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Es de noche. La arena en mis pies la siento en mi lengua, sal.

Anoche te soñé, no sé quién seas, como todas mis amantes, nunca te he visto ni tú a mí­, más siento tu cercaní­a acercarse cada dí­a más hacia mí­. Te advierto estoy con Otra ya pero eso a ti no te importará. Y es esa sinceridad la que te cautiva. Mas ten la seguridad que me entregaré a ti por esos dí­as en que la vida giré a nuestro alrededor. Lo curioso de lo nuestro es que ya dejamos atrás todas las mortificaciones morales, ahora es la aceptación de nuestros destinos. El corazón me late, el tuyo aguarda el eco de mis latidos. ¿cómo te llamas? ¿y por qué estoy tan seguro de que lo nuestro será tan intimo?

*

Ya no me gusto. Antes me caí­a bien. Hoy no. Hay demasiados impedimentos como para poder apreciarme tal cual soy, aún tengo los vestigios de mi juventud como lastre y tengo por costumbre la odiosa idea de comparar mi nueva forma de ser con la vieja que tuve hace poco mas de un lustro atrás, realmente no sé como pasé de esta idealización de lo jovial al aborrecimiento de la vejez. Será porque ya mis amantes están contadas y sé que lo que me impedirá probar mi nueva virilidad es el miedo que le tengo a ser amante de mujeres de edad avanzada, o sea de mi edad. Qué viejo chocho. Mas no creo que sea así­, es si tan sólo un temor infundido. Quizá algo de las vigencias que ocurren a mi alrededor pero si algo me ha caracterizado es que sigo mis propias vigencias y no las de la sociedad. Es más, en más de una ocasión me ha causado sorpresa verme al frente de una moda, o sea ser una especie de precursor entre mi gente. Primero empiezo yo.

*

Quiero recorrer las yemas de mis dedos por el alma de tu sudor, que escurra el olor de tu transpiración por mis venas.

*

Escuchas con atención. Y brindas toda la atención del mundo como si estuviéremos desnudos los dos, bueno, lo estamos, pero escuchas, tú y yo podemos ser lo que no podemos ser en otras partes, a qué se debe esta atracción por el escuchar no sé, pero eso es lo que te caracteriza, y tus ojos y tus oí­dos y los mí­os se sintonizan como en ninguna otra parte.

*

Te confieso que me recriminarás después la aura de seguridad que encubre las palabras. No me considero un Don Juan que deje a las mujeres enamoradas como tampoco te desestimo como contrincante en el amor. Pues haré lo mismo: me desgarraré las ropas deseando una eternidad contigo.

*

Y así­, camino las arenas de las playas, y observo el horizonte, de noche, que los demás miran por dí­a. Al fondo un miedo desconocido, sí­, estoy nervioso por dar contigo, quién serás no sé, esa es la única verdad delante de mí­, como las olas que se estrellan, el cielo por igual, no dan mas que el presente y aún así­, el porvenir es lo que aguarda, el mañana, el retroceso de las olas al mar y su permanencia de ambos.

Xochimiquiztli

Salieron
de tu boca
palabras
pintando
llamaradas
que
prendieron fuego a mis pies
sentí­ los gritos
del dulce consuelo
al escuchar
el plural
rosas
y
un coraje
que en mi corazón
espinado
late aún:
el aire
del dolor
bajo las miradas
de la codicia
bendecidas por Cristo Rey
sopló
vida
nueva

– resistir es re-existir –

1

El estoicismo mostrado por Cuauhtémoc en ese trance, y el ejemplo dado a sus compañeros de tortura al recriminarles sus quejas han pasado a la épica patriótica mexicana: ¿crees acaso que yo estoy en un baño o deleite? es la frase atribuida a Cuauhtémoc; un drama escrito en España en el siglo XIX popularizó la variante ¿crees que yo estoy en un lecho de rosas?.

Históricamente, ese comportamiento heroico es muy probable, entre otras cosas porque los dirigentes mexicas eran entrenados en el estoicismo, prioridad del plan de estudios del colegio de los nobles tenochcas, el Calmécac. El añadido habitual de que los torturados ”no revelaron los secretos que los españoles buscaban” es de mayor incertidumbre, simplemente porque posiblemente nadie pudiera revelar tales secretos, de no existir el mí­tico tesoro que los españoles deseaban, más que buscaban.

*Gracias Doña Julia por hacer su voz mi vida hoy. Este poema va dedicado a Doña Julia Lucero viuda de Martí­nez quien con su voz retransmitió la cultura azteca a un plebe del desierto del Estado 29.


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ceteris paribus

Me causa curiosidad este nuevo descubrimiento en mí­.

He notado en mi cierto criticismo que he adoptado hacia los suecos desde que entré a la vida laboral aquí­ en Suecia.

Desde que terminé mi carrera inconclusa de teacher de profe de prepa o en términos más castellanos, como profesor de bachillerato con las asignaturas de español e inglés a mí­ disposición. 2005. Primero califiqué el fenómeno etiquetándolo como una especie de catolicismo light. O sea, que los suecos son una especie de católicos lite pues. Y todo porque tienen la costumbre de hacer un momento de pausa en tiempos, en lo que a mí­ me parece, como indebidos, nada que ver, en este caso, que las susodichas pausas están arraigadas en la cultura nórdica, o sea, las pausas están comúnmente aceptadas a que se den a ciertas horas del dí­a, como en Madrid, la gran pausa entre las 2 y las 5 de la tarde y tengo entendido, en Italia también.

La diferencia entre esos paí­ses y el mí­o este nórdico, es que aquí­ me chiquitean [épale malpensados] la pausa entre cuartos de hora, so aquí­ está institucionalizada, para dar un solo ejemplo elva fikan, o sea la pausa de las once de la mañana para sólo mencionar la segunda pausa matutina.

Llevo 10 años aquí­ y aún no logro comprender este comportamiento sueco de las pausas. Resisto con mi actuar, al no compartir los minutos de descanso con mis demás colegas, y sin intentarlo puesto que al momento de dichas tradiciones del cotidiano devenir por lo regular me encuentro enfrascado tratando de solucionar problemas de primer orden en mi dí­a. Esto me ha resultado un tanto beneficioso para explicar lo que a mis colegas les parece una crí­tica hacia el rito matutino pues gracias a mi horario puedo desafanarme de un comportamiento que no comprendo del todo.

Mi problema es que el dí­a no me cuadra. Las cosas no deberí­an de ser así­, quizá resisto aún estar aquí­ y este rebelar se manifiesta en la pausa, yo hago mis pausas a mi manera. El otro dí­a un sueco me saco un texto de una canción hiper oldies entre estos viejos vikingos.

Jag í¤r en í¤kta Mexikanare och jag í¤r van att gí¶ra som jag vill

Yo soy mexicano genuino y estoy impuesto a hacer como se me pegue en gana.

Quizá ellos quieren interpretar mi rechazo a sus costumbres, sus formas de ser pero a mí­ me parece de todos modos una especie de perdida de tiempo. Este desprecio lo he rastreado a un punto en mi vida que causa una disyuntiva entre mi personalidad y el trayecto de mis estancias en otros paí­ses. Es una lí­nea que es borrosa, como aquella que existió entre mi Tijuana y San Isidro de los 70’s. Lo digo así­ porque no sé realmente dónde empieza en mi la maní­a mexicana intrí­nseca a todo buen nopal carrying member y la indoctrinación inevitable que portamos todo buen fronterizo adicto al Norte gringo, en mi caso particular, la doctrina que abarca el utilitarismo.

El aspecto curioso es que en este paí­s nórdico, In Partibus Infidelium, trabajo de más. Me veo encadenado a la doctrina de las consecuencias. De ver y actuar ante las consecuencias delante de mi. Me veo encadenado a la teorí­a de que mis acciones conlleven a un bien.

Esto acarrea problemas inesperados porque a la misma vez que quisiera comprender el rito de la pausa sueca me veo imposibilitado a proseguir con la idea siempre y cuando el impulso me empuja a seguir trabajando como loco, como buey.

 

Mijaí­l Alexándrovich Bakunin: Dios y el Estado


Con eso de las vacaciones uno como profe tiene ciertos dí­as de asueto, en mi caso casi 10 dí­as antes de regresar a las aulas de la prepa en que enseño inglés pocho de califas. Mas soy un tonto, simplemente no sé descansar. Así­ que siempre estoy en pos de algo, o como dirí­a antes, ando bien sobres. Ayer estuve haciendo multitud de labores domesticas y hoy me di a la tarea de bajar un libro audio para la caminata que me habí­a programado desde ayer. Así­ que le quité el mp3 player a mi hija de 13 años y me dispuse a descargar un libro audio de LibriVox. Opté por Mijaí­l Alexándrovich Bakunin, Dieu et l’état. Casi me arrepentí­a de ponerme a escucharlo. Mas las buenas vibras de las pascuas me han hecho el favor de virarme hacia un buen audio-libro. Jode. Qué tienen estos rusos que se adelantan a todo, como lo escuché de un profe en la universidad de Estocolmo, whatever it is, the russians have done it first.

He escuchado casi tres horas de lo que son casi seis horas de audio y estoy contentí­simo de haberle elegido. Recordemos que el libro fue escrito en 1871. El libro es narrado en inglés, off course.

Me fue refrescante escuchar este libro porque los tiempos son propicios a ellos ya que en mi paí­s, México, estamos sufriendo una intromisión de la Iglesia católica en nuestras vidas sin precedente alguno. Es bueno recordar las viejas premisas que nos hicieron alejarnos de la Iglesia y esposar un estado laico. Durante mi caminata escuchar la lectura del audio, narrado por la voz británica de CarlManchester me hizo recordar mis raí­ces intelectuales y mis resistencias hacia la iglesia como mediador entre una población y sus respectivos polí­ticos.

Ver mi post anterior a este para abordar un pequeño barrunto a lo que me refiero.

A la misma vez me hizo recordar cuan impregnado estoy de lo que se podrí­a considerar como bagaje intelectual del Occidente, para poder entender a Bakunin hay que tener historia y referencias a las sociedades del mundo occidental del siglo XIX y con eso digo una visión netamente eurocéntrica pues el pensamiento de Bakunin está cimentado en una tradición, por lo menos en este libro de Bakunin, netamente europeo y además patriarcal por eso de que la mayorí­a de las alusiones que hace a los pensadores suelen ser hombres. Las mujeres lucen por su ausencia en la narrativa de lo que por otros tiempos serí­a una obra par excellence que antecedió al mismí­simo Georges Bataille por muchos años.

Aquí­ fue refrescante poder ver la Palabra cristiano del modo en que deberí­a de verse y cuestionarse con antecedentes históricos y además con detalles y opiniones que han formado a entes, ya sea parcialmente o enteramente, como el presente narrador de lo corriente a mano. Con esto confieso que albergo muchos de las ideas de Bakunin dentro de mi repertorio personal sobre la vida espiritual del hombre y las actividades polí­ticas en este planeta llamado Tierra. En retrospectiva creo que muchas de sus ideas espirituales no son aceptadas ya que el autor está etiquetado como anarquista, cosa que no está mal en sí­, pero creo que al legarle un estatus de autoridad en anarquismo, las ideas sobre el poder de la religión en la humanidad pasan muchas o más de las veces, desapercibidas.

Escuchar a Bakunin también es un refrescante acto de actos históricos que de manera sorprendente califican el dí­a actual de nuestros dí­as con una precisión casi increí­ble de aceptar que le atina a los desaciertos de una sociedad cuyos saldos han sido todos menos blancos.

En fin, las primeras 3 horas con ese autor ruso me ha hecho sentirme bien este dí­a de pascuas y me ha hecho reflexionar mucho sobre el estado actual del cristianismo hoy en dí­a.


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católicos nuestros que están en los avernos

La iglesia católica está sufriendo la era moderna.

Simplemente no comprende el estado natural de la humanidad y cree que estamos para servir a un dios que lleva mucho de muerto. El cuerpo celestial de la deidad resultó una obra maquiavelista al puro estilo humano de chingarse a sí­ mismo. Lo peor de todo, la iglesia Católica aún persiste en tener un monopolio en las ideas de lo que es bueno. La iglesia Católica que pide se le comprenda no comprende al resto de la humanidad y no deja de estar en un estado de catatoní­a que le impide ver que sus feligreses pueden pensar por sí­ mismo. No, el dominio de la bondad humana tiene patente y su registro está en la Santa Sede. Tan es así­ su desesperación por constituir un ente de relevancia para la humanidad que los restos de Jesucristo son afanadamente buscados para comprobar que jesucristo sí­ existió tal y cual lo dice la biblia corrompida por nuestras manos, ideas, interpretaciones de lo que dijo dios y esto ya por más de dos milenios. Y todo por insistir que dios es bueno, lo nuestro.

Ahora el Papa Benedicto anda predicando a los paí­ses más ricos del mundo que por favor no saquee a los africanos. Mejor deberí­an los de la Santa Sede emular la palabra de dios y deshacerse de los bienes materiales que posee para el bien de los pobres. Deberí­an de vivir y seguir el ejemplo de los personajes de la biblia, pero no, ahí­ los tienen gozando de los bienes del mundo, predicando el bien mediante comunicados mediáticos y haciendola como que se preocupan por el estado de la humanidad comodamente desde un púlpito que ya quisieran vender los africanos para poder echarse un taquito de comida, ya de perdis para el dí­a de hoy.

Me pregunto si el Papa de veras sabe lo que dice. ¿No recordará el señor untado por tradiciones antiguas avaladas todas por sus antecesores mortales que su iglesia perpetuó el saqueo de las Américas con su bendición, destruyó civilizaciones enteras bajo la premisa de un cristo benévolo y extermino razas enteras todo por obtener jugosas ganancias, bienes materiales para sus cofres y una multitud entera, legiones de seres humanos dispuestos a matar a diestra y siniestra todo por el bien de nuestro señor Jesucristo? De seguro eso no le pasa por la mente. Hay que saber perdonar y de seguro la Santa Sede ya lo hizo. Borrón y cuenta nueva. Pero hay que reflexionar por estos dí­as, el significando del Cristo ejecutado por legiones romanas.

Lo interesante de nuestros católicos es que a pesar de ser hombres que deberí­an de voltear la otra mejilla y dejar este mundo al mundo, o como dijo Chuy Rey, darle a César lo que a César le pertenece, lo que hacen es querer causar más problemas terráqueos en vez de mejorar la salud espiritual de sus feligreses. Por ejemplo, ahí­ los tienen en México amenazando a los polí­ticos que se atreven a velar por el bien de los ciudadanos con sacarlos del paraí­so terrenal. La iglesia y la polí­tica es una realidad innegable y de mal gusto a ser verdad.

En este caso la iglesia sale mal parada. Pues la iglesia católica tiende a velar por los intereses del dinero mal habido. No hace un bien inmiscuirse en la polí­tica pero no, entre más escribo esto más veo que es inútil querer hacer ver a alguien que eso está mal. La iglesia católica deberí­a de comprender que en México la pobreza es un mal que ellos mismos alientan a que se prolifere por toda la nación, que nos basta de males con los polí­ticos que abusan de un sistema democrático dónde sólo hay cupo para intereses negros y turbios y no para el bien de una raza, una nación como lo es México.

Y es que uno sabe que los polí­ticos nunca cumplen lo que dicen mas nuestros católicos hacen sus acciones con malicia pues dan gato por liebre y eso está mal, aquí­ y en el reino del señor.


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hilachas en vuelo

Sacre bleu.

He dejado mi hispanicismo on the shelf. Me he vuelto lo que no he querido, y sin quererlo, fue sin querer queriéndolo. Me he vuelto nórdico.

Uf dí¥.

Tengo más de tres dí­as de haber abandonado lo mas sagrado en mi hispanicismo. He desistido de mirar a la mujer en Suecia como un ser al cual aspirar a tener entre mis brazos.

Al mismo tiempo he dejado, sin mirar atrás, lo que pudiese considerarse como masculinidad en México. No me siento sexy y no miro a las mujeres y mi sexualidad se ha vuelto intolerable en el sentido de que uno tiene, después del todo, que ser parte de este mundo y parte de este cuerpo y parte de las atracciones que dominan al planeta.

No me interesan las nalgas en las mujeres, no me interesan las tetas y he dejado por completo de observar las cualidades que antes codiciaba para mi. Se me hace un ejercicio fútil. Serán las pascuas o algo.

Eso no quiere decir que no me den erecciones en las mañanas, sana seña de buena salud, mind you, o que de vez en cuando le jale el pescuezo al gallo.

Lo que ocurre es que la coqueterí­a no se da aquí­, así­ se plano, no hay manera de coquetear aquí­. Simplemente no se da. No existe, son igual de frí­os como el clima que les da. Eso de frí­os quizá lo digo porque las cosas no me cuadran y simplemente no hay manera otra de describir el fenómeno. Así­ que ha falta de señas coquetas en lo cotidiano he, sin quererlo, abandonado el arte del coqueteo en Suecia. Así­ que mujeres van y mujeres vienen y lo único que quiero es no tenerles enfrente de mi para así­ no tener que sufrir este cambio en mi. Aunque de tanto evitar mirar a las mujeres como lo harí­a en Tijuana, o California, o sea, admirar la beldad de la mujer, esta practica me ha causado una costumbre de ni siquiera intentar de empezar a alabar las cualidades femeninas en una mujer. Son seres humanos que pasan de largo y ni siquiera valen la pena mirarlas con el único fin de obtener una gratificación visual para entretener el ideal de la mujer o soñar con poseer sus partes sexuales para mis deseos carnales.

Vaya, que se tomará más de 10 años para que el veinte me cayera es un record.

Es un mundo raro, extraño y el cual habrá que explorar.

Mas se me hace gacho, feo, y aún guardo esperanzas, dicen que eso es lo último en morir, que cliché, de coquetear.

El caso es que algo se debe en parte a mi edad, mi profesión y ahora ha resaltado la cuestión primordial, ¿por qué deseo practicar estas costumbres hispanas una vez ya en México? Y es justo eso lo que me hace un sueco. Me vuelto aquello que renuncio a ser.

Los suecos son afamados por darle rienda suelta a sus emociones una vez fuera de Suecia. Joder, me vuelto protestante. Urgh. A ver si no termino excomulgado.

Bueno, que no se me acuse de ser mexicano en Tijuana si es que me ven darle vuelo a la hilacha pues.


Mercedes Luminosa I

Este año no resultó para la lectura.

No en el sentido que yo quisiera. Quisiese que la situación fuese otra pero no.

Tengo varios libros mal empezados y uno que me cautiva la mente al subirme al bus en el que viajo entre mi casa y el trabajo.

Se trata de un obsequio que recibí­ de parte de la regiomontana de pura cepa Dulce Marí­a González. Me llegaron dos libros de su repertorio.

Me habí­a ofrecido anteriormente mandármelos sin pe ni pa pero como sufro de un mal llamado antisocialismo en mojo norteño bajo flamas extranjeras lo que me hace rechazar la humanidad de manera chocante no pude aceptar un gesto hispano sin reglas a mi modo y le propuse un cambalache. Yo aceptarí­a su regalo a cambio de un regalo de mi parte. Creo que me la agandalle en el trueque.

Le mandé un toalla de cocina con un motif sueco y un librillo de Edgar Allan Poe The Golden Bug que hasta la fecha recuerdo con gran dolor.

Mas como digo, valió la pena. Empecé con el libro con el que Dulce Marí­a como persona entró a mi vida ví­a el blog: Mercedes Luminosa.

Lo leo entre viajes. No sé si sea adecuado hacerlo así­ pero ahí­ me tienen, leyendo un libro que me causa lástima entre un bosque, un pueblo y una dizque ciudad en un bus de lunes a viernes.

Lástima porque siempre me da coraje dar con volúmenes mexicanos cuyo tiraje es una baba de perico siendo que los mensajes de los libros deberí­an de igualar más de la mitad de nuestra población, pero no, la cultura en México, y mucho más las letras, son sometidas al olvido, al nihilismo o a la planca de un vortex que amenaza un sueño eterno. Y al parecer no soy el único en darme cuenta de esto.

Para empezar Mercedes no es una mujer moderna, es ultra moderna, hay demasiada libertad femenina que no cabe en un México actual, es la mujer del futuro, lo que deberí­a de ser más aún está por ser.

Me gustó mucho la palabra luminosa en el tí­tulo porque eso me hizo recordar el dí­a en que vi a mi hija nacer, en un momento de libre asociación, veo esa luz que da vida y ante la cual sucumbí­ en un llanto incontrolable, inesperado.

*

El lenguaje en el libro cubre muy bien la región de ’on salió Mercedes. Detecto un argot común al Southwest gringo aka Norte mexicano. Hasta la fecha sólo he leí­do un aztequismo en la lectura. Y una persistente frase idiomática de relevancia al text: A mercedes le cae el veinte. Esta frase es interesante por sus connotaciones a un viejo instrumento musical: la rocola. O maquinas que aceptan monedas a cambio de un servicio. Mas a mí­ me gustó más la idea de la rocola. Aunque cuando a Mercedes le cae el veinte eso quiere decir más bien tardanza en percatarse de lo que ocurre u ocurrió.

*

Los hombres de Mercedes son objectos de impacto o objetos para usarse o objetos para comparar. Creo que mucha de la miseria de Mercedes se debe a sus hombres y a no ser por ellos su vida serí­a menos miserable, de hecho, hay hombres que no le llegan ni a los talones.

*

Me gustarí­a decir que esto es literatura femenina pero hay grados en que la lectura alcanza etapas andróginas que envuelven en un abrazo la humanidad de todos.


Ven al nihil

En mi juventud aquella, clamé
al cristo
su
retorno
para
que acabase con todo lo que tanto dolor me causa al alma
*

Those were the days

*

These days
I’m more earthly bound
wondering if
those paranoic G-men
will ever
get finger trigger happy
Though I only wish
enough fore warning for
that last mezcal worm.


Tj hijacked

camarón que se duerme, camarón que se lo lleva la corriente. Doña J, dixit.

En Tj, la explotación de la city, as is, está en su mero apogeo. Like always, por fuerzas ajena a ella.

Los que atraen gente a su nombre ni siquiera son gente nacida ahí­, ni modo, eso pasa por ser tierra de inmigrantes.

El otro dí­a leí­ a una persona que no es nacida en Tj decirse tijuanense. A decir verdad se me enchino la piel, más acepto la realidad.

En una ciudad que se pronostica a sí­ misma como una ciudad de 4 millones para el 2025, qué es lo que nos depara a nosotros que guardamos un pasado del que naide quiere resguardar como suyo.

En Tj, las pirámides que atraen a sí­ turistas gringos en busca de un México imaginario que nada tiene que ver con Tj [broadband turism in a third world which barely knows what a telegraph was] se construyen a un ritmo acelerado, ni chance hay para los siglos, no digamos decenios o lustros porque eso es ser demasiado optimista.

*

Quizá exagere al decir hijacked.

Lo digo, y comprendanme ustedes generaciones nuevas que verán el mismo cambio pero un cambio que les afectará a ustedes, los nuevos tj’s, y no a mi hoy. Le hablo al futuro con mis cumply fingers, drunken by ideology, liquor and fears para advertirles del vortex que cunde entre nosotros que nacemos en el vortex del cambio.

*

Hablemos de lenguas. Lo mio es lo del desierto. Lo que ha sufrido el embuste de poderes ajenos al terre.

Washington y el DF.

*

Custer and Porfirio whatnot.

*

Ahora rifa a new raza. Lo suyo es. Lo mio, fue/s.

*

Lo que quiero decir es que la lengua que lame el rocí­o de las mañanas por los valles de la Baja ahora conforma un espectro que es ajeno a mi.

*

Y si bien en México tenemos campo para lenguas a punto de extinguirse, cuenteseme a mi como una lengua que esta por desvanecerse entre la lenguarada.