non sequitir

Cuando la vi

El espejo reflejaba un arcoiris

En el charco

En el asfalto de la calle

Puse mi chaleco

Y su voz por mis oidos retumbo.

robar con hacha en mano

Jejeje.

La hacha.

Sí­, eso que los Vikingos usaban.

Jejeje.

Hoy roban las tiendas ansina aquí­ en Suecia, los gíüeyes, con hachas.

En sueco hacha dicese yxa (yix-sa).

Los periódicos ansina lo reportan.

Jeje. Reporteros, periódistas, jeje, majes, si supieran distinguir lo uno de lo otro el cheke serí­a más grueso, tan gordo como yo.

:——-:——-:

Hoy vi a mí­ suegro limpiar su casa, iban directo a la basura un montón de cosas.

Cosas como cazuelas, tenedores y demás utensillos de la cocina, jejeje.

Limpiaba su casa, de cosas de antaño, de cosas que hace cincuenta años no usaban, jejeje.

Pero niun pinche santo, niun cabrón sacramento vi, sí­, jejeje, niun puto caso de religión vi entre los escombros de la cocina que fueron a dar al dompe, pensé, pinche suecos Protestantes, niun pinche rosario se les vio arrojar entre lo viejo y ya pasado de moda, como diciendo, jajaja, me la pela el Papa bueyes.

Y entonces vi , la naturaleza del campo (las bayas si apenas floreaban y los pinos brotaban nuevas hojas, ricas en vitaminas C), vi la mitologí­a sueca pasar por mis ojos mexicanos (Tijuanenses maje), vi neblina, la noche volverse dí­a, (el sol de la medianoche se apróxima), vi la blancura de lo que Dios dice es el reinado suyo y volví­ a verlo de nuevo, como un puto Tomás, escéptico, quizé tocar la herida esa de la luz y recibí­ mil y un shocks de realidad y retorne a mí­ mundo, el mundo valemadres sin ti darling, ese mundo que vivimos tu y yo y que jamás será de nuevo, al menos, a lo menos darling, que retornemos al paraiso ese que te conté cuando mi lengua te recorria del lóbulo hasta la hélice de tu oido derecho hasta sacarte un !aay!, sí­, sólo así­, ¿te animas?

¿Si sumas zero y un nihilista por qué dan dos?

A mí­ no me hables de lo que no se oye, ni tampoco de cuando quede yo en medio de un desierto, que como una flor, que ansí­a el agua bajo un sol abrasador, busca el agua que no está, fue, como dicen los gabachos, un mirage, un oasis, lo que se presentó. Pero en mi mente, sí­ que existió, so vales la pena, aunque el tiempo en que sucedió, para ti, quizá, tu mirada también me hablo de ti, fingí­a otras cosas misteriosas.

La raza en Tijuas anda bien sobres

Sobres huey, á’i la wachamos (sustantivo, despedida)

Al rato ese. – sobres.(sustantivo, despedida)

Sobres guey, llegale. (Sinónimo de ánimo)

Ando bien sobres esa jaina.(preposición ¿?, cortejeo, afanoso deseo, que significa, en más de los casos, que uno quiere a toda costa a esa mujer/hombre, sinónimo de ”andar tras los huesos de alguien”, nótese que este uso de la palabra casi siempre lleva el adjetivo bien como antecedente)

Ese huey anda bien sobres. (verbo, persiguiendo/buscando afanosamente algo, ”algo” es elí­ptico en esta frase, argot Tijuanense)

Sobres pues, á’i que quede. (sustantivo, ok, trato cerrado, argot Tijuanense, inclusive se utiliza también como interjección o expresión de convencimiento o resignación pero de manera que indica frustración o enfado ¡sobres pues, ábrete!:. nótese que la conjunción ”pues” ejerce la función de predicado en este caso casi siempre en esta frase)

Lo curioso es que esta palabra que parece proceder del sustantivo masculino ”sobre” no lo es para nada ya que tiene la ”s” al final, ¿palabra

sui generis en habla Tijanense?

De procedencia incierta, quizá del sustantivo sobre, como por ejemplo, ¡sobre ellos! En el sentido de ”encima de”.

La frase ”sobre pues” en google.

La frase ”bien sobres” en google.

Un poco de reality

Pinche blogger la esta jiñando gacho, si pongo www.aztlan2 me sale con que no he actualizado el rollo, y si pongo http://aztlan2. me sale con que sí­ he actualizado, así­ que ya saben.

Bueno, antes me habí­a percatado de como los blogeros de cierto periódico fronterizo nuestro y las buenas letras que salen de él resultaron afectados cuando se dieron color que estaban en la red y resultaron y repercutieron malas vibras por ello, ahora veo con tristeza que Bubu ha caido en las redes de la vileza, la envidia y las malas vibras amen de la mala leche de otras gentes que no tienen otra vida mas que joder con otros. No alcanze ni a linkearla y se nos va ya, shet y doble shet, esperemos y se reencuentre por ahí­ después y nos indique el buen camino a seguir como lo vino haciendo hasta ahora.

He puesto fotos de mis aventuras con bloguilandia, chekeenlas, esta parkeado aquí­.

Hablando de beisbol voy contra marea y a ver si no vuelan los madrazos pues he leido a Eterno Retorno y la Anécdota del dí­a en el blog de Angel y sus posturas ante este noble y emocionante deporte que más caracteriza Tijuana que otro deporte como el foráneo y sureño futbol. No es que no haí­ga tradición de futbol en Tijuana, si la hay pero el beisbol es el que rifa más y el que más nos ha dado en terminos lingíüí­sticos a nuestro unico y especial vocabulario Tijuanense. Antes de que la nación dejara de jactarse de nosotros los amantes del beisbol, México nos miraba con ojos reservados para extranjeros. Americanizados lo alcanze a escuchar más de una vez. Ahora ya es más popular pero hace 15 años si apenas sabí­a la raza lo que era un jonron, diga, más al sur y uno que otro novotijuanense se quedaban de wachas nomás.

Mi familia siempre ha sido más afán al beisbol que al futbol así­ que yo memorias galore tengo de juegos importantes en la historia de ese deporte amen de pasar horas y horas wachando hombres cruzarse de tercera a home y de niño ese era el juego principal en la primaria.

El beisbol es lo que nos conecta con San Diego, y sí­, semos pocos y sólos en este mundo los amantes de Babe Ruth, Los San Francisco Giants, Pete Rose, Los Dodgers etc. Quí­zá no le vean mucho chiste agarrar un bat y pegarle a una pelota o evitar un out, chale, barrerse para llegar a primera, aquellos que prefieren sus balones de pie pero darle a una pelota de beisbol y causar un homerun es toda una sensación, de hecho los mios se me quedaron en la memoria y recuerdo el jubileo de mis amigos cuando habí­a casa llena y logré meter cuatro carreras, el estruendo del hecho es excitante y eso mis amigos, es mejor que wachar un chingo de bueyes correr por toda una cancha para ver quién mete un pinche gol de chiripada. Además, comerse unos winis con su chela es parte del juego también, y no es cierto que los espectadores estemos pasivos, somos también abullantes, participamos y se ve, dos que tres broncas también me las he quemado, y por cierto cuando chingados han visto que un pinche balón de futbol vaya a dar a las gradas y que la raza se quedé con él? Never my friend, pero en beisbol? Eh? Hasta te la firman homes.

Nadie Me Verá Llorar: Cristina Rivera Garza

El otro dí­a terminé de leer un libro de Cristina Rivera Garza a la cual insisto en querer llamar Vergara por alguna razón disléxica, en fin. El ruquito que atendí­a la librerí­a donde compre su ejemplar, en un pasaje underground entre la parada del Metro Zócalo y Pino Suárez en el DF, me dijo que Nadie Me Verá Llorar (1999), colección andanzas de la editorial Tusquets Editors, era con el que se le conocí­a más, bene dije, pasémelo pues.

No es un ¡Oralé ese, que pinche libro más cool! ¡Qué revelación! pero sí­ entretuvo, sí­ dio placer leerlo en la medida que me hizo pasar el tiempo aparte de que fue muy apropiado puesto que cuando empecé a leerlo me encontraba en el DF y a menos de 7 km de dónde se transcurre la novela, cool pensé en aquel lejano dí­a ya. Carlos Fuentes le dedica unas cuantas palabras alabadoras lo cual me hizo preguntar sí­ lo leyó u no en verdad.

Por lo general es una lectura que despierta penumbra en uno. O sea, no hay mucha felicidad y no es un libro que saque mucha risa (nula dirí­a yo), es una lectura seria y netamente nostálgica y pesimista que llama a la soledad. Las emociones que logra despertar se asocian más con empatí­a, pues se encuentra el clásico dúo, azotador y victima. Victimados, victimas y self-destructive fools. Transcurre en un tiempo ya trillado por las buenas plumas de la conciencia nacional de México, la Revolución, sí­, desde Laura Esquivel y su Como Agua para Chocolate de 1989, la famosa guerra civil de México ha servido de escena para muchas novelas, en particular hemos visto mucho el punto de vista de muchas mujeres que tienden a romantizar este capí­tulo salvaje de nuestra nación pero creo que la documentación más original de ese evento sigue siendo Los de Abajo de Mariano Azuela, en fin, no sé cómo fue a dar esa escena ahí­ y fue quizá el único lugar donde le hice mueca de desaprobación a la novela pero por lo demás tiene personajes interesantes para la comunidad de salud mental de México.

Ajá, o sea que es una novela casi académica para sólo académicos. Y es que la técnica traiciona a Cristina, digo así­ porque como novela choca con tanta investigación. Las novelas, recordemos, son herramientas de entretenimiento, no sitios para alojar enciclopedias de lo que uno ha investigado y es ahí­ donde se ve que es una lectura que informa en vez de relatar, mucho hecho de esto y lo otro, sí­, he dicho que el buen escritor requiere de investigación pero Cristina es una abusadora incontrolable de este mecanismo para su novela. Inclusive nos da unas Notas Finales donde nos explica que la novela requirió de éste o aquel archivo para esto y lo otro, o sea, la ficción aquí­ casi pide disculpas por ser ficción, wrong! La novela pues es más bien un recuento de la vida de una persona en un manicomio y pues mientras que sirve para narrar, deja mucho que desear como novela. Pero hay que decir que los personajes están bien elaborados y que sus vidas sí­ impactan al lector.

El ejemplar que yo tengo en mis manos contiene en la portada un cuadro de la ya-dejenla-en-paz Frida Kahlo, El suicidio de Dorothy Hale el cual nada tiene que ver con la novela aparte de querer codearse con la mirada que Frida le pinto a Dorothy en esa famosa pintura.

Mucho se oye de Cristina en los cí­rculos de Tijuana y de hecho dos que tres blogs la atacan por su postura feminista y esta novela comprueba lo que ella piensa de los hombres, pues en general los hombres de Cristina son débiles, drogadictos o abusadores malosos con un potencial de querer hacer bien sólo para caer en las garras de las mujeres que saben manipular mejor las emociones que los hombres.

Vale la pena leerla porque es nuestra contemporánea y casi casi de Tijuana, dice mi libro que nació en la frontera noreste de México y que reside en San Diego/Tijuana, y sí­, sólo por eso vale la pena leerla, así­ que léela ya ese!


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Los que ya no estan

El restaurante esta lleno de gente, se oyen constantes ruidos de vasos brindando, hay una fiesta al fondo y mucha gente fuma, Estela y T se paran en la barra un rato y después pasan a sentarse, se acomodan los dos y T escucha a Estela hablar.

– ¿Sabes? Ando un poco triste hoy.

– ¿Y eso gorgeous?

– Unos niños derrumbaron accidentalmente un cerezo que tení­amos atrás en el patio, estaba viejo ya.

– Oh, sí­, ese que te dije que me recordaba a un Bonzai gigante, vaya, qué lástima ¿no?

– Sí­, casi lloraba pero me gano más la tristeza, no sabes cuanta alegrí­a me daba ese árbol, lo adoraba y me brindaba mucha felicidad durante el invierno y las pocas cerezas que aún daba eran exquisitas amen de el esplendor de sus flores anunciando la primavera. Lo extraño, siento mucho su dolor, ¿sabí­as que los árboles chillan no?, sabes, a veces cuando volteo a verlo me percato que aún esta ahí­, su espí­ritu, lo miro y me falta su presencia. Es como esos casos de amputados, que te juran que sienten aún sus partes perdidas, así­ lo siento yo T.

– Una vez tení­amos un abedul por la casa, alto, altisimo, me daba lata durante el otoño pues habí­a que recojer las hojas y por lo general lo alcanze a odiar más de una vez. Lo curioso es que me daba tanto ese árbol, sabes, cuando soplaba lo suficientemente fuerte el ramaje del árbol sonaba como si fueran olas de mar, sonaban a olas estrellandose en las rocas y me transportaba a Tijuana, me daba la sensación de estar ahí­ y siempre me poní­a de una manera, por carecer de mejores palabras, en un estado de inspiración profunda por la vida. Pero creció tanto que se tornó una amenaza para el vecino, lo tuvimos que derrumbar y aún siento ese árbol, lo veo y veo que me falta, y sé que aún esta ahí­ aunque le de más luz a mí­ vecino, lo extraño, so te comprendo cielo.

– Sí­, son únicos esos entes.

[ambos callan y dejan que los ruidos del restaurante inunde sus mentes y se alejan, ambos, parten a los rincones más recónditos de sus mentes que ni este escritor alcanza a ver lo que piensan]

The Remains of the Day

…Hmm, Manual para Potenciales Escritores por R_ K. M

Prefacio: Erúdito de ciencias ocultas y transportista de leyendas nuevas de las Américas. Promulgado como el historiador con más conocimiento de los mitos prehispánicos y alabado tanto por la izquierda y la derecha en corrientes crí­ticas de novelas modernas. El renombrado y famoso en todo el mundo, Carl Fountains dice: Esto es de gran aportación al mundo, queda uno atónito de tanta verdad tergersivada hecha recta por la pluma, en este caso ya, tecleada, por la mente de este genio de la república de las palabras.

[toc, toc, pam!] Estela, ¿qué deseará?

El cuarto de T, su lugar más intimo del departamento en Vistas Alternas era un lugar lleno de libros, regados por dondequiera y sin orden alguno, aunque en ese caos, él sólo sabí­a el orden de las cosas, su escritorio, modelo GGH-Nórdic Style comprado en IKEA hace más de tres años atrás presentaba ya marcas de café aquí­ y allá, su telescopio, tení­a mucho que no le quitaba la tapa al lente y las paredes eran blancas con un sólo cuadro en la pared a su espalda, para verla al salir, era una mujer desnuda de Maplethorpe con un fondo negro y resaltaba su blancura, la lampara que tení­a en el techo era redonda, 50’s style y blanca. El piso era de una madera lisa y recien encerada, le gustaba así­, la sirvienta lo limpiaba, pero preferí­a mejor hacerlo él mismo por eso de su maní­a de limpiar todo a su manera. Brilla el sol y la luz del dí­a entra por la ventana abierta con cortinas de cuadros azules, ve un avión despegar de Arlanda, se le queda viendo un rato antes de abrir la puerta. Baja el libro y se dispone a dejar entrar a Estela.

– ¿Qué tal?

[besos y besos, sonrisas y aló’s]

– Te trajé un regalo, mira.

– Wow, The Remains of the Day, by Kazuo Ishiguro, first edition, 1993.

– Este libro es de un amor frustrado, de un par que saben que sienten algo por si mismo y nunca hacen nada, ¿a qué se debe esto?

– ¿Ya lo leiste?

– [Piensa para si sólo: Sí­, pero no te lo diré] No, pero he visto la pelicula con Anthony Hopkins, linda, hermosa, y grande, una de las clásicas más modernas en la historia de Inglaterra.

– Es un japonés crecido en Inglaterra.

– Lo sé.

– [Lucrecia camina hacia el estudio de T, se detiene en frente del libro que T leí­a antes de que ella llegara] Veo que insistes en aprender a escribir, ¿qué tal te va?

– ¿Has escuchado de bloqueo mental?

– Sí­.

– Pues eso no me aplica aún pero trato de entender.

– Mamon.

– ¿Quieres algo de tomar?

– It’s nearly tea time darling.

– Saca mejor agua, es más saludable.

– Qué haces cariño, a qué se debe tu linda presencia, ¿hace cuánto que no nos vemos?

– Estoy aburrida, uttrí¥kad como dicen estos suecos. Desde Madrid, tres semanas.

– Bueno, deja me pongo mis garras y nos largamos a Gí¶tgatan para ver que hay, que te parece?

– Allora, andiamo!.

Cobardí­a mediaclasera

-No, en serio, estuve ahí­, me gustaba, aunque la vergíüenza de que supieran que estuve ahí­ me gano, no me atreví­ a decirselo a nadie, es mi pudor medioclasero, mi defensa ante lo antaño.

-¿Lo antaño?

-Sí­, aún guardo ciertos preceptos de posturas que mis conciudadanos tienen sobre clases, por ejemplo, siempre me quedó la cicatriz de que yo fuere más pobre que otros, y eso lo demostré durante mi estancia ahí­, aunque debo de confesar que fueron unos dí­as de gloria total no tener obligaciones para nada.

-¿Tu? ¿Obligaciones? Ni siquiera has visto esa letra en practica cielito.

-Deja te cuento pues, me encantaba subirme a la burra, azul y blanco, se iba rumbo a playas, en una parte que muchos consideran como marginada, pero de eso no hay nada, pide otra cerveza, ¿te echas otra?

-Sí­, este bar esta bien, y la música esta de mi placer, pero llegaremos rendidos a Estocolmo, ¿no te parece?

-¿A qué hora parte el avión?

-Sale a las 3 de la tarde.

-Tiempo suficiente, sí­ apenas son las 4:30am Estela Lucrecia

-No me gusta que me llamen por ese nombre huey.

-Sorry, en fin, te decí­a, pasaba la burra por todo el asfalto de la ciudad y ahí­ donde vive José se encuentra despavimentado, no quieren ponerlo hasta que pongan el drenaje, so pasaba la burra, Dios, gracias a Dios por las burras, porque sólo ellas, y se daba unas ladeaditas que parecia que se iba a volcar la cabrona, yo iba brinque y brinque en los pinches asientos llenos de polvo a risa y risa de nervios por dentro, así­ de desnivelada esta la pinche tierra. Digo, a comparación de los niños y niñas que iban carcajeandose todo ese tramito, era la pura alegrí­a te digo. Claro de primero sentí­a así­ medio raro, pero es mi amigo de infancia, increible los vuelcos que dan la vida ¿no? A diferentes polos fuimos a dar, y eso que yo no me considero clase media ¿eh? Se llama Pedregal de Santa Julia, creo, pero la burra decí­a Nopalera, se agarran ahí­ por donde esta la Dorian’s. En fin, pero que desmadre ambiental hay ¿eh? Hay veces que me levantaba y mejor prendí­a un cigarro, decí­a, gente ignorante, mejor me chingo agusto mis pulmones que con las pendejadas estas que hace la gente de quenmar llantas u quién sabe que fregados. Me entraba la paranoia con la polvadera también, me imaginaba un montón de microbios y quién sabe qué más. Pero después me fije en la vida, la gente haciendo su vida pues, ahí­, entre viviendas hechas de madera y retazos de otros hogares, de seguro de Los ¿no? Otras bien construidas y de cemento, pequeños palacios en medio de esa pobreza, digo pobreza pero es falso, es esperanza, digo, porque la gente avanza, ves carros con placas californianas y todos trabajan, y el futuro es mañana para ellos, esperan con paciencia que las cosas se arreglen y confian en la ciudad, claro, muchos no son de Tijuana. La casa de José esta hecha de madera, en partes de bloques de cemento así­ que en las noches hací­a frí­o, piso a veces de tierra, pero no hay pex, me la pase bien de aquellas con ese huey, bien grifos y bien pedos todo el dí­a. Pinche huevon, pero así­ es, no hace nada por la patria, me molesta, me gustarí­a que fuera más ambicioso.

-¿Y por qué te molestaba que la gente supiere donde te estabas alojando?

-Me daba vergíüenza, la verdad, miedo a qué fueran a pensar de mi, es un proceso que no logro superar a veces, no sé por qué, creo que necesito reflexionarlo un poco más, superarlo de alguna manera, lo asocio conmigo, se me cierra el mundo, eso es lo que pasa, sentí­ vergíüenza por él, eso es lo que más me cala, jijole, las cosas de la vida ¿no?

-Puto, así­ te has de avergonzar de mi ¿no?

-Callate guey, no seas mamona.

Siendo

T se para, y abre la ventana, son las 5:12am, se asoma a ver la calle, poco tráfico, una ligera neblina se devisa a unos kilometros de ahí­.

Curioso, a estas horas estuviere viendo las nubes gruesas y blancas, llenas de anaranjado, rojo, azul, gris, gris-negro en Suecia. Me encantan esas majestuosas albas, aunque al alba no alcanze a verla, sí­, como que despertarse a las 2:30 de la mañana para ver el sol salir de nuevo es mucho, muy rara vez me mantengo despierto hasta esas horas, pero a las 4, 5 de la mañana sí­, entonces ya esta el sol dando todo lo que da con esa atmósfera matutina, aire fresco, sabes que huele a naturaleza, amanecer, a tranquilidad y lo unico reconocible es la hermosa soledad que impera en el pueblo, hmmm, es lo lindo del sol de medianoche, pero ¿por qué la gente no celebrará tanto el solsticio del invierno? Heme aquí­, curioso, Madrid siempre me trae recuerdos de ella, tanto tiempo ha pasado ya, ciertas calles no las piso, en fin. ¿Habrá whisky en esta madre? ¿Qué no valen caras? ¿Qué dijo Estela ayer, qué si soy de Monterrey? Siempre me recuerda a esos preceptos morales, de que si esta bien tomar en la mañana, y casi siempre me sienta bien tomarme un whisky antes que todo, aunque debo de confesar que me mata la conciencia en cuanto me encuentro a personas en la calle y me paniquea que me huelan el aliento, sí­, es un poco penoso, no deja pues la sociedad de afectarme con sus ideas provocativas. Ahhhhh., que rico, ¿de que año será? ¿Trairí­a el CD? …Sí­, Beautiful Tomorrow, cada dí­a se hace más viejo este CD, esta música de Blue Six me late, me recuerda a la portada de ese vynil que compre hace más de una decada de Depeche Mode, My Own personal Jesus, un hombre contra la pared y una mujer completamente desnuda, sosteniendolo por los hombros al vato, se me hizo tan sensual, lo tuve que comprar, ¿dónde quedarí­a? Blue Six, silky music, yeap, así­ me gusta, so what, ¿pero quién te dice algo T? Habrá que despertar a Lucrecia, se me antojaron unas tapas ya, venga, como dicen estos gachupines. Habrá que ir a las Ventas, no quiero irme sin verla, además hay que pegarle una visita ya a las litografí­as de Goya, ahora que esta de moda vale la pena darse la vuelta, después de todo, tengo como un año sin verlas. ¿Por qué me enamoraré tan fácil, por qué se me meten las mujeres tanto en mi, por qué quiero amarlas tanto? Me acuerdo, ese dí­a, de casualidad, ¿serí­a? ella me vio ahí­, casi corrió, sin necesidad puesto que habí­a más que tiempo que nada para subirse al vagon, sin aire, me dijó ¿qué tal? yo, por supuesto, desde que la vi, supe que serí­a mia, así­ funciona la magia del amor conmigo, no es ego, me conozco, siento el impacto demasiado fuerte, sé lo que es, y me gusta. ¿Tendré el valor de pisar la parada del Metro Ventas otra vez?