Me dan mucha risa nerviosa todos los críticos de AMLO, no han hecho nada más que criticar cada decisión de su gabinete y administración, y siendo mexicanos, el tono burlón y sarcástico y ácido no falta, es como la salsa de los criticismos. Si hemos de contraponer polos, digamos que los críticos de las políticas de AMLO abarcan todo el espectro de las políticas, desde derechas, que de hecho, solo deberían de ser de la derecha por naturaleza hasta de izquierda extrema como el EZLN. No hay día que AMLO no reciba críticas por lo que está haciendo. Desde twitter, facebook y los periódicos tradicionales de México y no se diga la televisión, todos están contra AMLO. No importa que haya obtenido una mayoría, los que apostamos por AMLO, no se nos respeta.
Me desesperan mis connacionales al verles tan agraviados. Y es que no tienen memoria histórica alguna del México contemporáneo. El simple hecho de que puedan criticar sin consecuencias debería darles pauta a mis paisanos. Hoy en día, no es así, solo queda erradicar el narco y su manía de matar reporteros por andar indagando actividades ilícitas o algún defensor de los DDHH o ambientalistas. Criticar a los políticos ya es parte y costumbre del proceso democrático de Los Estados Unidos Mexicanos. Antes no lo era así. El PRI tenía todo el monopolio de la libertad de expresión y si criticabas te llegaba como hoy le llegan los narcos o latifundistas a los ecologistas, o los matan o los aplacan. No estoy hablando de hace 100 años. Estoy hablando de menos de hace 35 años atrás. Igual eso nos da pauta de entender porqué los mexicanos no sabemos criticar aún, nos hace falta aprender a ser críticos aún y mucho por delante para poder exprasar una crítica sana y constructiva.
Mis compatriotas tampoco recuerdan ya la descomposición en que el PRIANATO dejó al país entero. Yo soy estadista, para ser más concretos creo en el Estado y su marco de derecho. Creo que en el estado debe de imperar la ley y nadie debe de estar arriba de ella. Nadie. Con el PRI y el PAN nunca sucedió eso, hubo algunos cambios con la mal llamada ««transición»» (emulación al estilo España para darle saborcito) pero prácticamente todo quedó intacto para lo que en aquel tiempo se le conocía como ««concertación»». El PRIAN debilitó a México y al Estado. Hay muchos ejemplos de ello pero baste decir que ni durante ««La Democracia Light»» ha habido tanto político mexicano muerto a manos de bandos opositores a la política ejercida en las urnas y ya asentadas en las diferentes oficinas de nuestro esquema gubernamental, tanto alcaldes como gobernadores han sufrido atentados a sus vidas. Y no basadas en conspiraciones de por cierto, sino brutalmente y enfrente de todo el pueblo. México quedó como un estado fallido con el PRIAN.
El ejercito, igual de débil. En un estado, la rama castrense debería de ser la más fuerte de todas las fuerzas armadas de México. Pero no, ahí tenían ustedes a un cuerpo castrense al mejor postor. Lo era así durante mucho tiempo con el PRIANATO. Espero que ya se hayan compuesto un poco y estén invirtiendo en sus organismos interiores, un fuerza militar fuerte, apta e inteligente con las armas más modernas a su disposición es necesaria a toda costa y el estado tiene que aportarle aún más de lo que el producto bruto le aporta, y es que hay que profesionalizarse, como digo, el estado debe de ser fuerte y poderoso. De hecho, militarmente deberíamos de acercarnos más a Washington, tener una relación especial con sus organismos castrenses de todo índole, ya basta de vivir y mamar de la protección de Washington, esa Pax Americana que no nos cuesta nada ya es hora de empezar entrelazarlos para nuestro beneficio, ojo, para bien del estado mexicano. Hoy por hoy el miedo a la invasión Yanqui está infundamentada totalmente, es nada más de ir a Baja California o Baja California Sur para ver cómo es que ya nos invadieron y con el beneplácito de las autoridades del prianato que hacían caso omiso de la Constitución Mexicana de los Estados Unidos Mexicanos.
Lo único que más o menos hizo bien el priísmo antes de soltar la gallina de huevos de oro fue cerrar el changarrito con Carlos Salinas de Gortari, hoy en día forma parte de una de las pocas familias billonarias (en dólares) de México con un patrimonio neto de 11 billones de dólares según Forbes 2019. En México hoy en día solo quedan 17 billonarios a comparación de hace 2 años que había casi el doble de ello. Pero me salgo del tema, al cerrar el changarro, el Salinismo preparó el país para repartirse el pastel, porque ya todos querían mamar del terreno y la centralización no quería pero la lucha del pueblo es justa y verdadera así que había que crear un marco legal de transición de bienes y suficientes años como sostener los últimos días del PRIANISMO. Se hicieron muchos cambios a la Constitución Mexicana y se repartieron bienes que hoy en día el más beneficiado se llama, sí ya lo saben, Carlos Slim. Y otros dos tres, hicieron lo mismo que Yeltsin, aquel político ruso que regaló los bienes del estado a los famosos oligarcas rusos pero que en México, por supuesto, fue entre compadres. El famoso compadrísmo que tanto chinga al país aún. Claro, como ya todo estaba nacionalizado era hora de repartir lo acumulado por el estado corrupto y cruel del prianismo. Bienvenida la kleptocracia en donde nos hicieron creer que el Business Model de Chicago School salvaría a México pero como todo, solo fue una triquiñuela más del dinosaurio. En las calles era nada más de escuchar a la gente hablar de la ««concertación»» y la famosa ««transición»» de la que nadie habla ya. El PRI robaba y dejaba robar; el PAN roba y no deja robar se escuchaba por las calles de mi pueblo para años después escuchar que las uñas del gobierno ante el escrutinio se inventaban lapices de mil pesos que costaban 5 pesos para ««mamar del erario»». Aún así, los bolsillos de los mexicanos creció, de repente era de risas escuchar que había ««seismilpeseteros»» en son de burla, la gente se preocupa por su salario. Por ende no es de menos leer la preocupación de la gente al saber que subirán el salario mínimo en California a 15 dólares la hora, ¿que le pasará al salario mexicano se preguntan los que saben.
Es por eso que la crítica a AMLO hoy en día carece de mucho sustento. Muchos andan por ahí espantados con el socialismo sin saber que el PRI, por ejemplo, fue socialista por mucho tiempo, esa era la máscara, o como se dice en México, para taparle el ojo al macho y lo fue hasta que la Internacional Socialista lo sacó porque no lo era, lo era en papel y ya. Â Mucha de la crítica a AMLO de seguro tiene buenos fundamentos, aquí no se trata de defender a AMLO, sino comprender la critica. Yo soy de izquierdas y he votado por AMLO, yo sí creo en la 4T y lo digo porque comprendo más o menos lo que le está pasando a mi país. Y es que se toma tiempo para reconstruir el país, un estado, reorganizar una burocracia corrupta y mal adaptada a los nuevos tiempos. Los amantes del PRIAN que andan por miles lamentándose por las redes sociales (trolls for the most part) tuvieron más de 80 años exigiendo un cambio y ahora que está aquí están confundidos. Muchos de mis coterráneos tampoco saben el daño que le hacen a la confianza a la economía mexicana al hablar pestes de AMLO y las decisiones que su gabinete toma, generan incertidumbre y los afectados somos los mexicanos. Fallan en comprender el nuevo poder económico de México. Fallan en comprender la nueva economía que respira y late gracias al salinismo y sus compinches. Se dañan a ellos mismos, su propia economía individual. Somos mexicanos, nos gusta la catástrofe.
La llegada de AMLO al poder es por algo. No llegó a la Los Pinos simplemente por el voto de la gente, no seamos ingenuos. AMLO llegó a la silla presidencial por múltiples factores. Washington, las ««30 familias clásicas de México»» y el poder democrático de la gente, esperemos. ¿pero porqué AMLO? Mi teoría es que las familias que perdieron con Peña Nieto están cobrando factura. Las familias creen que sacaran a AMLO cuando gusten, es de ponerle hora y lugar (por eso el referendúm a los 3 años del mandato de AMLO) pero para sazonar el caldo le suben al fuego con tanta crítica y troll a diestra y siniestra, un grave error según yo. A las familias les gustó su estatus de nouveau riche y México debería de tener aún más billonarios pero la kleptocracia lo impedía. La respuesta es así de simple. AMLO es un político, hay que recordar eso. El Estado necesita de regularización, nuevas arterias para el flujo de bienes y ante nada, adaptarse la nueva legislación en materia de economía estadounidense. Hay que saber ganar dinero a las nuevas. AMLO prometió una reorganización del aparato mexicano y es eso lo que está haciendo, para tí y para mí y las 30 familias, jajaja.
Transformar un país y sacarlo de sus malas costumbres no es sencillo pero sí fácil si todos nos damos una simple oportunidad de dejar de ser negativos y pesimistas. Podemos ser Singapore si queremos.