that pesky bird hunting worms

Aquí­, dirí­a #GretaGarbo, no queda otra que wachar el pasto crecer. Igual no captó un dí­a de calor como hoy. Vuelan miles de cositas, aquí­, el viento lleva pasaje. Hoy no es excepción. Vuela polen, vuelan hojas secas o semillas de árbol amén del tiempo o un insecto en friega.

Las aves en friega buscando qué comer, los dientes de león buscando dónde aterrizar

El dí­a corre como si nada, las nubes siguen su curso, el viento mueve las ramas

Mis pensamientos vuelan al igual, aquí­, ayer, mañana llenos de esperanzas de cambios

pero hoy, apreciamos lo que hay, lo que es, ni más, ni menos

Hemos, habemus

y sin embargo me caga la madre que se jiñeen en mis ventanas

que necesidad hay de dejar jiña en mis ventanas

sacar la hoja de rasurar, para remover manchas del ayer

La necesidad de ti

que necesidad hay

de extrañarte

habrá que olvidarte algún dí­a

y sin embargo existes cada dí­a

que te recuerdo

tanto culiar nos causó un cauce

con destino sin importar

en dónde termine (sueño contigo)

quiza no nos baste el agua ya

porque tú y yo

las estrellas saben conducirnos

somos cariño

siento tu calor aún

¿sabes?

como si fuere ayer

y el puñal de mi traición

que atinaste a bien a ignorar

por el amor que me tení­as

jamás podré pagarte

en mil años o un millón

el favor

de aceptarme tal

y cual

t

It is almost 9 in the evening, I can see it is raining, I squint to confirm it

Or is it the wind I see directing the water drops falling?

time kinda does the same, one has to squint to see human action at its best

to forget leaves traces behind as well

it takes a season or a dead leaf to tell a story

being alive requires one to see all aspects of life

as I dust off the grime the hours and days and months accumulate

upon your sacred self one is but perplexed at morality

that judges one who yet still breathes

Ni cómo escarbar el pasado

así­ intente ahuyentar

La gravedad de mis propias acciones

Jag ber om ursí¤kt om jag

ví¥gar stí¥ hí¤r

eller lí¤gga blommor pí¥ din grav

Se siente como que pisoteo

 o trillo

algo que no debo

y a la misma vez

must honor thee

for I loved thee

for I loved thee

for I loved thee

and shall and I do now

 

 

Mañas

Las mañas del Mañana. Le amañan a uno. Mañosas son pues esas mañas. Pegajosas como las lagañas en la mañana, suciedad que dan ñanaras, telarañas que le envuelven a uno en una especie de malagana, mal hábito.

Ode

On my coffee table there are some books. Old by any standards. The fabric on them tell their story. Stains that appear as old. Who am I to tell otherwise. I know they are old since they have been in my possession a while, not a long while, but enough time has passed since they came to form to know that they are old volumes.

The clouds this evening seem like that. Been here, done that. The light, the green leaves in their splendor. The night insisting like a drunk sailor on something we discard like old clothes.

Earth. The cumulus adrift. It is Spring. No, it is summer. A wind casts its force, the branches swing about. The insects amock. The birds attent listen for the worm’s wiggle. The hours dictate a new clock. The seconds are about to strike and the minute hand makes its move.

Oyth said BugsBunny. I always dreamed of a place like that. Deep down in some underground. Or not. I see many insects on the grass blades. Flowers and such.

I fear. Only because I know no better.

pain

It is the black matter of humanity, pain. It is there but you can not see it. It is the energy that fuels the universe. Its conduit to induce life. I want to write with science as my backbone, the platform from which I derive my thought, but all I have are my own thoughts on the matter. I suppose giving birth induces pain. I only say it because the mother of my first born could not bear it and decided to take Demerol to ease the contractions as she spawned a new life in this world. I can not even fathom why babies cry once out of the womb. Is it because of the spanking? Am told that is not longer a practice amongst practitioners. However, new stimuli is enough. The baby cries because it is in a new environment. Pain for mother and child. I remember crying when my first child was born, the impact of birth was too much.

The ultimate change: death. It is pain as well. A whole bunch of us spend their lives hating life but the moment the biggest change in a lifetime happens, we tend to try and stick around a little bit more on this earth. People say that one spends more time dead than alive, so true indeed.

I suppose change is painful. No matter how inert life seems change happens always, hence the pain of everything around inertness. The lull, the silence, the intense loneliness, are arteries where pain cruises, in the autobahn of life. Those in the autobahn envy us in the drudge and those in the drudge envy those in the autobahn. Change comes to us and along its enforcer, pain. You can’t escape pain, in fact, we ought to rewrite the old adage that we can’t escape death nor taxes. It ought to be pain, death and taxes, a perfect trifecta.

Il mondo de ieri

Estoy convencido de que los fantasmas solo son recuerdos que nos espantan y nos pone la piel de gallina. Malditos recuerdos. Cringe dicen en inglés. Es una sensación de trágame tierra. Por acá en estas tierras nórdicas el angst es más común. El angst es ansiedad y cringe a la misma vez. Pero en Suecia llega al punto de ser una enfermedad grave, hay dí­as que vas caminando por la calle bien lalala y de repente de la nada te asaltan los demonios del pasado y se apoderan de toda la constitución de uno, es cosa de locura, como si de repente sintiere uno vergíüenza por ir hablando solo y voltear para ver si alguien de repente no te vio, el qué vana  decir nos e hace esperar.

Ojalá hubiese recuerdos fantasmas como Gasparí­n, el fantasma amigable. De esos que bien harí­an a uno reí­rse a carcajadas de la nada, sonrojarse de las buenas, bañarse de alegrí­a por algún detalle de la vida que nos hiciere sentirse bien por lo sucedido, emociones que no le importan naiden un bledo. Pero no, lo nuestro es un infierno terrenal. Lo digo porque soy ávido a ver la famosa aplicación China, ustedes saben cuál es. Y ahí­ salen todo tipo de confesión y hay hashtags para esto a diestra y siniestra.

Mis fantasmas son del mismo agujero de Dante, no hay de otra. Por más que me empeño a renegar de las religiones del viejo mundo y por más que exijo de mi mismo aceptar que soy un ente puro y nato de las Américas, no, esas gotas europeas que transitan libremente por mis venas, acosando aún mis antepasados, prosiguen con sus endemoniados planes de conquistar almas después de cientos de años ya. Hoy es un dí­a hermoso, de por cierto, no deberí­a de enfrascarme en estos menesteres pero heme aquí­, espulgando minuciosidades insignificantes.  Porque eso son, cosas minuciosas que requieren de concentración para poder explayarlas a justo detalle y sin embargo, detallitos que el ahora destruye como una quimera de la imaginación, un vil figment como dicen en inglés.

Mis fantasmas son madrugadores y les da por asaltar mi reposo, mi sueño, me despiertan con el menor ruidillo. Vivo solo así­ que Soledad, quien me acompaña a todas horas, por broma o juego diabólico acrecienta los crujidos del departamento en que vivo. Es culera la cabrona, disculpen si habla en mi lengua natal, y es que le da por irrumpir mi sueño con trivialidades que ocasionan que haga maldecir que use anteojos para poder ver bien. Mi cerebro le hace segunda, maldita materia gris, cada contorno que mis ojos miopes se atreven a interpretar no hace falta un sujeto con un cuchillo en mano, me hace sospechar de la cerradura, no sé si cerré bien, me levanto a  ver, desnudo, porque duermo desnudo y ái voy a guachar si cerré bien la puerta en pelotas. Algunas ocasiones prendo la lámpara del moví­l. Es una tarea ardua, consuetudinaria y asociada con los demonios del ayer. Me merodea puro criminal del hoy. Son horas laborales del infierno porque horas humanas no lo son y pocas son las horas que laboran porque al menor indicio del crepúsculo se van como las sombras que son, y así­, ni menos ni más, sus aflicciones dan paso a la serenidad que brinda un nuevo dí­a. 

Si Goya y Lucientes viviere hoy. Así­ uno, como la Quinta del Sordo, en mi triste morada abundan los demonios, del ayer, de hoy. Mis sueños no se la libran tampoco, ahí­ hacen de las suyas por igual, mi ex se aparece a cada instante, ni cómo profesar amor a los difuntos, y como un salvavidas, el cerebro que nunca ayuda mucho en estos casos, a veces me recuerda, ella ya feneció. Las sombras, los recuerdos, mi cerebro, vaya combinación, vaya realidad y aún así­, proseguimos, adelante, creando nuevas memorias de lo poco que se le puede exprimir a las horas que no cesan de pasar, minuto a minuto, segundo tras segundo. Como si fuesen granos de arena, conscientes y cómplices de los engendros del mal que sobrevuelan mi ente terrenal.

 

etimologí­a del hoy

Quién iba a pensar que el hoy es una batalla y una ardua guerra contra el pasado y el futuro. Para poder vivir hoy hay que ser muy fuerte y dejar que las corrientes del consciente no te arrastren como vil piedrita cualesquiera. Hay que saber sobrevivir en el hoy. No es cosa de guros ni seres espiritualistas sino una simple cuestión de balance, como un buen funambulista, tambalear sí­, caer no. Hoy cuesta concentración, mucha concentración y mirar cada segundo que pasa en él como si fuere una cosa estable. De hecho, no hay mejor refugio que el hoy. No hay que pensar mucho y el esfuerzo es solo para no hundirse en las arenas movedizas del pasado y las falsas promesas de las múltiples especulaciones tanto del ayer como del futuro. El hoy no exige nada más que saber estar en él, cosa que no es simple con los cerebros que uno se carga. No exige pasos para lograr algo ni lamenta lo que fue o fue por haber sido. Es fácil dejarse llevar por Netflix o las redes sociales por igual, ese hoy que te engrana y bueno, con tal de no dejarse sufrir por el transcurso del tiempo y sus alegatos que más bien roban al hoy de su holgura pues no pasa nada como dirí­an los gachupines de hoy en dí­a pero igual tampoco te hace disfrutar del hoy a las anchas que merece. Ese hoy sin sueños, o presiones para llevar acabo la labor de Sí­sifo cuyo esmero y labor para ser alguien, dejar memoria o imperio, ese hoy ajeno a todo aquello que no sea este momento, el presente siempre efí­mero como un cono de nieve en mis manos latinas, ese hoy que huele a tierra mojada al llover, sentir la melodí­a del tictoc o dejar que la niña de mis ojos disfruten el espectáculo del paso de las galaxias. Hoy. Mis debrayes sobre el hoy solo abarcan una simple realidad inequí­voca: soy mayor de edad y las horas que me quedan vale más vivirlas hoy: no que ayer o mañana, este momento, así­ de simple.

recuerdos

de repente, a veces y en un whim

busco fotos

las huellas del ayer

doy con fragmentos como dirí­a Lars Norén

vestigios

cuestionables.

En Flickr

Insistimos recordar

ahí­ fuimos, éramos

bien polaroid

pura cura

chilamente

colores pasteles

en hielos que queman

quemahielo

cuyo humo

nos habla

Me afoqué

para ver

y hemonos

hoy

aquí­

En Suecia, este invierno nuestro

cuando mi cara

solo pidió

ver

que tipo de paletas habí­a

y de paso

sentir el frescor

Sueño con la Baja

i’i^nor

 

quién

Mañana cuando ya no esté aquí­

y la acera vibre caliente

y exuda la calor del astro rey

los problemas que hoy habrá de solucionar

ya no importarán.

Ya que al caer la sombra

que dibuja

la figura de uno

y persigue sin fin

hasta hallar sombra que consuele

no tendrá a quién sacarle silueta

ya ni a quién darle refugio de las ondas cálidas