Muerte al DRAE!

Breve Diccionario Ejemplificado de Mexicanismos

EN TORNO A LOS DICCIONARIOS DE AMERICANISMOS (.pdf)

Gregorio Salvador ha relatado algunas anécdotas sobre cómo los hablantes no solo confí­an, sino que se sienten dueños del diccionario y se atreven a proponer rectificaciones, inclusiones de vocablos, etc.[3] Sin embargo, el DRAE, aunque cercano, es a la vez un gran desconocido. El mismo profesor Salvador, académico de la española desde hace años, menciona el hecho de que incluso en una ocasión fue el Congreso de los Diputados español el que se dirigió a la Academia informándole de que un grupo parlamentario proponí­a que el Congreso conminase a la Academia a suprimir voces y acepciones de carácter machista. Probablemente los diputados, como muchos periodistas, intelectuales e incluso hombres de letras, por no hablar de quienes no se preocupan por su lengua, confundí­an actitud (o machismo, pero no se reduce a esto) de la sociedad, con la lengua y con su diccionario sin tener en cuenta que la segunda, en todo caso, puede ser un reflejo de la primera y que un diccionario no es más que una descripción de la lengua. La nueva edición del diccionario de la Real Academia Española

El Diccionario de construccióny régimen de la lengua castellana (.pdf)

Norteño, mexicano y en el exterior

Una de las situaciones más embarazosas en las que yo me puedo encontrar aquí­ en Suecia es cuando la cuestión de mi etnicidad sale a relucir. Decirles a los suecos, y por default otros europeos, que soy mexicano saca a flote una plétora de ideas e imaginaciones que los suecos tienen sobre mi paí­s natal.

Para ellos sólo existe Octavio Paz, Carlos Fuentes, Frida Kahlo, Diego Rivera o Chiapas amén de que creen que las piramedes de los Aztecas o Mayas están por doquier. México, para ellos se reduce a una parte del paí­s, por lo general el centro y suelen más de las veces preguntarme que qué hablan ahí­, lo cual en varios casos me ha tocado escuchar de ellos mismos que si en México hablamos mexicano (no sé a qué se deba esto pero me imagino que se debe a que en Francia hablan francés, en España, español, en Alemania, Alemán etc). Curiosamente lo colonial no sale muy frecuentemente y los que tienen una idea más general del paí­s suelen ser los académicos con los que me encuentro en la escuela.

Curioso pues es cómo México es visto desde afuera y molestoso para mi tener que explicarles que yo no soy ese tipo de mexicano, que en mi parte de México hay una minorí­a substancial de bilingíües y que nos diferenciamos bastante del resto del paí­s tanto étnicamente, pues somos más blancos al norte y más morenos al sur, como lingíüí­sticamente. Otro dato curioso es decirles que soy de Tijuana. Lo único que les viene a mente es la problemática del imigración o como es que Tijuana se está quemando con Nero tocando el violí­n arriba de la bola del CECUT. Me sacan a flote la pelicula Traffic (maldita sea esa pelicula) y cómo es que hay muchas drogas ahí­, (como si en Estocolmo no las hubiera). Aún más curioso es verles la cara al mencionarles que estamos tan cerca de San Diego, ahí­ sí­ se les ve la cara brillar de alegrí­a al sólo mencionarles la ciudad (California, oooooooh!) pues eso les trae a memoria asociaciones positivas y buenas.

Pedregal de Santa Julia

Durante las lluvias pasadas que viví­ en Tijuana un paisaje de tierras raras salió a mis ojos. Pero no sin antes sufrir una buena gripe que una botella grande de Gusano Rojo bien tuvo a curarme de mis achaques debido a la constante humedad que habí­a donde me hospedaba. La colonia Pedregal de Santa Julia presenta una topografí­a sumamente interesante porque es una parte de Tijuana que contiene muchas rocas; rocas con las cuales mi imaginación construí­a chimeneas, bardas y casas, regularmente me preguntaba por qué la gente no utilizaba más este material, disponible al público y accesible a todos los recursos económicos de la ciudad y descubrí­ para el deleite de mis ojos que sí­ se usaba pero no con el provecho que se debí­a y los casos donde vi que sí­ se usaban eran muy pocos y contados con la mano.

La tierra, no era tierra, es increí­ble como, a pesar de los cerros que están de por medio, varios a mi juzgar, el subsuelo de esta colonia presenta las mismas caracterí­sticas que las arenas de las playas, claro, el Pedregal de Santa Julia no queda lejos de Playas, quizá si tras lomita o dos. Por igual, es contrastante esta situación pues a espaldas de los Ricardos, como se les llama a los ricos de playas entre la perrada tijuanense, se encuentra toda una población de nuevos inmigrantes en Tijuana. La arena que mis tennis pisaban era hermosa, salí­an a relucir esas estrellas doradas que mi niñez soñaba que era oro puro, era como caminar por la misma playa. Es una cosa que dice mucho geológicamente hablando.

El Pedregal de Santa julia no es una colonia de paracaidistas, de hecho, es de sumo orgullo para sus habitantes recalcar esto pues ellos sí­ pagaron por sus lotes y creo que la colonia tiene menos de 18 años de existir como tal. Se encuentra a espaldas de Playas, pasando por el Soler, agarra uno el periférico y como a 3 kilómetros de ahí­ se encuentra la mentada colonia, que tiene como vecino la Herrera. Me quedé con un amigo ahí­, en el cañon Reforma, bajando por la colonia Nuevo Milenio. Más de tres veces me perdí­ y memorias de las colonias esas perdidas de las que tanto leí­a antes que existí­an en el DF pasaron por mi imaginación. Lo cual fue una clara exageración de mi miedo porque ya que siempre que bajaba al centro, el cual quedaba a sólo five minutes from there, llegaba tarde y pues el lodo, la pobreza y las miradas a mi persona me poní­an un tanto nervioso.

Claro que habí­a lodo, más en las partes altas del los cerros, aunque que hay que admitir, es un lodo mezclado con arena. En fin, la parte de la colonia en la cual yo viví­ es de interesantes caracterí­sticas, puesto que hay una infinidad de artesanos por ahí­ que se dedican a la creación de macetas y herrerí­a y que el gobierno no les extiende la mano ni porque son industrias que producen impuestos para las arcas del municipio, cosa que me recordó a Ronald Reagen cuando dijo que la columna vertebral de la economí­a de los EEUU eran los pequeños negocios. En ese cañon habí­a varios de esos negocios y la calle no tení­a los debidos servicios para ayudarles en sus menesteres, y eso que llevan años ahí­ ya. Sólo habí­a una brecha grandisima hecha por el arroyo que nació con las lluvias, rocas y demás basura que les obstruí­a su diario labor.

Las casas de los más pobres presentaban unas construcciones que tení­an llantas de automóviles como escaleras para subir a sus casas y además construidas con una combinación de ladrillos o bloques de cemento por una parte y por otra con retazos de triplay o trozos de madera y unos techos de láminas o madera cubiertas con cemento. Claro, también habí­a casas de bien, bonitas y bien construidas, estilo español y es pues eso el contraste. La gente es pobre pero de otra manera, no es una pobreza extrema, la gente trabaja y las amas de casa lavan ropa todo el dí­a, las doñas intercambian sus plantitas mientras discuten los aconteceres de la noche anterior y las miradas a los extraños no se hací­an esperar, mientras, observaba el silencio y aprendí­ los ruidos de la colonia, los ladridos de los perros y la constante música norteña que salí­an a todo dar de las casas de bien y de pobres por igual.

Antes de que las lluvias llegaran ahí­ por los últimos de Diciembre y principios de Enero la burra pasaba. He de recalcar que es burra lo que pasa por ahí­, no bus, el bus se quedarí­a atascado concluí­ o no podrí­a rodar por las piedras del lugar que yací­an por doquier. Para los niños que vení­an en la misma burra que yo era de suma alegrí­a viajar en ella ya que el terreno rocoso hace que la burra se ladeé y está uno que brinca y brinca. Pues nada, que las lluvias hicieron un arroyo nacer de nuevo creando lo que me pareció un nuevo Grand Canyon. Jode, era la pura risa con mi compa con el cual me quedé, no podí­amos cruzar al otro lado de la colonia a comprar cigarros sin arriesgar a sacar la lancha, je!

Hiede. La gente quema plásticos y todo tipo de basura amén de que el gobierno todaví­a no les pone alcantarillas ahí­ y pues la agua huele a rayos a veces, sí­, me veí­a ridí­culo tapándome la boca y las narices al ir por las kiwas. Pero más cura agarramos cuando vimos pasar un colchón por el arroyo, chale, esos inmigrantes con tal de que el problema no este en su casa son felices, arrojaban todo para que la corriente se lo llevare a otro lado. La gente tiene, hasta eso, acceso a agua de la llave y la zona tiene electricidad y claro, diablitos por donde quiera

En fin, pase por lo menos 3 semanas enteras ahí­ bajo un techo que likeaba toda la noche y donde dormí­a bajo cuatro cobijas, toda mi ropa puesta y un inmenso deseo de que las chimeneas fueran más comunes en Tijuana. Deveras que las cosas no alcanzan a secarse bajo esas condiciones por ende la necesidad del mezcal antes mencionado. Mis compañeras fueron las viudas negras y unas cuantas ratas felices de mi estancia ahí­ puesto que a mi gusta cocinar y compraba ví­veres para rato. Hay que confesar que me ganaron un consome y unas papas las muy jijas que sabiendo que no me levantarí­a a las 3 de la madrugada para espantarlas por eso del frillazo. Eso sí­, agarre concha y no salí­a de la colonia por ningún motivo mayor, por eso no posteaba, estaba concha con mi compa y wachamos un chingo de movies y varios juegos de futbol americano.

Gracias José, por invitarme tu casa.

*otro post al respecto: La Otra Tj, Cobardí­a Mediaclasera.

la harley de carlos

La rutina indica una travesí­a por esa calle, a juan carlos le gustaba transitarla en su baika harley davidson los sábados por la tarde. se poní­a una máscara de la parca y al filo de las 11 de la noche hací­a su cruise por las calles más internacionales que la city podí­a ofrecer. lo encontré en un bar de esos quezque para hombres, men’s club, un lugar de pésimo gusto llamado Skandalo por la calle séptima y vaya que si lo era. la mujer que bailaba no paraba de hacer los mismos movimientos y en dos canciones ya sabí­a qué tanto y qué tanto no se podí­a doblar aunque de vez en cuando le salí­an movimientos simulando copulación ferviente de chiripada y más de dos veces logro que le pusiere toda mi atención. carlos, que onda buey, ¿qué haces aquí­ sentado? (en retrospectiva reconozco que fue una pésima pregunta y por demás estupida, lo que pasa es que me sorprendió encontrar a alguien conocido en esos tugurios, por eso del que diran, you know?) las tecates llegaron al mismo tiempo que me llego una jainita, se veí­a que el lugar no era un centro de jóvenes, sino todo al contrario, eran damas de una edad avanzada que las luces apagadas y el bajo relucir de unos focos rojos enmascaraban dí­as más jóvenes para ellas. me dijo que si no le pasaba un bola para que se hiciere la cruz y accedí­, pero para mí­ sorpresa la mujer empezó a desabrochar su blusa y sus senos un tanto caidos dejaron ver carne de una humanidad increible a mis ojos incredulos que mejor los miraron para no ofender que por placer sexual. le hací­an falta amor a esos senos pensé, quizá acostada se le verí­an más apetitosos. al tiempo que moví­a la cabeza y hací­a una mueca con la quijada carlos me dijo que estaba de wachas, mientrás, yo intentaba wachar a la jaina que tení­a la pista de baile erótico pero no aflojaba la blusa por más que espere. me acerque para ponerle un bola en sus calzonsitos negros, fine lingere, que no eran tangas de por cierto, pero que me dio oportunidad de acariciarle su cadera izquierda de lo cual no derive mucho placer al verle la cara, era demasiada vieja para mis gustos de hombre de 40 cuyo ideal de mujer es que no tenga arrugas, y ella, las tení­a, le di, como dije, unas nalgadas ligeras y me fui con carlos otra vez un tanto decepcionado.

carlos no era de muchas palabras de hecho me sorprende que a pesar de los años siga entusiasmado por el color negro que ha adquirido nuevas tonalidades y telas amen de material através de los años plasmado en el cuerpo de charlie. creo que le da por el masoquismo y mas de una vez lo he visto con hombres exageradamente guapos cuyas mirabas penetran muy bien los móviles del sexo en mi. me han hecho sentir ñañaras, como que me ven algo, y me pongo un poco nervioso ante las amistades esas de ese gíüey. la atracción es un tanto inquietante mas ya me ha quedado claro que el homosexualismo no me viene a mi. simplemente creo que me sentirí­a muy mal de mi mismo, se tornaria un shock para mi sexualidad y despertarí­a arcones y arcones de cristianismo reprimido en mi que Dios me libre de verlos algún dí­a sueltos. saldrí­an de mi como hombre de peligro. ¿Quién quiere eso?, mejor dejemos los misterios de la sexualidad humana ahí­ donde mejor están, en el misterio.

carlos me invito con la miraba que lo acompañara y ahí­ voy detrás de él como perrito sin dueño, nos pasamos al Madonna’s, un lugar como de dos estrellas mejor que Skandalo, me subí­ al baikon de carlos y el ruido de la harley me aturdió los timpanos, pinche charlie, fue la primera vez del dí­a que dijo algo y fue justo cuando mis oidos estaban más aturdidos, creo que lo hizo a propósito, en fin, al entrar nos bajaron cinco bolas pero valió la pena, ahí­ si habí­a morritas bien chilas, y se quitaban las blusas, mis ojos se deleitaron con los senos de una chaparrita, dang homes!

tijuana la sensibilidad americana

Decia que aquí­ en tijuana la sensibilidad americana en el tijuanense no tiene voz. no puede coexistir en tijuana al lado de lo mexicano, de hecho este elemento es asfixiado hasta la muerte por la ola masiva de humanos que proviene de otros estados de la república mexicana, so cualquier expresion americana (WASP) sale de aquí­ bajo las auspicias de un artí­culo 33.

aquí­ no podemos expresar nuestra propia mexicanidad.

y es así­ como los tijuanenses jamás tendrá una identidad establecida porque aquellos que vienen con la concepción de lo que un mexicano debe de ser se impone. hay muy pocos defensores de lo local, incluso todo proyecto artí­stico de la ciudad, lo que esta en vogue, agarra como apunte de que aqui empieza la patria: separa, desune y vuelve reafirmar una mexicanidad totally alien para la ciudad. Las cuestiones culturales, las propuestas artí­sticas parten de lí­neas geográficas que no existen como tal, en el mapa de la conciencia del colectivo local, más que ahí­ está.

cuando yo digo lo local apunto a lo de aquí­. el desierto de la nada, donde se fundaron los cimientos de la neourbe esta. la mayor caracterí­stica de la ciudad es que en realidad tenemos muy poco que demostrar más que un desarrollo acelarado y económico de una ciudad que tiene menos historia que un foco. nadie quiere ver en la cara a la nada, nadie habla de la extinción de los grupos indí­genas de la localidad como tampoco nadie quiere admitir que en Tijuana hay una minoria substancial que es bilingíüe, nadie quiere gritarle a los cuatro vientos que aquí­ los aztecas ni los mayas nada tienen que ver con la identidad tijuanense más allá del valor que posee en la Ave. Revolución.

Tj sounds

el ronroneo de los vehí­culos a las seis de la tarde es hipnotizante, como un lowtempo jazz beat: burras, ranflas y baikas hacen su daily show.

curiosa realidad rota de repente:

el íšltimo ruido que se apodera de la vida del centro de la ciudad;

por segundos sólo existe su estruendo, llega de los aires con destinos a Otros:

un rompe-momento que calla a la calle; omite el hoy el segundo que retumba

su despedida se vuelve un puente entre este momento y el anterior, poco a poco el bullicio de la gente y el ronroneo de los motores retoman los sentidos de las calles, misestribos, mi camino.

el silencio de las voces de la gente, del zigzageo que hago por las banquetas tupidas de raza, hacen que los latidos de mi corazón sigan el ritmo de la ciudad.

mi Tijuana no es callada

Una de las cosas que se pueden decir de la city es que no es callada.

Estaba en el balcón del hotel donde me hospedo admirando el paisaje que un tercer piso puede ofrecer al espectador en una ciudad como esta. Estaba sumamente satisfecho de la elección que hice de hotel pues desde ahí­ puedo ver claramente una serie de paisajes de un buen cacho de lo que yo considero mi Tijuana. En el fondo se veí­a la montaña pelona de los gabachos (no confundir con el cerro pelón que sirve de respaldo a la INS al cruzar la garita) y debo de confesar que ha sido muy buena la idea de los gabachos no poblar esas franjas ahora patrulladas por la Gestapo estadunidense. De haberseles ocurrido construir casas como los tijuanenses lo hemos venido haciendo desde que se formó la ciudad, los constrastes serí­an marcados y alarmantes y me imagino que el efecto psicológico de esos contrastes serí­an aún más significativos para el colectivo de la conciencia tijuanense. Es una montaña hermosa en verdad, abajito de ese trasfondo se ve muy claro una de las colonias más antiguas de TJ, la Liber, hermosa en todo su esplendor, se devisaban los carros en su ir y venir y claro, las palmas esas que están hasta el tope de la colonia, quizá algun dí­a se me ocurra ir a verlas, tienen años llamándome y nunca les he hecho caso. Abajo de la colonia, una tijuana moderna, una tijuana pujante, se veí­a la zona Rio, la zona más moderna que tenemos como ciudad. se veí­an esos edificios que nos dan una especie de emocion de ser el hermano chiquito de San Diego, sí­, los edificios están bien construidos y tienen ese dejo de modernidad, pero son construcciones chapis, son edificios con aspiraciones a ser altos. a un lado está la clásica bola, el CECUT.

Veí­a todo esto cuando las sirenas de una pipa de los bomberos de la Ocho emitian sus ruidos por las calles esas que dan para la Morelos, dejando constancia de ello en los timbres de mis oidos y agua regada por las calles. me dió risa ver las pipas coloradas, reliquias e instituciones de la ciudad pues las pipas, es de recordar, han jugado un rol ví­tal en la ciudad para hacer llegar agua a diferentes partes de Tijuana en su trayectoria de pueblo a ciudad como lo es hoy. Vi un chofer torciendo el volante para doblar en la esquina de la Diez y el agua charquitiando por el hoyo del barril de la pipa. Los martillazos de unos obreros de construcción tambien se hací­an sentir, quizá una remodelación. El tráfico de los carros y música de miles de negocios queriendo todos mi atención: quizá sea demasiado ruidosa para mis oidos, pero así­ es el centro ya, esperemos que algún dí­a le bajen los decí­beles a esta contaminación ambiental.

This is living literature

Hay una resistencia al concepto de literatura blog. Quizá se deba a que muchos están impuestos a que les digan qué es literatura. Literatura canonizada. Esa es la que dice cuál es la que más estatus social traera al quien mencione esas obras; ese es el contrato que uno hace con la literatura canonizada, que al final del leer susodichos libros, el estatus social de uno se incrementará, se hace uno de un mini honoris causa que todo mundo debe reconocer.

Quizá se deba a ese status de cultura o dejo de aire de culto que implica la idea de la literatura. Decir que uno ha leido a Proust, Hemingway, Sor Juana Inez de la Cruz, Virgina Wolf o Dumas es sinónimo de que uno es un connosiuer de literatura, da estatus de middle class o por lo menos, ya de jodidos, que uno es educado. Entre más es conocido uno de ser una persona que lee más estatus o eruditismo adquiere uno, cosa que conlleva extrañas auras en la cosmovisión de la lengua española ya que la vox populi admira hombres y mujeres de letras al grado del cultismo como aquel que acusan a Kim Jong-il tener allá en el Norte de Corea.

¿Pero Literatura blog?

Y claro, ¿quién va adquirir algo productivo como la literatura canonizada lo implica, lo sugiere cuando nos tienta con sus alardes de buena lectura al leer el blog deChango100, al Charkito, al Fausto, o a Forma y Fondo, La Jade o Seleniux? ¿Y qué posible admiración podriamos cosechar al decirlo en voz alto: yo leo al Chango100? Ninguna, pero quizá sí­ una buena madriza por asociarse uno con ese blog. ¿Qué nos puede enseñar La Judith, la Conflictiva, Borrowed Flesh o el PGBeas con sus descripciones de instrumentos que jamás en mi vida he tratado? O el rumiar de Inflections on Being?

This is living Literature

Porque por primera vez tenemos a los personajes de las letras con carne y hueso, son letras vivas, no letras muertas para una ficción de la mente. El blog en sí­ es un género de diversas narrativas, hay de opinion, biografí­a testimonios, dí­arios, ficción, talleres de nuevas formas de usar el lenguaje, de escribir, guste o no guste a los que se enfadan con el uso alternativo de escribir letras como lo dictan las buenas costumbres, hasta la novela rosa. Mas ante todo es un mundo de letras donde la biografí­a forma parte de su desarrollo. El blog implica que algo hay del autor en la bitácora. Sí­ bien es sabido que la biografí­a es en parte ficción porque el ser humano es incapaz de relatar su vida tal y cual es/fue por intervenciones del ego protector entonces aquí­ tienen ante ustedes el mejor ejemplo de ficción live on stage ante sus very eyes.

Y es literatura porque nos gusta el chisme, o en palabras más formales, nos interesa la vida de los demás. No es pues raro que siendo un paí­s que se embebe viendo telenovelas en masse a las 4 de la tarde cada dí­a de la semana el lector de blogs profese el mismo interes por ciertos blogs, quiere seguirle los pasos al personaje como a un personaje de Kazuo Ishiguro o como Eterno Retorno me ha dicho varias veces, y aquí­ parafraseo, es interesante seguirle los pasos al detective Kurt Wallander.

También, por primera vez hay alguien de carne de hueso con quién identificarse, alguien normal como tú y yo que no se sabe todas las problemáticas de la humanidad sino que intenta resolverlas en el aquí­ y ahora. Los problemas del autor de un blog se vuelven nuestros, nos identificamos ampliamente y nos brinda apoyo. Los problemas reciben interes y recepción muy a diferencia que si leyera las complejas personalidades de un Don Quijote para poder capitalizar de todos sus erores en la vida real. Problemas que uno entiende y comprende. No se da tampoco mucho la interpretación, esa disclipina académica llena de rí­gidas reglas sino que se da la comprensión a sus anchas.

Y no todo es tan fácil, el blog por igual es un desafio, porque pone al lector on guard, hay que sospechar siempre de que sí­ lo que se lee es verdad, un ejercicio mental de sumo interes.

¿So es literatura el blog? Les dejo lo anterior como una posible evidencia de que sí­, así­ es.

Lessons learned

Mucho he disfrutado de las clases que curso para mi carrera. Suelo decir que estudio filologí­a porque eso es lo que explica lo que estudio en el presente pero la meta es un magistrado, terminaré está primavera 2005 como profesor de bachillerato aquí­ en Suecia. Han sido dos años de filologí­a inglesa y dos de castellano más uno de pedagogí­a, ese es el programa para poder impartir clases en Suecia como profesor de idiomas.

Mas eso no es lo que querí­a decir, pero lo dije porque de alguna manera encajará con lo siguiente aunque lo dudo, en fin. Uno de los cursos obligatorios para ese programa ha sido de sumo deleite para mi este semestre. Se trata de estudios de textos medievales. Durante los últimos cuatro meses he disfrutado disectar textos como las Glosas Emilianenses la cual ha producido un orgasmo visual a mis retinas por las hermosas palabras que mozárabes usaban en la antigíüa españa del siglo XI. Además estudiamos jarchas y muasajas cuyas letras me transportaron a una bella Andaluz por medio de las palabras cuya esencia aún despediden aromas exquisitos hoy en dí­a.

De ahí­ pasamos a los textos del Cantar del Mí­o Cid.

Estos textos me aportaron un buen vistazo a las vigencias de aquellas sociedades amén de las palabras y divergencias morfosintácticas que el profesor nos hizo hacer encontrar tanto por la red como por diccionarios especiales que nadie antes sabí­a que existí­an [menesteres del Big Bang, je!] y que nos dio también la oportunidad de conocer al erudito y prolí­fico amante de las letras castellanas, Don Ramón Menéndez Pidal. Después de tres arduas sesiones con el Mí­o Cid pasamos a dos poemas de Gonzalo de Berceo, El Ladron Devoto y La Vida de Sancta Oria.

Estos textos producieron en mi gran asombro porque pude ver que, tanto como en el Mí­o Cid como con Gonzalo de Berceo, muchas de las palabras que se escuchan en el norte de México y que se desprecian por parecer cosa de la indiada son palabras que se usaban en los siglos del XII y XII, para mi muy agradable sorpresa y extrañeza de los alumnos al comentarles que ciertas de esas palabras en México se usan todaví­a, je! Un ejemplo: En los corridos norteños hay veces que se alcanza a escuchar cuando una mujer le dice al hombre “hoy me tendrás que cumplir” cosa que es asociada con la copulación y las obligaciones de tales actos después de la copulación, la obligación de que una vez hecho el acto hay que cumplir con lo demás. Esta frase como tal data desde el siglo XII.

De ahí­ pasamos a la historia y fracasos de Alfonso X el Sabio. Fue un Rey muy ambicioso el cual no dejo de asombrarme el porqué de lo de su sabidurí­a y cómo es que propagó el castellano como medio oficial para transcribir documentos oficiales de la corte y su correspondencia con otros jefes de estado en castellano, cosa que parecerí­a inusual hoy en dí­a pero que en aquellos tiempos a más de dos tres les alzaba la pestaña, y sí­, sus fracasos, dejó muchas cosas a medias….

Por último y con lo que aún estoy trabajando es el Arcipreste de Hita. Este documento es de suma relevancia ya que muestra como la lengua castellana como tal va adquiriendo nuevos usos como forma de arte, o manipulación del texto para crear efectos que de otra manera serí­anse prohibidos o por lo menos censurados mas en lengua castellana.

La lengua nunca deja de asombrarme.

Tijuanenses flojos

A los tijuanenses se nos tiene en muy baja estima dentro de la comunidad immigrante procediente del resto del paí­s. Esta crí­tica es una voz de los del interior del paí­s que se trasladan al norte porque en sus regiones el empleo es escaso, so es una crí­tica de personas que se siente afortunadas por haber hallado una forma de vivir en Tijuana, llegan ambiciosos pues y lo único que les importa es ganar más que en sus propios lugares. Se dice que somos flojos, que no queremos trabajar. Esto lo digo porque una memoria se me vino a mente de cuando era un joven de sí­ sólo 18 años, trabajé en una fábrica de esas que te pagan por pieza que hagas, entre más piezas hagas más ganas; es el mismo principio que cuando uno trabaja en los puestos de curiosidades, te pagan por comisión, entre más vendas, más ganas. De hecho uno de los mejores puestos que un tijuanense pueda tener para ganarse la vida en Tijuana es siendo vendedor en la Ave. Revolución, ahí­ se gana bien sacandole dólares al gabacho por pendejadas como sombreros de teciopelo, sarapes o dioses aztecas alineados en filas al mayore pero eso será material para post en otra ocasión. Joven, ambicioso y una novia pisandome los talones para arranarme con ella, le puse duro al camello. Hacia un resto de piezas que a más de dos tres dejé sorprendidos de mi dexteridad en el labor y fue lo que propició el comentario de que “qué raro, sí­ es de Tijuana”; fue como un despertar entre sueños, como cuando abres los ojos para sólo caer en las fuerzas gravitacionales de un sopor que induce REM.