mundo podrí­a colocar en el radar de sus inteligencias. Qué falsas ilusiones. Yo creí­a que todos sabí­an sobre Aztlán, sobre la Baja, Tijuana, nix, ni de lejos podrí­an saber aquí­, lo que un jocoqui representa para un buen viejo tj. En mis caminatas o paseos en bicicleta también observo a los nuevos extranjeros al pueblo que no tiene miedo de cambiar su composición racial, a gente de Birmania, Myanmar, hijos de kosovares y algunos cristianos sirianos . Ellos portan aún su ropa, sin pensar en el qué dirán, caminan, como si aún estuvieren en sus selvas asiáticas, en sus desiertos o montañas. El de buen ojo notará la diferencia entre este autoexiliado y los exiliados, los anteriores están aquí­ porque no pueden practicar su religión en sus paí­ses o son minorí­as hostigadas.

Despojarse uno así­ nada más de sus prendas culturales serí­a como andar totalmente desnudo en la Plaza Santa Cecilia de Tijuana. Y aquí­ no hay nadie que grite que el Rey anda desnudo. Pero el de buen ojo sabrá a leguas por estas calles que yo no porto charola que me identifique como norteamericano, no porque yo no quiera, Chuy the King sabrá que otra cosa no me serí­a mejor bendición sino porque algún dí­a de mi pasado cesé de portar identificaciones que solo yo reconozco lo que son. Ahora deambulo un limbo cultural en donde solo la nostalgia por el pasado me hace revivir lo que fue. Así­ que la gente trata por lo usual, adivinar de dónde soy, me identifican como latino, eso que ni que pero hay cada caso en que el radar de las personas me ponen en un buen paí­s árabe.

Y esa es la última verdad: solo yo sé lo que soy.

Lo curioso es que hasta ahora comprendo a los proponentes de la idea de que no importa la raí­z o marcadores de identificación cultural como Edna Eriksson, una mexicana que fue dada a adopción y creció en Suecia, propone lo poco que importa un bagaje cultural; ahora sé que solo soy una masa genética que solo viene a brindar un poco de sabor a la gran piscina genética de Suecia y ni quién note pí­o de lo que soy o fui, y quién sabe si alguien note lo que seré.

í„r jag jag sí¥ att jag kan vara jag? eller í¤r jag jag sí¥ att du kan vara du?

Tí¤nk om jag inte í¤r den du tror att jag í¤r dí¥ kanske inte heller du í¤r den du tror du í¤r

Jag í¤r inte invandrare fí¶r att jag í¤r invandrare. Jag í¤r invandrare fí¶r att du skall kunna kalla dig svensk

Jag tí¤nker inte vara rekvisita i din verklighet Jag tí¤nker inte vara en kasperdocka i din fí¶restí¤llning av verkligheten Jag tí¤nker inte vara ett negativ av en bild fí¶r att du skall kunna spegla dig i den framkalla den framkalla dig sjí¤lv.

Mí¤nniskan har inte rí¶tter hon har fí¶tter sí¥ sluta frí¥ga mig varifrí¥n jag kommer frí¥ga mig vart jag í¤r pí¥ ví¤g fí¶r det í¤r det enda jag har framfí¶r mig
det í¤r det enda
du har framfí¶r dig Kanske vi skall í…t samma hí¥ll?

Speglingar av Edna Eriksson

¿Soy yo yo para que yo pueda ser yo? ¿O soy yo yo para que tú puedas ser tú?

Imagí­nate si no soy quién crees que yo soy, a lo mejor tú tampoco eres quien crees que tú eres.

Yo no soy emigrante por ser emigrante. Soy emigrante para que tú puedas llamarte sueco.

No pienso ser un atrezo en tu realidad. No pienso ser un kásperle en tu representación de la realidad. No pienso ser un negativo de una foto para que tú puedas reflejarte en ella, para que te reveles, para relevarte a ti mismo.

La humanidad no tiene raí­ces, tiene pies así­ que deja de preguntarme de dónde vengo, pregúntame mejor a dónde voy porque es lo único que tengo delante de mí­, es lo único que tú tienes delante de ti, ¿A lo mejor vamos en la misma dirección?

*Reflejos Edna Eriksson

*traducción: Julio Sueco

Tinfoil hat

dartlibeGive me your tired, your poor,
Your huddled masses yearning to breathe free

Leyendo, como es mi costumbre matutina, a The Agonist, me entero de las redes del buen dinero en Honduras. Todo hubiere sido normal a no ser que las antenas de mi paranoia empezaron a zumbar de manera drástica y cuando menos pensé ya habí­a formulado toda una teorí­a de los males hondureños. Y es que cuando uno se entera, en esta era, de los poderes facticos que manipulan los hilos del poder, pues, como dirí­a mi tí­a Juanita al ver a las chamacas adolescentes de mi escuela con ropa ligera, no dejan nada para la imaginación. Tenemos entendido que el gobierno ilegitimo de Honduras ha contratado los servicios de un cabildero renombrado de nombre  Lanny Davis, para apoyar su causa allá cerca de los rí­os del Potomac. Se entiende del contexto que los verdaderos dueños del dinero en esa nación CA son de origen árabe. Poseen muchas industrias y controlan, a lo que me imagino también, tienen invertido, mucho dinero y por lo visto polí­ticos y militares.

Para empezar, como en el caso de Bolivia con Branko Gora Marinkovic Jovicevic, no logro entender cómo es que emigrantes a Latinoamérica de origen no hispano terminan siendo los peores hijos de puta a la nación que les albergó y les dio de qué tragar hasta para hacerse ricos y ser parte de la nación que les brindó una mano. No entiendo cómo es que el estado ha fallado en integrar a estos sujetos un poco más para comprender el entorno de sus riquezas, para nada, sus lealtades se encuentran por otro lado. Pero ese es el lado benigno del asunto, el caso maligno es otra historia completamente.

Y es que sea lo de cada quien Washington sabe elegir bien sus vendepatrias. Olví­dense de la escuela militar que todos temen y que sale de la boca como un caso de herpes simple por andar mirando perros cagando, la impopular Escuela de las Américas, cada vez que los patrióticos de los soldados latinoamericanos salen a golpear el asfalto con sus botas hechas en EEUU. Eso es pasé, ahora lo popular es la Doctrina del Shock.

Founded by an entrepreneur named Juan Canahuati in the 1960s, Grupo Lovable now ranks as one of Honduras’ largest employers and has operations in textiles, water and sewage treatment, industrial parks and even an electric plant. Canahuati is credited as being one of the nation’s visionaries in pushing for free-trade and opening up Honduras to U.S. investment.

Like most CEOs, when Juan Canahuati faces an obstacle to advancing his business, he finds a way through it. The difference for Canahuati is that, in his case, he might take the entire nation of Honduras with him.

Faced with diminishing returns at his department store because of the rising cost of imported clothing, Canahuati partnered with a US company in 1964 to open a factory to produce his own. It was one of the first apparel manufacturing facilities in the country.

Within five years, Canahuati bought out his partner. Today, Grupo Lovable is Honduras’ second-largest employer. It is also a driving force behind a fundamental shift in the Honduran economy Last year, for the first time, manufactured textile exports — generating mare than US$515 million — beat out coffee and bananas as the nation’s top export.


*Tinfoil hat: http://en.wikipedia.org/wiki/Tin_foil_hat

* Picture credits: The Vader Project.

Izquierdoso

amloSí­, así­ para que suene a enfermedad, pues no tengo remedio.

No entiendo cómo es que hay algunos mexicanos aferrados a la derecha a pesar de que el proyecto de la derecha no ha conllevado a mucho más que a sostener una dictadura y prolongarla aún más a cambio de uso de derecho de las siglas de un partido que fue secuestrado por los intereses oscuros que guí­an a México a quién sabe a dónde, o sí­, a lo mismo de siempre. No me molestarí­a para nada que se quedarán con sus fijaciones demacradas que les arruina su situación mental y les hace ser más fanáticos que la extrema ideologí­a de sus co-religionarios. En serio, porque es una enfermedad mental no querer ver el futuro o cómo es que podrí­a ser mejor con ciertos cambios o jode, de perdis presentar una solución que aliente al cambio. Pero no, adoran el status quo como la amante de sus fantasí­as sexuales que nunca podrán tener. No entiendo cómo es que dentro de todas sus convicciones absolutas no hay campo para reflexionar sobre la posibilidad de una verdadera alternancia. Pero los de derecha, que se jactan de ser democráticos, confunden el proceso democrático con alternancia dentro del mismo partido polí­tico con la misma ideologí­a. No entiendo cómo es que aceptan creer que el status quo es mejor que un cambio real que ofrezca la posibilidad de ser verdaderamente democráticos donde todas las ideologí­as tengan expresión polí­tica. Pero no, esos mismos personajes que tienen la convicción de que nada es mejor que el status quo, porque no pueden ni toleran ver otra alternativa más la que ellos prefieren, se burlan con saña maligna de los que intentan hacer algo diferente. Yo más bien dirí­a que ser de derechas serí­a una afrenta a mi inteligencia, porque la verdad, venga, ser de derechas en México es alguien al quien le han visto la cara de pendejo, alguien que se comió el verbo y peor que los acarreados con chesco y torta porque ni eso les dan por la convicción que le tienen a sus ideales.

Les hace falta conciencia democrática, han estado viviendo bajo la misma dictadura de always, ellos lo saben, y no saben de otra así­ que otro cambio les espanta, no sé, eso es lo que creo que les pasa al pensar en la Izquierda de México. Viven en la Guerra Frí­a aún, sí­, eso que ni qué. Están totalmente lavados del cerebro que solo la palabra Izquierda les produce ronchas u equis ya que cualesquier fulano de mente cabal se alejarí­a de un difunto en putrefacción dicen del ser ficticio que les acosa el mañana de sus sueños. Quisiera uno decir que son conservadores, que ellos tienen valores que ofrecen a la ciudadaní­a una alternativa sana, pero no, ni eso. Simplemente están enfermos de la mente porque en México está prohibido, en sus mentes, claro, creer y pensar que otro México es posible. No saben de otra y ellos esperan el Mesí­as que los salvará del rapto ideológico que los tiene atrapados en una fe que les permite tener una convicción de que lo que han elegido para toda una vida. Quieren demostrar que su pensar es la solución así­ pasen varios siglos en demostrarlo. Así­ es como defienden la dictadura light en México, el Juche de sus ideas, es la absoluta y única verdad y el tiempo se los demostrará y así­, mientras sean peras o manzanas otra idea ajena a esa, pues a ridiculizarla, porque en México está prohibido, otra vez, solo en la mente de los enfermos de derecha, creer o pensar en otras soluciones, otras formas de solución a los problemas que aquejan al paí­s. Es por eso que despechan tanto la Izquierda mexicana. Lo peor de todo es que en la mente de derechas se espantan de lo que podrí­a suceder si alguien de izquierdas llegará al poder, te pintan un cuadro/escenario que bien podrí­a salir de los mismos engendros del diablo para tratar de convencerte de que la Izquierda de México serí­a un desastre para México WTF? Y cuando despiertan las convicciones de los de derecha ¿qué es lo que ven en México hoy? Bonita manera de pensar en el futuro. Ese es otro problema de las convicciones de los de derecha, no piensan en el mañana, en el futuro, son egoí­stas, ellos piensan en sí­ mismos, no hay cupo en el mañana para más porque de ser que vengan otros como ellos, ellos dejarí­an de cesar de existir en ese hoy que tanto los apapacha para no enfrentar el cucuy de la Izquierda. Fuck the welfare del colectivo.

En fin, mejor sigo siendo de izquierda, quiero ser parte de la solución y no parte del problema. Lo malo es que estos derechistas convencidos son los que más ladran al momento del cambio y los que más quieren hueso del cambio.

I went to a festival in my small town Sweden were I in turn came under the influences of the spirits. Everybody knows everybody here. Now, am not trying to excuse the fact I behaved inappropriately at the festival, although I haven’t even described this inappropriateness it goes to show how weird this whole charade is. My inappropriateness was the fact that I was drunk and that I am a high school teacher here in Small town Sweden.  I suppose were I to live in a large town this angst would not kill me as much as it does today. But there you have it that the angst has been eating the vowels of my guts since that day.

I realize now why it bothers me so much. It is the whole saving face sort of business. Keeping up with appearances. Since everybody knows everybody you are supposed to cultivate a small amount of decent decorum because in essence, in small town Sweden this is basically all one has before itself.

This industrial small town has its positions in society all locked in to certain peeps and basically climbing the ladder is not so much as really standing in line and waiting for the position to befall you accordingly.

Now I know am not going to live here forever, so I don’t know why it bothers me so much, but there you have it, am still adapting to the country and passing through this process of feeling angst has been one of the most grueling processes I have undergone in my stay in Sweden.

Writer’s note: Written July 05 2010

Mi peor enemigo

Ese soy yo mesmo.

Me doy cuenta de lo que deberí­a de ser una verdad a estas alturas de mi vida, y cabizbajo, curso el aro trazado por mis acciones. Soy lo que yo pienso, esa verdad Cartesiana de antaño viene ya cargada con una verdad imposible de ignorar con todas sus señas occidentales. Quiero preguntarme cómo es posible que sea yo mi peor enemigo. Esa maña de cuestionarme a mí­ mismo es una nueva moda en mi pensar, ergo, por eso de René D, quien vino a morir a Suecia, ahora viene a mí­ como un dejo de memoria que a no ser por el tiempo que ha pasado entre ese instante que odié a Suecia por darle muerte a Descartes como muestra de supremací­a Protestante ante el catolicismo de Alejandro VII y el hoy que recuerdo al abrir los ojos y encontrarme justo aquí­, en Suecia. Cristina, quiero pensar, es por eso que adjudico el trono sueco, vio lo simbólico de sus acciones para futuras generaciones y sacrificó su trono, su vida por el error de dejar morir a una de las mentes más grandes que estudian el Yo. Sí­, eso es de seguro.

Tengo conflictos conmigo mismo.

Es una batalla cruenta entre dos personalidades interpuestas en un devenir no personal sino ajeno, directo a terceros. Yo mismo no me aguanto pero que esta personalidad que gira en mis entornos para causa de efectos afuera de mi es intolerable, ni yo mismo soporto verme actuar enfrente de otros. Me consumen viejas mañas, viejas maneras de ser en un devenir que quiere librar una lucha como la lucha por salir del cascarón, de la pupa que indica nuevo amanecer, un capullo que aguarda rasguras, grietas, para ver ese nuevo capullo. Y anhelo ser libre para poder estar libre de personas a las que pueda dañar con mi manera de ser. Sé de antemano que puedo ser malo, muy malo, dañar a mis prójimos es un mapa genético que cargo a cuestas y casi casi obligatorio, pero rehúso ser malo, quiero ser bueno a si sea alejarme de lo que más quiero en mi vida.

¿Qué me pasa?

Nada, se que estoy cansado de querer quebrar ese capullo que me tiene prisionero en una entidad ajena a mí­. Es por eso que recuerdo a René Descartes hoy. Ese que dijo que uno es lo que uno piensa. Yo pienso y soy. Quién soy no es la pregunta, es lo más estúpido que uno se podrí­a preguntar, la pregunta serí­a, ¿qué es lo que soy? No quiero superar a Descartes, pero me veo obligado a hacerlo. Es un deber no histórico sino personal, después del todo ese es lo legado, él nos dejó las boronas a seguir, esa es la triste historia del ser en este planeta que rehúsa ofrecer respuestas a todo, sino que ofrece a cucharadas lo que vendrá.

Suicidio

Lo que uno nunca da cuenta de cosas es que el suicidio es uno de esos actos que tarde que temprano induce a una realización de que como la cadena alimenticia, la cadena de la biosfera, todo repercute si un eslabón desaparece. En lo personal mi vista o percepción sobre el acto de quitarse la propia vida está ahora manchado por esa óptica nórdica que tiene por el momento empañada mi mente con sus costumbres e ideas. Aquí­ en Suecia quitarse la vida por propia mano es radicalmente opuesto a las idea que me inculcaron de joven cuando mi cultura mexicana predominada en mi existencia. Aquí­ se quita uno la vida para desquitarse de alguien, por venganza, para infligir dolor a terceros. Quizá ocurra lo mismo en Norteamérica pero la razón más usual es que alguien se quite la vida porque la vida perdió valor. Entre los mexicanos es pecado quitarse la vida así­ que por alguna razón en nuestro mapa genético eso de quitarse la vida no cuadra muy bien que digamos, sí­, es una mentalidad pueblerí­n de que la iglesia aún pese tanto en nuestras decisiones pero eso es lo que nos conduce por la tierra mientras que acá en Suecia hasta exigen legislación para otorgar licencia al libre albedrí­o de poder hacer lo que uno guste con su vida sin mayores repercusiones para otros, sí­, estos suecos están un tanto obsesionados con la libertad individual. Mientras que en Norteamérica el suicidio es visto como pecado y una solución aberrante acá en Suecia es cuestión del libre albedrí­o o venganza personal entre otras cosas. Lo que contrasta radicalmente con la inteligencia del humano que sabe de antemano que nada pasa sin repercusiones.

Y es que el suicidio trae beneficios inesperados para ciertos sectores del mundo, tengan por ejemplo a David Foster Wallace quien murió por su propia mano debido, tenemos entendido, a una depresión. A no ser por ese acto narcisista nunca me hubiese enterado de su obra literaria. Las cosas de la vida, unos quitan para dar y otros dan para quitar. Aquí­ la problemática es pues el bien producido por un acto que ocurrió en Claremont California, a menos de un año de su muerte, a no ser por esa acción, yo no disfrutarí­a de uno de sus libros hoy por hoy, de hecho, desde que murió no he podido dejar de leer uno de sus libros titulado A Supposedly Fun Thing I’ll Never Do Again. Me enteré de su muerte por medio de la internet y me dio curiosidad saber porqué el alarde. Qué cosas cuando se sabe de antemano que todo repercute, para bien, o para mal.

aguardar

Qué chiste tiene ir al ritmo de la luz

Al paso de los rayos

o mirar la estela de un astro decaí­do

cuando la vida es todo lo contrario.

Veo pasar ese cometa

que anuncia

un devenir

Y espero con ansias no sé qué.

Aquí­ el vivir es lento

descomposición

a todo lo que da.

Y aguardo lo inesperado, porque eso sí­, eso sí­ pasa de largo y rápido.

Swedish dreams

Acá los comerciales suecos sobre el ocio se me hacen cada dí­a exageradamente recalcitrantes. Nunca hacen falta comerciales en la televisión ya sea que inciten a un angst sobre no ahorrar lo suficiente para la jubilación o no haber empezado a tiempo ahorrar para la jubilación. Existen variantes de este angst incitado por las emisiones del espectro radial y televisivo al respecto. Los hay desde amistades queriendo causar tripeos sobre no ahorrar en donde un joven ya empezó a ahorrar y otro que no ha empezado a ahorrar hasta fantasí­as sobre el futuro en donde los futuros jubilados se ven vistos por un visitante del pasado presente quienes llegan al futuro asombrados de verse a si mismos haciendo hazañas que ni de jóvenes soñaban animarse hacer. Otras variantes que juegan con esa ilusión de la jubilación son comerciales de jubilados que se encuentran disfrutando todo el tiempo del mundo en una actividad tí­pica de jubilados mientras ese  paraí­so logrado se ve arruinado por las intromisiones del mundo que todaví­a trabaja para sobrevivir. Esta fantasí­a colectiva del sueco es explotada por toda especie de empresas, es solo de encontrar el fondo adecuado y ¡presto! la vista a un llano de ideales es posible.

Creo que no hace falta mencionar lo obvio, los suecos sueñan con jubilarse y la industria de la jubilación posee una maquinaria poderosa para hacer posible esos sueños algún dí­a. Y no nada más se limita a la televisión. La radio, el correo postal, la gente, el trabajo, todos te recuerdan la importancia de ahorrar para ese dí­a anhelado, algo así­ como ganarte el premio de La Isla. No sé cómo es que los suecos piensan tanto en el mañana cuando ni siquiera tienen un verbo que indique el futuro. Lo curioso es que yo también empiezo a soñar con ese mañana y todos mis empeños en el hoy se ven un tanto contagiados por esa enfermedad del mañana. Ahorro para un mañana que ni sé si voy a vivir.

Debemos de confesar que esto contrasta con mi crianza, esa de vivir el hoy hasta lo que da, esa cultura que ama lo espontáneo. Los mexicanos no tenemos una cultura de pensar en el futuro. Vivimos al dí­a por necesidad y creo que tendrán que pasar una revolución y media para que veamos que nada más no hay campo para hacernos creer que el mañana traerá algo mejor hecho por el labor de nosotros o de uno mismo.Tenemos un circulo vicioso en nuestra cultura en el que lo usual es chingar a toda costa y el que se duerme, yeah, you know the rest.

Me veo ante esta nueva experiencia en mi vida que en su turno contrasta con el sueño americano y la creencia de la predestinación, ese virus que te hace creer que naciste para ser alguien. Ahora todos los esfuerzos de los medios que alimentan mi diario devenir se nutren del dí­a en que deje de trabajar para disfrutar de mis ahorros. Es curioso, la verdad. ¿Qué hace uno en Suecia como mexicano en el hoy?

El otro ocio interesante que los suecos empapan con sus fantasí­as e ideales es el de vacacionar. Acá las vacaciones raramente suelen ser un deber individual. Lo más natural es que las vacaciones se disfrutan con la familia pero no es una familia cualquiera, no de esas, por lo menos, como las que vemos en México en donde todo el escuinclerio y los padres gordos y viejos están presentes como parte del paisaje que tenemos los mexicanos dentro de nuestro imaginario colectivo. Para nada, acá los vacacionistas son jóvenes, padres de familia viriles y atractivos en todo el esplendor de la juventud ideal. Son un padres ideales que disfrutan de cuerpos idóneos y un hijo u hija de tener padres en plena lozaní­a. Hay temporadas para ello, es por eso que el comercial tí­pico de las agencias de turismo sea uno en donde el sol, las playas o destinos baratos en donde la corona sueca sea la moneda más fuerte sea lo común. Eso de la moneda sueca y las vacaciones es un giro mental realmente interesante. No es que sea raro que uno quiera sacarle provecho hasta el último centavo a las ganancias del sudor de nuestro labor sino lo que es interesante es el efecto psicológico que los suecos compran al viajar a paí­ses en donde la corona sueca tiene más valor que la moneda del destino turí­stico.  Me parece impresionante cómo es que los suecos regresan de sus vacaciones con unas infulas de grandeza y superioridad porque durante su viaje de vacaciones constataron que en casa se vive mejor. Con esas coronas suecas también llegan asombrados de que los demás no sean como los suecos. Se vive bien en Suecia y más cuando viajas al tercer mundo para comparar tu segundo mundo y ver que después del todo, a Suecia no le va tan mal. El problema es que a algunos se les olvida la humildad en el aeropuerto.

Carlos Ricardo

Creo que es una cierta especie de nueva ironí­a. Una hasta la fecha no vista. Charles Dickens nunca pretendió ser parte de ello pero helo en el ojo del huracán. Sorry Walcott, the whirl just doesn’t row. Pero qué sensatez, ¿de qué hablo? Hablo de polí­tica. Pienso en la pobreza. La pobreza de la era Industrial, del siglo pasado, del Milenio. He ahí­ Dickens. Lo veo, en sus descripciones que pinta sobre infantes llenos de hollí­n.

Llevamos más de tres siglos con los ricardos y su ideologí­a igualitaria de que todos seremos ricos, Warhol what not. O por lo menos cerca de ello, minus or plus, who cares. Los ricos rifan. A este paso tendrán que pasar varios milenios antes de ver los sueños guajiros del medioclasero. Ellos tienen medios que no tengo yo, pero en fin. I love Greenwhich.

Otra regurgitada idea es la de la lana. Money baby, dough, cash ese. It’s not religion that begs the question, no es religión la que anhela la repuesta.

Las preguntas del milenio son las siguientes: ¿puedes sobrevivir sin dinero? ¿Puedes existir sin dinero? ¿Puedes desarrollarte sin dinero? Ok, no quiero regresar a la era de Thoreau pero venga, una especie de desobediencia personal esta en orden. ¿Habrá esa especie de héroes en un mundo de seis billones plus que buscan fama mundial?

La pregunta más ruda y majadera serí­a preguntarse porqué no existen héroes así­ en la cosmologí­a hispana desde Fuente Ovejuna, pero eso es desviar un tanto el tópico. O quizá sea lo más acertado. ¿Qué es justo lo que esperemos nosotros de habla hispana este milenio? Ciertamente pocas riquezas. Nuestras mentes no están a la altura del dí­a. El parlar del anglo nos ha infectado la imaginación desde la Leyenda Negra y desde ese entonces estamos un tanto retrasados.

Vean ustedes el show de Vargas Llosa. Querí­a poner en su lugar a Hugo Chavez. Los mercenarios intelectuales al mejor postor, pero no le digan eso a Mario, háganme el favor. Capaz de que me acusa de ser demócrata en mi pensar.

Realmente no sé cómo es posible que un narrador de las explotaciones del poder puede tomar partida ya sea de derecha o de izquierda, pero es ahí­ donde mejor suena la música que hace al perro bailar. La tragedia de Vargas Llosa se torna a su paí­s: Perú. Quiso huir del Perú pero hasta en España le siguen los fantasmas que ignora: Sendero Luminoso. No tengo ni la menor duda de que Vargas Llosa, suponiendo que posee una mente ultra desarrollada, de que sabí­a lo que Fujimori, para exponer un ejemplo, sabí­a de que algo, no andaba bien en su paí­s.

Y es una de esas pocas preguntas que sobrevolaran sobre la conciencia de Llosa por la historia de la humanidad, como las moscas que redondean los puestos ambulantes de comida, ¿qué tanto sabí­a Llosa sobre las torturas que ocurrí­an en su paí­s?