Yonder Lies It

Category: Minifix

  • Lucia: Prólogo

    Leer: Lucia Prefacio De hace mucho tiempo que se antojaba una situación así­. Acompañada de los ruidos de la ciudad y el silencio que entró a su vida hace meses se dispusó a leer. El calor del fuego le calentaba los pies y la luz del cuarto se intensificaba al paso que la noche teñí­a…

  • the fall of a rising star

    Al mejor novelista del pueblo de Zaragoza lo agarró por descuidado la novedad del blog. Apenas si se habí­a hecho un nombre para sí­ mismo. El entusiasmo apenas se le empezaba a subir por el ego cuando luego luego le empezaron a dar la espalda y le rechazaban sus escritos uno tras otro. Esto lo…

  • Lucia: prefacio

    El foco de 100 watts se reflejaba en la ventana como la reina mayor entre miles de gotas de agua que le hací­an competencia para llamarle la atención a Lucia. Eran restos de un nimbo que lucieron majestuosamente por la tarde semisoleada con la blancura digna de ser un cojí­n de seda para el descanso…

  • En el velorio de Carlos

    Carlos tronó la lengua y los labios al decirlo, ah, sí­ esa madre era de a devis gíüey. Se pasó de vergas, era una simple tranza, un cambalache cualqiera. El Socio le soltó un madrazo en la pura face que hasta agarró diente. La sangre manchó la piel morena de su puño, marcando las lí­neas…

  • Antonio se va

    Antonio parecí­a del otro mundo, palido, huesudo y de triste figura al quién su ropa le colgaba más que vestirlo. Usaba siempre unos zapatos negros llamados Canadá que la zapaterí­a 3 Hermanos empezaron a vender allá por los 70’s y que están muy de moda aún. Su paso era largo, casi de ganso, como los…

  • Elder Mark

    Los miras caminando por las calles. Hay veces que se detienen y causan curiosidad por la plaquita que les cuelga en el bolsillo derecho de su camisa blanca. Es como un uniforme, con corbata negra, camisa blanca, pantalones negros y una mochila. Siempre estan bien cuidados, su aspecto fí­sico es impecable y siempre andan de…

  • el más felón del terre

    La neta el sayo era el más felón del terre cabrón. Y yo el más culón, bueno, al principio por lo menos. Una vez le piché un refí­n al gíüey, n’ombre, con eso compa, me lo gané al guey. Y lo digo porque una vez me iba a trenzar con un puto de la Zona…

  • Los amantes

    Marcó los números en el teléfono. Se oyó el ruido de la llamada. 3, 4 y nadie contestaba. Por fin. Se escuchó una voz femenina, ¿Aló? Era una voz curiosa, aparentemente no sabí­a quién llamaba y su intuición femenina no la alarmó. ¿Aló? Se escuchó de nuevo seguido por un ¿quién es? Marcó de nuevo.…

  • In memoriam: Bartleby

    Me lo aseguraba con la sencillez de una mentira fácil de hacer a un lado, no le harí­a daño a nadie (a little white lie) y su presencia me lo alegaba con la misma pasión que el color cereza de su exterior. Ahora no estoy tan seguro de ello, pero sí­. Los teclados son de…

  • de sayo a sayo

    – Y sí­, ya cuando la luna dio en su pleno esplendor, la morra capeó. Tssss, nos dimos un agasajadón de la chingada cabrón. Me cae de a madres sí­ no ese; de lenguita y todo compa, no me la acabada ese. Le agarraba las pompis acá bien chilo, las tiene bien curadillas ¿ya se…

  • ese sayo se pirateó

    De hecho esa tarde estaba tirando barra como cualquier otro dí­a. Y la lumbre salió de la ventana. No sé cuándo me entró la reacción, si fue el grito agudo de la jaina de enfrente gritando “¡fuego! ¡fuego!” o cuando waché las flamas rojiazules y el humo negro elevándose al cielo sin sol, quizá fue…

  • contemplación

    El otro dí­a vi una cosa. En mi cabeza, en esa masa que se hace llamar cerebro. Mi own private multimedia cinema, in my head. Estaba sentado, wachando los alrededores de mi entorno. Una casa, otra, de varios colores, azul celeste, blancas, amarillas, de madera, de dos pisos por lo regular, después una mujer sacudiendo…