Daughters

I have two daughters. One (19) won’t talk to me and the other (16) only calls when there is a need for money. I think that there is a point for a man when it is blatantly obvious that daughters and fathers are a contentious issue.

The ladies I speak to always encourage me to wait. I let days and weeks which turn into months and now years, go by. Still the equation remains the same. I see no improvement in the situation and I am ready to throw the towel in. If I already haven’t done so.

As I sit here now I realize the situation isn’t going to get better. Nor it will. I realize the situation does not merit any hope for any change at all.

As a man I can only see to it that certain safeguards are met. Said safeguards include me staying behind until the kids turn 18 and then move on elsewhere. I harbour no hope of being part of their lives nor of being a traditional family member because I don’t belong in those worlds as my destiny has clearly made it obvious for me and my fate.

I suppose that I rue many things and that I am bitter for not being able to partake in family related activities since everything surrounding me oozes values that live up to said culture. Life has a sense of sarcasm if anything. But fortunately enough it doesn’t eat me up. As far as I am concerned the lot of my kids is loads better because at least they got to see, live and experience their father for which a judgement has been laid and the judgement is lived up to and hence, they can see who I was and what I was or am etc. Whereas my own luck did not afford me that, so my kids are luckier than I am.

Holding onto hope in this sort of matters is of no help. Sooner or later the bonds of families break and the whole process begins all over again. Life just makes it agonizing in many ways. We hold on to some precious memories and wish wholeheartedly for everything to get back the way it was, for some.

We regret we were different and I am no different in that respect, I do regret many of my actions but in this world there is no turning the hands of times.

 

debatir

Estoy tecleando. A la vieja usanza. O tal pareciere. Me gustarí­a que esto fuese una mecanografí­a. Sin quien sabe qué.

Escribo.

Escribo pensando en una escritora finlandesa. Ella descuartiza la identidad como un cirujano descuartizarí­a un pedazo de pastel sin bisturí­. Se llama Sofi Eksanen.

Ella y unos alemanes han puesto en jaque a un paí­s. El paí­s se llama Suecia. Los alemanes se creen apenas poder digerir un pasado reciente. Ellos se disgustan una telenovela Azcarraga titulada Unsere Míütter, unsere Ví¤ter que a juzgar de los titulares a ocasionado un discurso intergeneracional, para los de parla común, entre los abuelos y los padres que no los hijos que ellos solo miran y retomaran riendas en retrospectiva melancolica.

Retornar.

Es de elegir. O así­ pareciere.

Para Oksanen, cuya ironí­a es poder reflexionar, cuya ironí­a se reduce a una coma, una historia, entre paréntesis.

Y el presente siempre.

Que nos recuerda en donde estamos no ya geograficamente sino mentalmente.

Le he visto a ella hoy. Entre interlocutores. Ella manipuulando lo que puede.

Pienso que ella es una adicta a algo, que encadena, que manipula un presente

 

Following Hadrian

    adrianoAutor: Elizabeth Speller
Casa editorial: Oxford University Press, USA
Idioma: Inglés
Año de publicación: 2003
Páginas: 361
Peso: 454g
ISBN10:    0195176138
ISBN13:    9780195176131

 

 

 

Este es el segundo libro que leo de Adriano, el primero esta aquí­. La verdad es que no me supo a Yourcenar. Yo querí­a seguir leyendo el estilo de Yourcenar y este libro de Elizabeth Speller nada más nunca supo enfrascarme, tuvo sus momentos sí­, pero esos mismos momentos se vieron mañados por vicios que frecuentan a los historiadores que trabajan con agenda en mano. Speller realmente no supo distanciar el presente del pasado y en más de una ocasión sus prejuicios de estos últimos dos siglos (XX y XXI) enmarañaron la lectura. Un claro ejemplo es que usa la palabra ”terrorista” para describir actos de batallas en el siglo II. En otras ocasiones toma partida con ciertos grupos étnicos favoreciéndoles en la narrativa de la historia. Aquí­ no me cabe duda que este libro salió a luz para satisfacer ciertas necesidades después del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva york.

Hay buenas pepitas de oro en todo esto. Una de ellas es que se puede apreciar un poco los últimos esfuerzos académicos entorno a Adriano y lo que se ha descubierto entorno al imperio romano desde que la novela de Yourcenar salió a luz en 1951. Trozos de Julia Babilla forman parte de la lectura y en gran parte compré el tomo por ello. Este tomo es más académico que el de Yourcenar y como acusamos, nace a partir de una necesidad de saciar las necesidades de ciertos cí­rculos de lectores que imaginaron una tarea de emprender una campaña bélica en contra del mundo musulmán el cual se vio de nuevo frente a frente al Oeste. Por ello mismo es de particular interés leer las fuentes de las cual Speller se valió para recontar los pasos de Adriano.

Para recontarnos los acontecimientos de aquellos ayeres la imaginación de Speller se vale de esos documentos o fuentes cuyas ciencias abarcan la arqueologí­a, la arquitectura, la numismática y de seguro el estudio de viejos documentos mejor conocido como paleografí­a.  Basado en ello, podemos recorrer los pasos de Adriano en sus recorridos imperiales. Podemos ver su corte y todo lo que ello significaba y la imaginación y el poder de ver al emperador y como su palabra era la ley del imperio se dejan sentir como pompa y honor. Vemos también a un Adriano humano que sufre las mismas cosas que un ser humano, vergíüenza, pena, amor, frí­o, cobardí­a, valentí­a, venganzas inseguridad, en fin, un hombre cualquiera. Lo interesante que no se toca mucho es la logí­stica de ser un gobierno que gobierna recorriendo sus dominios siempre y cuando se estaba al tanto de las patrañas de los polí­ticos en Roma.

Por último, Speller pintá un Adriano muy homosexual y afinado a lo griego que quizá los que estén más adentrados en la historia de Adriano sabrán si el sobrepeso en ello es exagerado o verdadero. En lo particular a mi no me importa si era más homosexual que otros o cómo es que las normas que regí­an los comportamientos sexuales de aquellos tiempos ya vení­an presagiando la persecución de homosexuales tanto por la iglesia cristiana o la sociedad. Y sí­ es verdad que se enamoró de Antonio pues venga, es una historia de amor interesante de gente que movió sociedades enteras. Tampoco estamos para juzgar con valores del siglo XXI algo que aconteció en el siglo II. A mí­ lo que me importa es que era hispano, un emperador español y que nació en Itálica.

De hecho estaré en Sevilla este verano que viene y nada me va a alegrar más que ver el lugar en que nació Adriano.

 

New hate

I hate this past-now-future flow of consciousness.

This stream of a past

a now

and what’s to be.

So many possibilities. Each tempus bearing a pain.

Things that were living as we speak

Life flowing by as it brushes our hair

a future of what’s to be playing us

like a conman in Vegas.

So I am utter in despair wondering

Who am I?

In Sunshine or in Shadow: Stories by Irish Women

In Sunshine or in Shadow: Stories by Irish Women
Edited by Kate Cruise O’Brien and Mary Maher
Delta Trade Paperbacks, a division of Random House, Inc. February 1999
ISBN:0-385 33335-8

No es que sea una recensión. A mi lo que me importa relatar es cómo adquirí­ el presunto tomo y cómo lo leí­, esa es la historia de mis libros. Cada uno con su historia. El egoí­smo primero y después lo demás. Venga pues. Recuerdo sin duda alguna que iba a algún destino cuya puerta de partida me llevó a Estocolmo. Recuerdo subir unas escaleras con maleta en mano, una de esas que llevan una manga larga, la maleta que no la escalera. Entré a una Akademibokhandeln, que es una tienda de libros de esas de cadena y que existen por doquier por estas tierras y busqué algo que leer y pues lo compré. Las emociones y las sensaciones por lo cual lo compré son tan efí­meras como las sensaciones que me llevaron a consumir literatura como la presente. De seguro pensé que lo leerí­a en una sentadita por ahí­, así­ como cuando compro tomos por aquí­ y allá con esa ilusión de que los leeré tan rápido que los podré consumir bien pronto cuando la realidad es otra, o sea, la fantasí­a es mi consumidor preferido de libros.

Pues no, el libro lo acabé leyendo en mis visitas al WC en casa. Y no hasta este 2013. Digo, lo compré hace más de 7 años atrás, por lo menos. Y así­, empecé este libro. Un libro que se jacta de relatar en historietas cortas cómo es que legislación introducida a Irlanda afectó a las mujeres, a eso va el libro, relatar en ficción, el drama de un pueblo católico y (el proceso democrático) de rechazar la prohibición del divorcio, cuyas ví­ctimas, a juzgar por las historias, fueron las mujeres. Y no que no es que no lo crea, venga, el patriarcalismo en las sociedades católicas le han hecho la vida a las mujeres de cuadritos, como bien dicen en mi tierra. Lo que pasa con la literatura y las historias que de ahí­ se derivan, es que suelen contarse por personas adineradas, que cuyo pasado, no por minimizarlo, ni nada, deja un sabor a afluencia que ni los que hoy en dí­a sufren del patriarquismo rudo del catolicismo sabrí­an saber cómo identificarse con él. Por ende, el prejuicio. Quizá los hombres también sufrieron. Pero venga, libros para alimentar ideologí­as nacieron en la Guerra Frí­a. Y este último no es la excepción a no ser que se trata de una lucha, una batalla, en ese marasmo frontal que se denomina Feminismo.

¿Son buenas las historietas? Sí­. ¿Vale la pena leer el libro? Sí­. Es gente que ha sido educada a tocar el corazón con sus letras. ¿Es eso malo? No.

Aquí­ habrá que recorrer calles en un taxi, subir paredes para ver lo que hace el vecino, soportar la soledad de la ama de la casa, la espera del marido, la traición del marido que no sabe ser fiel, la aceptación y subyugación del diario devenir para poder salir adelante en esas broncas y normas femeninas que ellas solo entienden, seguirle el hilo a las eternas discusiones entre un hombre y una mujer o la curiosidad de una niña en ciernes a ser mujer.

Poder. De eso trata el libro, del suspenso que marca la vida cuando esta última se ve rí­gida por leyes injustas que no comprenden lo que pasa en la vida de los sexos. Unas historietas valen más que otras pero lo que sí­ hace el libro y lo hace muy bien es enganchar al lector. Siempre es interesante leer sobre los problemas que las mujeres afrentan y por ende la satisfacción de poder haber leí­do el libro, si tan solo para ver desde ese marco visual, cómo es que la mujeres resuelven sus problemas con ese otro sexo del cual yo pertenezco. Es importante relacionarse con el sexo opuesto y lo que ellas sufren o disfrutan para poder así­ comprendernos mucho más mejor.

La bestia within

Learning to be responsible about one’s own sexuality, now, those are ethics which can’t be beat.

After 2 some thousand years, let’s agree that an ethics about sexuality are in order.

Let’s cut the crap about animalistic sexuality.

Now.

The animalistic theory about human sexuality doesn’t hold anymore. It’s time to confer responsibility where it’s due: the modern individual.

Is it unreasonable to ask of us to be aware of our most basic instincts? I think not. If humanity is to move forward then we need to exact of it a responsibility long relegated to a protean beast.

We must face the beast in the eye and say you are no longer in control it is I which is.

Thus the astronomical feat.

 

 

 

 

Dies Cinerum

in partibus infidelium (”nelle terre dei non credenti”)

Dí­as como este solo logran remontarme al pasado, un pasado que me da alegrí­a y nutro las buenas vibras con ella el presente. Hoy es miércoles de ceniza. Recuerdo como salí­amos de la iglesia, nosotros, los desalmados, con la mancha negra caracterí­stica del ritual católico como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial y como signo de conversión. Todo era perdonado. Claro, eso no lo sabí­a, pero recuerdo con cruda nitidez que hasta los más acérrimos rencores de la gente contra nosotros se tornaba en una mirada de aceptación por solo llevar la ceniza plasmada en la frente.

Nosotros los desalmados del barrio, y sí­ que lo éramos, y hoy en dí­a, ni quién me viere el santo que presumo llevar a flor de piel, pesa. Dicen que mala yerba no muere pero quizá sí­. En fin, como extraño esas costumbres, y pues eso, que extraño llevar la ceniza en la frente.

tumulto

Las fantasí­as de mi dipsomaní­a son realmente insoportables. No porque no puedan ser realizables sino por la labor que implican y la frustración que acarrean. Bajo los espí­ritus etí­licos todo es romántico y un dulce sueño de alcanzar lo inimaginable. La cruda realidad, sin embargo, tuerce ese mundo oní­rico en un mundo surreal y no hay mundo surreal en este paraí­so terrenal que no sucumba ante la sobria crueldad de un dí­a ordinario. Henos así­ cuando pienso en ti. Uno se preguntarí­a y cuestionarí­a los mandatos del todopoderoso.

 

Mirabile dictu

Dí­as extraños.

1.- El otro dí­a me dí­ cuenta que en mis sueños querí­a corregirme de un error que me vi cometer. O sea, Me observaba en mis sueños. Un sueño lúcido. Tengo por costumbre agregarle miel a shampoo. En mi sueño, dentro de una conversación, le agregaba al shampoo otro producto que me pareció ser jabón lí­quido. Me percaté del error y quise corregirme pero mi sueño parecí­a no mio, y dentro del sueño lo que me recalcó fue que me percaté del error y la sensación de haberme visto observando mis propios sueños. Algo así­ como una especie de metalingíüí­stica pero de sueños. Como sabrán, dentro del campo de aprendizaje de idiomas, una de las destrezas a lograr es poder lograr corregirse a uno mismo o por lo menos percatarse de que uno a cometido un error lingíüí­stico. En inglés, esto es comúnmente conocido como metalinguistic awareness. Mis sueños son interesantes.

2.- Por estos dí­as todo cambia, y como dirí­a el recién finado, William Safire, el dí­a que dejes de cambiar, estarás muerto. Me percato de que si quiero escribir tendré que recurrir a lo que hay a mi alrededor. Recontar lo que existe y lo que veo por muy cotidiano y simple que esto último sea. Me ha llevado muchos llegar a este punto y como cada realización mí­a, siempre hay luto por no haberlo hecho antes. He aprendido también que tengo que aceptar lo que el dí­a me dé en vez de rechazar todo lo que se me dirige a mí­.  Ayer todo fue hermoso. Me doy cuenta de que si vivo cosas negativas estas tienen que tener su flujo pero no tienen porque influir en mi comportamiento ni dejar que su flujo influya en mi pensar sobre la humanidad.

flux

There isn’t anywhere to run/ Except to shun/ I convince myself that grateful ought I be/ So much good / be it all false? pops into my head/ playing games/ remaking emotions/ swirling left and right/ until asunder rendered is the I/ I see you/ I question my emotions/ what is it that makes me feel for you?/ I am not ready to meet you nor see you eye to eye/ then why do I insist in wanting to see you?/ Why  look with my sight for you?/ Voyeurism/ this warm sensation burning deep in me/ who will replace this great emotion?/ who will come along to rapture me like you have? / you are a mystery indeed/conflicting emotions; you and my solitude consume the very fibre of my ens/as if the universe is conspiring to mock me or to taunt me/ do you understand what I mean?\On the one hand my solitude and yearning for company and on the other your very being -wantingbutnotwantingyou-making itself present in my soul when I did not even ask for it/ for that matter I did not ask for solitude yet there it is: & the crux/learning to accept both as natural phenomena.

Por lo menos tengo la seguridad de haber aprendido algo aunque sea por un instante y eso es aceptar lo que lo que siento por tí­ como una sensación hermosa. Perdóname por no hacer nada al respecto, sé que es un crimen del cual no hay perdón. Y es que si comprendes veras que no lo hago porque mi vida está hecha trizas cual rompecabezas. Mucho tendrá mi autoestima por igual, qué cobardí­a, no luchar por esa sensación. Sé de antemano que no no te gusta que piensen en tu dirección y créeme cuando te digo que ni siquiera me aliento en pensar a que esto sea una oración. Pero te doy las gracias por existir y hacerme sentir la vida vibrar dentro de mi como tení­a tiempo que no lo hací­a. Sé que tengo posibilidad de enamorarme y quizá sea esa la lección a aprender. Aceptar lo que provocas en mi como una señal de vida y lo que está por venir.