El tren a N

El tren a N no fue de los usuales, por alguna razón los trenes están más limpios por estos dí­as más de lo usual. Aún así­ me cautivó un pequeño detalle. Debajo del asiento enfrente de mi colgaba un pelo con un una borra que columpiaba al son del transito del tren sobre los rieles helados de estas temporadas. Una borra es lo que se conoce como un dustbunny en inglés y en noruego husstí¸v y en mi barrio basurita. Acá de estos lares la basurita tiende a ser un tanto más fina, no como la nuestra de América que tiende a ser más polvo y granosa, no, acá el polvo se colectivisa y se agremia como una bolita de algodón y en espera de la pizca. Tiende a ser gris y fea y más de los usual se usa una aspiradora para deshacerse de ella. A diferencia de ello, la que colgaba de un pelo y se moví­a al son del tren al paso del tramo rumbo a N era negra y tení­a claramente puntillas que la hací­an aún más grotesca. Todo esto sale a razón porque la comparé con mi vida.

El pelo y la basurilla colgante existe por alguna razón y no existe hasta que alguien le presta atención. Yo le planté mis ojos. Al momento de plantearle mis ojos mis sentimientos cayeron en esa creación de la vida urbana que se mecí­a en esta travesí­a. Al igual uno pensarí­a que fácil es de deshacerse de una creación de esas que nadie más le pondrí­a atención más que alguien que no tiene nada que hacer amén de estar bajo los efectos etí­licos de un vino rojo. Creo que me vi en ese momento un tanto influenciado por la lectura que hago de un libro sobre la vida de Limonov. Creo que mis pensamientos recayeron en mi aquella pobreza en la que me vi crecer y en ese resentimiento que le tengo aún a mi paí­s por no brindarme las oportunidades de poder lograrme lo que hoy soy en mi propio paí­s.

tiempos gregorianos

Acá en Suecia no hay mucho que celebrar entre Octubre y Diciembre. Así­ que ya hay, por lo regular, gente adelantándose a las navidades. Esto es causa de gran consternación entre la población ya que siempre hay alguien que se moleste porque alguien se adelanta. Lo suelen hacer desde las tiendas hasta los individuos. El hecho de que la gente se tome el tiempo para refunfuñar a regañadientes que eso está mal, que hay que esperarse, etc indica más bien una especie de envidia, bueno eso creo. He escuchado a a gabachos asentados en Suecia hablar en la radio y quejarse de esto. Y a suecos por igual, bueno no tanto, pero pues sí­ parece como que cada año salen los gnomos cada dí­a más temprano de lo usual de sus escondites. Yo ya saqué mi estrellita reluciente. Es una estrella de cartón que IKEA vende, la pongo en la ventana con vista a la calle, a ver que dice la gente. No es que lo escuche u algo pero como ya nevó pues aprovecho, ya vendrá la calor para derretir la nieve y caerá de nuevo en diciembre. El frí­o conlleva a un lugar tí­pico u utópico más bien, porque estas fechas habrá de desear paz en la tierra y válgame, que a juzgar por la venta de pí­ldoras anti-radioctivas que salieron a la venta en Noruega y el gobierno sueco preparándonos para lo peor pues cada quién saca su velita y a rezarle a todos los duendes de estos reinos.

Igual de paradójico es que ya están a la venta los calendarios para el 2019, así­ que hay que comprar uno ya que podrí­an agotarse, sí­, se agotan. Ya me han tocado varios años en que espero hasta el último para ello y siempre me causa un shock pagar las sumas que piden por ellos, digo, uno acostumbrado a recibirlos gratis de la tintorerí­a, carnicerí­a o lavanderí­a. Bueno, digo, eso en mis tiempos, pero creo que allá en los yunaites todaví­a lo hacen. En fin, compré uno, y nunca deja de sorprenderme el hecho de comprar un calendario en Octubre. Digo, todaví­a le cuelgan un chingo de dí­as al 2018 y estos weyes ya andan pensando en qué va a pasar el 1 de enero. Para una sociedad que lo planea todo es esencial tener un calendario desde denantes de que empiece el año. Y así­ de fácil se hace ya viejo el 2018.

Frost descent 今天 · 霜降

今天 · 霜降

Frost scrapers noise invaded my realm as I tried to decipher what the early morning drew before my somnolent ears. Later That afternoon:
The air was icy fresh
The water cold as ice
The silentwind bore small Shiny white flakes borne out of the cold snap, nippy goosebumps
Halffrozenwaterdrops
heightened the lush green which days before seemed but to rule the landscape
The 1st october snowflakes Are here afresh Like birds coming to nest
Slush reigns and chaos reaps havoc on the city’s railways
amok like the wind shuffles
the remaining leaves on the trees
resist to fall
yet a futile battle
to hang on rages
to dsitract
so as the caterpillar can sleep sound
on a bed of browm autumn leaves
until Spring arrives

死亡

Den Sjunde Dagen
Yu Hua
ISBN: 9789198347753

í„ntligen í¤r jag fí¤rdig med lí¤sningen om Den Sjunde Dagen av #YuHua. Min absolutaste favorit Kina fí¶rfattare. Det tog lite tid, som vanlig. Men som jag brukar sí¤ga, lí¥ngsamt lí¤sning ger mer i lí¤ngden. Man hinner reflektera om det man har lí¤st och ivrigt lí¤ngtar man till ní¤sta gí¥ng man fí¥r fortsí¤tta lí¤sningen. í„ven om jag uppskattar denna sorts lí¤sningen som jag fí¶r í¶vrigt verkar ha som favorit lí¤smetod í¤r jag plí¥gad av tidens stressande behov av att lí¤sa snabbt och effektiv enligt den rí¥dande tidsanda. Det blir aldrig sí¥dant nufí¶rtiden. í„ven om jag gillar #YuHua saknar jag den ivrighet att lí¤sa en fí¶rfattare som jag en gí¥ng i tiden gjorde ní¤r jag fí¶rst upptí¤ckte #YukioMishima i San Diego, California. Den lí¤sning lí¤mnade i mig ett djup intryck. Dock den ní¤rmar sig den niví¥n.

Boken Den Sjunde Dagen som den heter pí¥ svenska och pí¥ mandarin 第七天 í¤r en bok som fí¶ljer spí¥ren pí¥ andra fí¶rfattare som beskriver livet efter detta som den mexikanske fí¶rfattaren Juan Rulfo gjorde med Pedro Páramo. Landet dí¤r de dí¶da ví¤ntar pí¥ att gí¥ vidare till intet landet dí¤r í¤ven fantasin ví¥gar inte gí¥ í¤r prí¤glade av mí¤nskliga egenskaper. Det slutar aldrig fí¶rví¥na mig hur de dí¶da kan prata, till exempel, att prata innebí¤r att man behí¶ver andas fí¶r att kunna kommunicera. I Yu Huas avlidnas ví¤rld finns det luft. De dí¶da har kí¤nslor och lí¤ngtar och jagar mí¤nskliga bekymmer. Sorgens process i de levandes ví¤rld í¥terspeglas med andra ord i de avlidnas ví¤rld. De dí¶da sí¶ker fí¶rsoning, jagar sina kí¤ra och ní¤ra och í¤ven har fina klí¤der pí¥ sig och lí¥tsas í¤ta. De dí¶da har kí¤nslor i Yu Huas avlidnas ví¤rld. Folk skrattar, ha det bra, grí¥ter, í¤r ledsna, grí¤lar och hyser agg i evighet. Det socioekonomiska faktorn gí¥r inte heller att undvika. Det finns fattiga, bortglí¶mda barn, rika och í¤ven en byrí¥krati á la Beetleguese.

Boken í¤r indelade i 7 dagar dí¤r huvudpersonen Yang Fei vandrar i en liminal ví¤rld letande efter sin far. Hans far hade fí¶rsvunnit utan fí¶rklaringar i de levandes ví¤rld. Att leta efter sin far gí¶r att Yang Fei hamnar mitt i en explosion och ní¤r han hamnar pí¥ andra sidan av livet fí¶ljer denna oro med honom. Hans mí¥l í¤r att hitta sin far. Under vandringsgí¥ng lí¤r man kí¤nna andra vilsna sjí¤lar som inte har en plats dí¥ ingen i de levandes ví¤rld har skaffat en viloplats í¥t de. Ví¤ství¤rlden lí¤ser denna bok som en kritik mot den kinesiska regeringen dock í¤r det nog inte ví¤rre í¤n mí¥nga ví¤sterlí¤ndska fí¶rfattare som beskriver de dí¥liga fí¶rhí¥llande i Nordamerika till exempel. Vi lever i kapitalisternas lya dí¤r missfí¶rhí¥llande sker pí¥ lí¶pband vardagligen i klyftan mellan rika och fattiga, maktfulla mot maktlí¶sa. Sí¥ í¤r det. Det í¤r snarare en kritik mot mí¤nniskan som bitvis bí¶rjar fí¶rlora sin kapacitet att tycka synd om sig sjí¤lv. Ní¤r mí¤nniskan fí¶rlorar sin moral kompass í¤r det nog mer allvarligare í¤n de brister som begí¥s av regeringar. Ví¥ran kapacitet som mí¤nniskor att identifiera oss i andra í¤r viktigare. Det í¤r det som driver mí¤nskligheten, regeringar bara speglar samhí¤llet och samhí¤llet har gí¥tt vilsen. Ní¤r i Mexiko upptí¤cker man, till exempel, att 150 dí¶da kroppar kí¶rdes runt i en stat i en lastbil i ví¤ntan pí¥ byrí¥kratin och bara lí¥ter kropparna ruttna sí¥ har mí¤nniskan fí¶rlorat sin moral och etiska kompassen. Mí¤nniskan í¤r inte lí¤ngre en levande varelse som í¤r gudomlig. Den fí¥r vara efter dí¶den men inte hí¤r. Hí¤r i de levandes ví¤rld í¤r materialism viktigare, livet en handelsvara till eller hinder till materialism.

a burnt fingerprint

They say the rings in a tree tell a story
I wonder what my wrinkles say
I look at my fingers
rings and dry cracks in my skin
appear through a certain light

I shy from speculation
since everything changes
what matters if I
interpret them
isn’t what I think
apt for interpretation?

yet I bleed
the day can turn
unto ides
yet we march on

the sudden current
of my vessels
run
free

exposed
they are
receptors of hate

like unwanted sun rays
uv
pernicious
uv

I have no protection
yet
I breath
like
magnets repel
to form
my shield

a naked me
against the sun
radiates
yet another day

yet another wrinkle
redden
waiting
to breakthrough

La hora de despertarnos juntos

Autor: Kirmen Uribe
Traductor: J.M. Isasi
Tí­tulo original: Elkarrekin esnatzeko ordua
1ra edición: noviembre de 2016
ISBN: 978-84-322-2977-0
Editorial Planeta
Sello editorial: Seix Barral

No suelo consumir libros de golpe. Pero tení­a prisa por regalar el libro, se lo habí­a prometido a un amigo de Tijuana y durante mi estancia durante el estí­o este año en mi adorada Tijuana decidí­ leerlo a lo que da según yo, me tomó varias semanas, así­ que me dispuse a leerlo con una prisa ajena a mí­. Por lo regular mis lecturas son a mi tiempo, de esas de holgazán, de cuando la conciencia de lectura me remuerde toda la vida y leo con enfado obligatorio como estudiante que a huevo tiene que hacer su tarea y es que por lo general suelo ser un lector que lee varios libros al mismo tiempo. No sé porqué lo hago a franca verdad. Aparte de que me causa desesperación me causa procrastinación si es que no ando construyendo palabras del inglés al español, ya que sí­ tengo esa maña ¿eh? Decí­a, leo varios libros al mismo tiempo y lo considero un mal hábito. Mas en julio de este año empecé un libro que compré en Bilbao en mi estancia en el Paí­s Vasco allá en Diciembre del 2017 porque querí­a leer autores vascos. Kirmen Uribe fue el que me recomendó un vendelibros de Bilbao y lo hice. Compré dos libros de él. La hora de despertarnos juntos fue el segundo que compré. Es un libro de la diáspora vasca que ocasionó Franco, ese militar español que aún causa estragos en la sociedad española hasta este mismo dí­a, pues andan por aquellas tierras ibéricas aún luchando por justicia y memoria. Los nombres de las calles de los caudillos que apoyaron a Franco están siendo reemplazados, el aniversario de Lorca siempre es causa de lamentación y el desentierro de tanto Franco como las ví­ctimas de Franco están al pie de la letra por doquier. El fascismo rehusa morir en España y se nota mucho, bastante. Es solo de voltear la mirada hacia Barcelona o la República que no muere en Sevilla. Franco murió, pero no su burocracia ni el miedo que dejo impregnado en la gente y las hienas que a capa y espada defienden la legacia del cruel dictador español. Como en Alemania que no quiere recordar el mal de los padres durante el nazismo, en España aún quieren reprimir la memoria a golpes.

La diáspora vasca de Kirmen Uribe tiene esa cualidad de recontar la diáspora de todos los afectados y cómo el aparato fascista y su represión afectó de hasta los más ricos hasta los más pobres. Lo central de la lectura, sin embargo, es la lucha por conservar la identidad, la identidad vasca y su lengua, sus formas de ser y cómo exportar la cultura y proyectarla al exterior para que no se borre de la memoria del mundo y su historia. Como toda buena novela, La hora de despertarnos juntos es de una familia y sus más cercanos queridos. De cómo el estado hace trizas toda una legacia y de cómo causa terror hasta en el fondo del alma.

El libro me causó mucha impresión porque durante mi estancia en Bilbao vi muchas cosas que no comprendí­a y ahora comprendo un poco más porqué ocurrí­an. El silencio que cubre esa capital vasquense es palpante. Querí­a lograr comprender durante mi estancia porqué era así­ y se lo atribuí­a a que la mayorí­a de la gente quiza estaba fuera de la ciudad. Y no, el silencio que se siente y palpita en Bilbao aún se debe mucho a lo que ya es costumbre hoy en dí­a más lo que antes fue un acto de sobreviviencia. No hablar vasco, por ejemplo, fue un acto de soberviviencia. Una de las interrogantes que más me asaltaban en Bilbao fue justo eso, que no escuchaba euskera. Ahora comprendo un poco más. En mi arrogancia, le dije a mi amigo que el libro de Kirmen Uribe era un libro que requiere un ejercicio intelectual ponderoso pues Kirmen usa toda técnica de narrativa para apoyar lo que puede de su cultura, pintores, músicos, platillos, palabras euskeras que pintan el paisaje de Vizcaya como si este último todaví­a estuviere en peligro de extinción, foto copias de pinturas y otros trucos literarios como la descripción de la memoria de personas de tercera edad avanzada, como si esta última fuese a desaparecer de un dí­a para otro. Esas ansí­as son más universales de lo que uno cree y creo que ahí­ nadie necesita mucho para comprender eso.

Nationaldagen

Jag brukar sortera mina sopor och nu ní¤r jag var ledigt frí¥n jobbet pga nationaldagen var det dags att lí¤mna mina plast och kartonger pí¥ í¥tervinningsstationen. Alla har inte det lediga nationaldagen sí¥g jag frí¥n lí¥ngt avstí¥nd ní¤r jag gick lí¤ngst ví¤gen mot mitt mí¥l. Det arbetades pí¥ en nybyggnation som sker pí¥ min arbetsplats. Det var dí¥ jag ocksí¥ fick syn pí¥ en man cyklandes pí¥ en parallell gata till mig. Jag mí¶tte honom pí¥ í¥tervinningen. Han hade en gammal Crescent cykel som var brun och de rostiga delarna matchade fí¤rgen perfekt, lite antik look typ. Jag lade mí¤rket till det dí¥ kedjeskyddet hade Crescent pí¥ det. Han tittade sig omkring runt containerna. Det brukar jag sjí¤lv gí¶ra. Ta mig en titt och se vad folk slí¤nger ifrí¥n sig. Det í¤r lite kul att se vad folk slí¤nger vid containerna. Inte ní¥got som jag sjí¤lv skulle ví¥ga gí¶ra. Den sorts skrí¤p passar nog bí¤ttre i tippen.  Folk í¤r inte vettiga lí¤ngre och slí¤nger allt mí¶jligt pí¥ de specialiserade í¥tervinningsstationerna. Lí¥t andra ta hand om det verkar vara den rí¥dande attityd. Ní¤r jag bí¶rjade sortera mina soppor stack mannen iví¤g. Jag minns inte om hejade varandra men jag sí¥g honom stiga pí¥ sin gammal cykel. Fí¤rdigsorterat bí¶rjade jag gí¥ mot hemmet igen. Mannen sí¥g jag igen. Han stod och tittade djup pí¥ byggarbetarna. Det gí¶r jag med. Det í¤r ní¥gonting som gí¶r att man uppní¥r en slags vardags zen ní¤r man stannar och ser byggarbetare jobba. Man í¤r som man í¤r tí¤nkte jag och hade jag haft lite extra tid hade jag nog í¤gnat lite tid í¥t att bara se andra jobba ocksí¥ men jag fortsatt att trampa pí¥ asfalten och lí¥ta tiden rinna iví¤g som vanlig.

first arrest

Recuerdo muy bien ese dí­a. Habí­a yo caí­do a la semi por 1ra vez, no sé como estuvo el pedo, pero me morí­a por dentro, me traiban preso. subimos las escalares bajo custodia de los placas. Así­ se les decí­a a la policí­a. No recuerdo con quién caí­ ahí­, a ser verdad. El pedo es que caí­. Estaba en problemas. Fue redada. De esas de las 1ras. O la 1ra en el Maya 13, mi barrio. El caso es que acabamos en lo que se conocí­a, si no me falla la memoria como la semi. Separos para menores de edad. Estaba en la famosa calle 8. A un lado de la semi estaba la cárcel para los adultos y después la estación de bomberos. Al entrar nos topamos un un personal profesional para tratar a menores de edad. Y solo nos tomaron el nombre y nos condujeron a nuestras celdas. Y ahí­ adentro nos topamos con los pelones. Morros que acaban depilados porque eran piojosos y peor tantito, de la calle. En aquella Tijuana de los ochentas que si los habí­a. Lo que recuerdo es que llegamos de noche. La población de los separos de menores ya estaba rolada. Llegamos y nos enseñaron en dónde í­bamos a dormir. Las miradas esas que nos recibieron calaron bien culero. El miedo por toparse con raza felona era palpable. Ya uno escuchaba los rumores. La imaginación se disparaba a lo loco. Esa 1ra noche, torcido, y lejos de casa, de la familia, caló.

Nos subimos a los catres y la luz de las lámparas fluorescentes hizo su sicologí­a. Ese tipo de lámparas son las más culeras en situaciones en donde uno no tiene el privilegio de libertad, en arresto. Ni como dormir, pero si algo he tenido como costumbre es que duermo no importa el entorno. Al despertar acabamos en el patio. El patio en sí­ era interesante. Era un pasillo cuyo techo era una red de alambres para gallineros y demás artilugios cuyo fin era más dejar pasar el sol y el cielo que evitar que alguien se escapase. Corrí­an aquellos años de Tijuana en que se podí­a apreciar un esfuerzo en enderezar a la juventud mediante las instituciones. 1982 si no mal recuerdo. Amaneció y al desayunar nos llevaron a ese pasillo, área común de los menores en separos. Cada quién agarró un cacho ed la pared mientras esperábamos.Al poco rato empezaron las preguntas. Ahí­ hay un documento sobre esa estancia, quién sabe que dije pero creo que hasta salí­ en el periódico, la vergíüenza. Bien torcido por mariguano. Ya después llegó mi santa madre, que ni santa, pero vino a reconocer a su hijo.

Aprendí­ dos cosas esa mañana. Ahí­ supe, por 1ra vez que secar las venas de los plátanos conllevaba a una locura si uno secaba las venas del plátano y que chiquitear era un acto sexual anal. Un sayo de playas contó cómo él chiquiteó a una morra. El cuento me aterró un poco, aún era virgen yo. Sentado contra la pared absorbí­a la historia. Hasta que llegó mi jefa. Recuerdo que me llevaba un guardia y vi a mi madre alegre o como una dama, de las pocas que radiaba orgullo de una responsabilidad como la de ser una madre. Yo tení­a vergíüenza y ella pintaba una sonrisa. Se que escuchaba atentamente a la psicóloga. De las pocas veces que se comportó como madre. Me fue a recoger o reclamar como suyo. El pedo es que acabó con una plática con una psicóloga. Y yo feliz por haberla librado.

睜

Nu í¤r du borta. Och jag saknar dig. Oerhí¶rt mycket. Det fanns sí¥ mycket mer jag kunde ha gjort. I efterhand fí¶rstí¥s. Allt i efterhand. Din bortgí¥ng har skakat mitt samvete. Det gí¥r inte en dag utan att jag vaknar eller somnar utan att tí¤nka pí¥ dig. Dagen du gick bort. Sí¥g jag en skugga. Ní¥got var pí¥ gí¥ng. Sedan ringde barnet. Du hade lí¤mnat oss. Du hade gí¥tt ur tiden som de sí¤ger i ditt land, ví¥rt land. Sedan vi separerade levde jag i skrí¤ck. Jag var rí¤dd att trí¤ffa dig pí¥ gatan, att fí¥ syn pí¥ dig medan jag cyklade, jag í¤ven var rí¤dd att du skulle komma in i min lí¤genhet. Ty, du hade min nyckeln. Min egen rí¤dsla att gí¥ ur tiden i detta land gjorde det att jag litade pí¥ dig med det trots min injagande rí¤dsla att du gick runt och kollade pí¥ allt. Jag var rí¤dd fí¶r dig sedan 2009. Det í¤r sant. Pí¥ det sí¤ttet var vi aldrig ifrí¥n varandra. í„ven ní¤r jag fick veta om din sjukdom. Var rí¤dd jag blev den dagen. Jag grí¤t. dí¥ hade vi hunnit vara ifrí¥n varandra i mí¥nga í¥r. Jag lí¥g i sí¤ngen. Barnet hade sagt det till mig. Det var inte meningen att du skulle gí¥ bort, jag skulle gí¥ fí¶rst. Jag bad gud att skydda dig sí¥ lí¥ngt som mí¶jligt. Det gjorde Gud det nog det. Men jag inte ansí¥g att jag skulle ta guds ní¥d fí¶r givet. Det ska man inte gí¶ra inser jag det nu. Gud í¤r barmhí¤rtig. Att uppleva den dagen om och om í¤r det lika tungt som tusen dí¶d. Jag minns hur jag bara kokade av ilskan pí¥ bara att tí¤nka pí¥ dig och de orí¤ttvisor enligt mig fick jag stí¥ ut med dig. Vad jag í¥ngrar allt nu í¤lskling.

Jag saknar dig. Jag sí¶rjer dig í¤n. Gí¶r jag det pga samvetskval? Nu ní¤r jag rannsakar min sjí¤l undrar jag ibland. Jag har aldrig varit bra pí¥ att lita pí¥ mina kí¤nslor. Om man tittar tillbaka pí¥ det hela och i synnerhet 1996 sí¥ undrar jag om jag var till trots allt bara sjí¤lvisk. Och det var jag. Jag bara tí¤nkte pí¥ mig, som vanlig. Jag tog dig fí¶r givet. Mycket fel har jag begí¥tt mot dig. Mina í¥dror gí¶r ont att tí¤nka pí¥ det hela. Det í¤r lí¤tt hí¤nt att varenda hí¶rn i stan pí¥minner mig om dig. Jag kan inte slí¤ppa taget pí¥ dig och inte vill heller det. Jag var inte bra fí¶r dig. Tiden bara fí¶rsvann och gick direkt in i intet. Vad hí¤nde med den? Plí¶tsligt var jag en annan. Jag í¤r lí¥ngsamt. Ví¤ldigt lí¥ngsamt att fí¶rstí¥. Ní¤r vi flyttade till Sverige insí¥g jag att du inte ville det. Jag hade fí¥tt dí¥liga kí¤nslor alla redan pí¥ den tiden. Varfí¶r lyssnade jag inte pí¥ mina egna kí¤nslor? Varfí¶r tí¤nkte jag inte pí¥ dig? Vilken kamp. Sjí¤lvisk. Bara tí¤nkte pí¥ mig. Det í¤r sanningen. Vad spí¤nnande lí¤t det dí¥ ní¤r du gick med pí¥ att flytta hit. Sverige. Du ordnade allt. í„n minns jag det hur du omsorgsfullt skickade iví¤g ví¥ra fí¶remí¥l i kartonger via en sjí¶fartyg ní¤r vi bodde i North Park, San Diego och hur jag tyckte dí¥ hur koolt det hela var det.

Det gí¥r inte en dag att tí¤nka pí¥ att du hade fí¶rtjí¤nat sí¥ mycket bí¤ttre í¤n det jag gav dig. Och hí¤r í¤r jag ledsen pí¥ det hela och fí¶rsí¶ker bí¤ttra det lite med att tí¤nka pí¥ dig och ta hand om din gravplats. Jag var i X-sjí¶ och stannade i Norra X-berga. Jag letade efter dig men din gravplats var inte fí¤rdig í¤n. Sí¥ jag gick runt i kyrkogí¥rden en bra stund. Jag rensade Carl-Magnus gravplats lite. Han heter sí¥ va? Min sjuk fantasi sí¤ger en hel del om de dí¶da adorada mia. Jag vill gí¶ra sí¥ mycket med din gravplats och hur jag ska gí¶ra det och den andra bedrar min fantasi. Dead wishes if you will. Det í¤r sí¥ mycket jag vill sí¤ga till dig nu ní¤r du í¤r dí¶d. Varfí¶r sade jag inte det ní¤r du var levande dí¥? Rí¤dsla, en obotlig ilskan som jag icke kan fí¶rstí¥ í¤n. Min ilska bí¶rjade med ví¥r fí¶rí¤ldraskap antar jag. Ní¤r barnen fí¶redrog dig mer í¤n mig, ní¤r plí¶tsligt var jag inte med pí¥ ekvationen. Jag kí¤nde mig orí¤ttvis behandlade. Jí¤vla ilskan. Lí¤ngtan till hemlandet gjorde sitt med.

Jag bedrog dig mí¥nga gí¥nger. Frí¥ga inte mig varfí¶r jag gjorde det. Jag vill inte skylla det pí¥ ingenting. Jag gjorde bara som jag blev uppfostrad att gí¶ra men aldrig varnade jag dig om den delen av mitt liv. Vad hemskt. Det pí¥minner mig jag varje dag. Din bortgí¥ng gí¶r ont. Sí¥ mycket ont. Det menar jag. Jag har sví¥rt att visa kí¤nslor. Det har jag lí¤rt mig att fí¶rstí¥. Lite fí¶r sent. Vad ska jag gí¶ra nu i efterhand? Mitt samvete lí¥ter sig inte imponeras av det. Den ser till att jag tí¤nker pí¥ dig. Jag kunde ha gjort sí¥ mycket mer í¤n vad jag gjorde. Det som gí¶r mest ont í¤r att du dog utan mig i din ní¤rhet. Sedan var du som du var det. Du kanske ville inte det. Jag vet inte det lí¤ngre om jag ska vara í¤rligt.

Ví¥ra barn. Utan dig kí¤nner jag mig sí¥ vilsen querida mia. í„ven om jag inte litade pí¥ dig och jag aldrig tillí¤t mig att lita pí¥ dig visste jag att du var sí¥ mycket bí¤ttre att ta hand om ví¥ra barn í¤n jag. Jag klarar inte detta nu heller ska du veta. Allt hade varit mycket enklare om du var hí¤r hos oss nu. Det var sí¥ mycket sorg inom mig den jí¤vla vecka du gick bort att jag inramade de bilder vi tog i X university. Du kanske inte minns det. Dí¥ var vi unga, du och jag. Ensamma i XX city. Det var dí¤r jag klev in i en annan mí¤nniska. Du. Ser du det? Jag undrar ibland om du ser det. Tiden. Vart tog den ví¤gen.

multikulti en camposanto

De muslimska afrikaner frí¥n Afrikas horn fick jag syn pí¥ medans jag jagade platser att plí¥ta bland de dí¶da. Jag í¶verraskades av deras ní¤rvaro, en oví¤ntat uppenbarelse av the 3rd kind typ. De satt pí¥ en bí¤nk pí¥ kyrkogí¥rdens baksida, drack í¶l och rí¶k. De levde och skrattade bland de dí¶da protestantiska kristna frí¥n fí¶rr runt omkring oss. Jag visste precis vad de gjorde dí¤r, de gí¶mde sig frí¥n samhí¤llet. Ingen bild tog jag av det hela. Jag í¤r blyg. Jag tog bara ett minne och stack.