I love Ricky

Mi familia consistió de mujeres que tuvieron que hacerse cargo de varones, i.e. me and the whole enchilada. Mi abuelita, quien tení­a un negocio de artesaní­as en las cercaní­as a la calle Segunda en Tijuana, rentó un cuarto por esas vecindades que llamábamos hogar. Era un cuarto cuya cada esquina alternaba en nuestro imaginario la posición de una ala de lo que una casa deberí­a de ser. O sea, la cocina era una esquina, la sala otra, la recamara otra y así­. Eramos pobres con un puesto de curiosidades. Pero quizá ni tan pobres. Tení­amos familia, familiares, amigos, trabajo y un hogar al cual regresar después de los deberes sociales que una ciudad joven como aquella de los 70’s lo era Tijuana. Y claro, nunca faltaba un aparato de televisión en la casa, de segundita, por lo regular y por regla, una televisión que brindada toda la gama del gris, negro y blanco. Gloria al UHF que siempre daba esperanzas de ver algo nuevo. Recuerdo con mucha emoción de la buena las series de televisión que sin querer queriendo me engringaron de manera minuciosa, y gracias a Dios le doy por ello ya que quedé prácticamente libre de las manipulaciones idiotas de Televisa1. En aquellos años era más común ver televisión gringa que mexicana. Nunca pensé que los tiernos dí­as de mi pre-adolescencia pegados a la televisión, por la calle Segunda y Negrete de Tijuana, en aquellos 70’s del siglo anterior, fueran a significar tanto para mi vida hoy.

Me emocionaba la estructura de las series de aquellos dí­as. No que antes sabí­a eso, para nada, pero eso era. No me perdí­a ni un capitulo de That Girl, Leave it to Beaver, Gilligan’s Island, The Odd Couple y ni pensar de dejar de ver un capitulo de I Love Lucy. Ver el canal 6 las tardes aquellas me hicieron un verdadero bed-potato, no tení­amos couch, jejeje.Lo curioso es que recuerdo un episodio de I Love Lucy con ensaña peculiar. Es una escena que me ha servido bastante en mi vida, en particular ahora que hago vida en Suecia.

Y es que vivir fuera del lugar de uno es simplemente abrumador, las imposiciones de adaptarse a las costumbres locales son intensas y la presión por integrarse a la sociedad aún más. Yo no soy la excepción a la regla pero sí­ resisto bastante las fuerzas que bien quisieren verme doblegado a aceptar las costumbres del rancho. Para bien o para mal, no hago el menor esfuerzo por asimilarme a mis entornos, sí­, aprendí­ a hablar sueco y no pudiere practicar mi profesión a no ser de que hablo sueco. Eso es prueba fiel de que de alguna manera estoy asimilado a la región pero no por sus huevos, sino por los mí­os. Yo quise aprender sueco, yo aprendí­ a comunicarme con ellos blah, blah, blah. No sé a qué se deba ello pero sospecho arduamente que mi geografí­a natal tiene mucho que ver con ello, en especial el haber nacido en Tijuana cuyas dinámicas son innumerables para poder abarcarlo todo en estas simples lí­neas que ahora escribo.

El caso es que se trata de un episodio de I Love Lucy titulado Paris At Last

Lucy ends up in jail because she paid fake money to the waiter at a French restaurant. But she didn’t know it was fake money when she traded money with this one guy she didn’t know. So now she is in the police department and can’t understand anyone because they are all foreigners; although she is the foreigner because she is in France.

Lo que no se puede apreciar en esas lí­neas es que Lucy niega de manera particular la realidad que está presente delante de ella al entablar una conversación con otro angloparlante y decirles que todos los demás son forasteros. Y eso es lo que hago, yo no soy el extranjero aquí­, los extranjeros son ellos.

Esto me ha ayudado mucho durante muchos años, y quizá sea eso lo que me sostiene con vida propia en este paí­s. Creo que es también una sana distancia entre ellos y yo. No los considero como parte de mi entorno particular sino como un objeto más a estudiar afuera de mis entornos. Los suecos son una obsesión para mí­, no hablarí­a de ellos todos los dí­as sino fuere así­, lo son, siempre dejan algo en qué pensar, cómo es que son y porqué son como son, es interesante, ¿pero ser sueco? No creo que a pesar de poseer un pasaporte sueco logre comprenderme a mí­ mismo como un sueco, eso a pesar de que mi alias de internet es Julio Sueco, pero en fin, algo habrá en mi que se me haya pegado de la manera de ser sueco, su mentalidad escandinava. A pesar de todo, tengo a mis hijas quienes son suecas-mexicanas-americanas y a la mujer con la que vivo la quien es sueca y no le cabe el comprender del porqué insisto en hablar inglés a estas alturas de nuestra estancia en su paí­s cuando ella sabe perfectamente que hablo sueco. Ese es otro misterio aparte. Rehuso hablar sueco en casa. Lo que viene a cuestión, ¿miro a los suecos desde la óptica de ellos y nosotros? No me cabe la menor duda de ello, sí­, los miro como a ellos. Pero también convivo con ellos. Me interesan, intento comprenderlos, cosa que dista mucho de que ellos hagan lo mismo conmigo.

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1Although San Diego was large enough for a third station, it soon became obvious that the only way to get a third VHF station signed would be to use one of Tijuana’s allocations. The Azcarraga family, owners of Telesistema Mexicano, forerunner of Televisa, quickly snapped up the license for channel 6, and XETV signed on in January 1953 as an independent station. Even though it is licensed to Tijuana and owned by Mexican interests, for all intents and purposes it has been a San Diego station from the beginning, broadcasting entirely in English except for station identification purposes, the compulsory playing of El Himno Nacional Mexicano (the Mexican national anthem) and technical disclaimers. Tijuana did not get its own station until 1960, when the Azcarragas signed on XEWT-TV on channel 12.

catiza 664

Era una tarde más de Octubre. En 19__ habí­a demasiadas tardes así­, frescas, llenas de ese aire que indica cambio. La de este Octubre no era nada diferente a no ser que estábamos en otra parte de la ciudad. Lo curioso de nuestra ciudad es que creemos que cada rincón es lo más representativo de ella. Así­ que los del Centro creemos que los del Este de la ciudad sean, para ponerlo en términos comprensibles, menos civilizados, menos primer mundo que nosotros. Más curioso aún es que nuestra ciudad alberga un espejo que refleja todo lo que ocurre en el paí­s pero a una escala menor. No sé cómo es que la dirigencia local no se ha percatado de ello, pero ahí­ tengan ustedes otro ejemplo de lo que es el paí­s, no se puede decidir localmente por temor de ofender al centro así­ seamos muy del Norte y toda la gama que ese mito represente para el norteño mí­tico del paí­s que Dios bien sabrá no tiene nada que ver con el tipo de norteño que soy porque bien sabe Dios que de verme como el estereotipado norteño no aguantarí­a la vergíüenza correr por mis venas. Nunca fui de los que le gustan las botas y mucho menos traer sombreros Stetson por un así­ decirlo. Por ende eso del primer mundo, estamos más allá que acá.

Ir al Este representaba un viaje fuera de lo normal para nosotros. Representaba ir a un México que aprendimos de los libros de los textos pero que no vivimos exactamente. La vida esa de los mexicanos es un poco extraña para nosotros que vemos el Dí­a de los muertos más como intromisión para nuestros deleites que un dí­a a celebrar una tradición que realmente no tiene nada que ver, otra vez, con nosotros. En múltiples casos me he encontrado con muchos de mis contemporáneos que una vez convencidos de la superioridad de las tradiciones mexicanas al sur del paí­s abandonan como viejo trapo toda una infancia detrás de sí­ como una prenda horrenda al estilo de esos pantalones de campana que ostentábamos como lo último en moda allá por la década de los Dug Dugs. Así­, las memorias son erradicadas por una noción romántica de una nueva prenda a vestir y adorar como el demonio que adorábamos durante esos éxtasis metaleros que Ozzy Osbourne inducí­a con la guitarra de Randy Rhodes en Crazy Train.

No que en el Centro no hubiere golpes, los habí­a y varias de mis cicatrices así­ lo atestigíüan, tengan, ustedes, como ejemplo mi dedo cordial que sufrió un abrupto fin el dí­a que í­bamos rumbo a la Zona Norte de la ciudad con la simple intención de darle una garrotiza a un barrio enemigo nuestro. Con botella en mano y dispuesto a lanzarla al aire para ver quién sufrirí­a el castigo de su libre caí­da nunca supuse que ese mismo serí­a yo. Así­ que desde ese dí­a sufre mi dedo cordial porque de cordial no tiene nada ya que la botella de vidrio con destino alterno terminó rajando el nervio que hace doblar el dedo y ahora no puedo doblarlo a mi manera sin la ayuda del dedo anular o el í­ndice. Lo cual resulta darle el dedo a la gente o como los italianos dicen Il gesto del dito medio alzato, o terzo dito.

Pero estos eran unas bestias de lo peor, no se tientan el corazón. O por lo menos eso creí­a. Con la valentí­a que suele caracterizar a los jóvenes esa tarde salimos rumbo al Este para demostrar una vez por todas quienes eran los verdaderos amos de la ciudad y fuimos sin deparar en los pormenores de que en tierra ajena, bueno, hay que amar a Dios en tierra de indios. Llegamos, el sol relucí­a sus últimos rayos y las cortinas del crepúsculo aquel ni tardes ni perezosas nos hicieron ver un cielo estrellado poco común para los del Centro. Quedamos vislumbrados por el espectáculo celestial esa tarde, Venus lució esa tarde como una virgen ante nuestros ojos y el romance nos traicionó, sentimos el frí­o del viento acariciar nuestras mejillas, el mismo frí­o que los edificios de nuestras calles hací­an no llegar al calor de nuestras reuniones nocturnas, pero en ese campo abierto del Este, en donde el espacio no sufrí­a de las luces del Centro, estuvimos a merced del atavismo que el hedonismo nunca permite entrar a su lecho.

La sangre no se hizo esperar, para nuestra suerte era una lucha pactada, y a diferencia de hoy, antes los pactos se respetaban sin esa bestialidad que ahora caracteriza a nuestra ciudad. Era un pleito a mano limpia. Nuestro compañero recibió una buena catiza, como se dice en el terreno, o sea, una buena chinga en buen mexicano. Sí­, se estrelló la cabeza con un triplay de una traila de Tecate y sufrió en carne lo que es sentirse grande bajo las drogas y la realidad sobria que un alcohólico puede brindar ante un drogadicto – pero esa tarde también aprendí­ algo nuevo de la ciudad: ya no eramos los amos de la ciudad. La geografí­a de la ciudad se agrandeció.

planning forsaken pleasures

Supposedly carved into the Delphi temple were three phrases: γνωθι σεαυτόν (gnothi seauton = ”know thyself”) and Îüηδέν άγαν (meden agan = ”nothing in excess”), and Εγγύα πάρα δ’ατη (eggua para d’atÄ“ = ”make a pledge and mischief is nigh”)

Am afraid that my smoking years are done. I don’t smoke on a regular basis, just occasionally and emphasis ought to weigh heavy on the occasional. This year I might of have smoked less than 7 cigarettes. Last night I took several puffs of a cigar I bought under the crazy influences of delusional thinking brought upon heavy consumption of wheat and hops. See kids, don’t drink and surf the web! And if you haven’t picked up the thread yet then I can tell you that on occasions when inebriated I tend to indulge on forbidden pleasures. This, for a catholic raised Xicano like me, means that I am usually safely away from the radar of my family, that is, my woman and two kids would no doubt be aghast at my behavior but not entirely surprised. Catholics do enjoy pleasure most when done in hiding. So am done smoking, though I think I will transgress this decision for lack of better judment, am known for having done so before. I tend to work that way but also tend to plan my pleasure trove for the long haul.

For example, this decision of mine to face the fact that I need to stop indulging in the occasional peace pipe runs of madness during the ethylene rush whence said above mentioned behavior finds its source of utmost powerful influence is due to the fact that I feel am fairing ill. I just don’t recuperate from said tissue damage brought forth through mundane abuse of legal substances such as tobacco and alcohol. I feel in me that I need to slow down to a grinding hault.

The logic is quite simple, I derive pleasure from these activities, smoking and drinking. But overdue consumption of said substances tend to tear and ware the apparatus holding what good Christians like to call the temple of God. I figure, and you go figure, that I will inevitably end up kicking the bucket one beautiful day. Whether by accident, perpetration by own hand or that of other or of natural causes. Since I do want to partake of the pleasure of alcohol and maybe tobacco, say, from when am in the age of 70 or so then I need to allow for my body to recuperate properly in order to withstand the onslaught of the tearing and maleficent effects of said substances in my body, hence the planning.

**** Warning, Catholic page following, worst yet, in Spanish, read with diligence and care: Nada Con Exceso, Todo Con Medida.

Blog is dead

Lorena, whom I have never met nor have I ever seen in my life, but whom I do read on a daily basis, goes Nietzche. The blog is dead says she.

Creo que es una nimiedad discutir sobre la existencia del blog, el tema fue trillado por la blosfera tijuanense el 2003. Pero Lorena logra de manera sucinta poner el dedo en el renglón, aunque no esté muy percatada de ello, al describir un aspecto del fenomeno blog: el blog ha sido relegado a un status de jerarquí­as. Y no es que yo sepa más que ella pero de seguro no soy el único que piensa sobre el blog de la misma menra como yo. No quiero contradecir a Lorena, quién, he dicho, no conozco de ella más allá que es una blogwriter. Es todo lo que sé de ella y como en este caso todo está remontado a la letra, y pues saquen sus propias conclusiones sobre ello. Lorena para mí­ es un blog de una persona que se dice que es mujer y pues ahí­ tengan ustedes lo fácil que es caer en estas cosas de las letras. Según tengo entendido por varias amistades cercanas que deambulan esos cí­rculos que sí­ es una gíüerca de carne y hueso.

No quiero discutir sobre si el blog está muerto o no, por eso digo que es una nimiedad, lo que sí­ llama la atención es el tópico. Y más las obsesiones que existen detrás del fenomeno como el blog. Y es que si existe una fuerza que impulsa con pasión el motor de la internet esa es la obsesión. La gente se obsesiona con la tecnologí­a y pues ahí­ tienen ustedes que el blog como plataforma tecnológica pasó a ser una obsesión menor comparada con otras obsesiones mayores que hoy cunden por el mundo de la tecnologí­a.

Pero de tecnologí­as a tecnologí­as, aunque se le declare muerto, el blog, para mí­, es el más activo en términos de información. Y más sobre las informaciones actuales que no sufren del rigor de las estructuras del oficialismo que imponen las fuerzas del poder para poder maquillar el contexto de la noticia. El blog se rige bajo esas teorí­as del buen Unamuno que demanda historia de la intrahistoria, o sea, del pueblo. Es por eso que aunque el blog este muerto, los que siguen laborando bajo la tecnologí­a del blog, contribuyen mucho más de lo que se cree, pues ellos, elaboran, una verdad alternativa.

The blog is dead, long live the blog!

El fantasma del narco en Tijuana

Acá en Suecia se sorprende la gente por las matanzas del narco allá en México. Mi ciudad natal me hace un experto en esos menesteres del demonio que ni quise ni quiero saber al respecto aunque esté bien informado pero no para darle seguimiento a la noticia, y mucho menos aquí­ en Suecia . Y es que Tijuana ha tenido una explosión mediática negativa en cuestiones de droga no solo gracias a Manu Chao, quienes muchos lo alaban por su canción en donde la palabra Tijuana existe sin deparar en el gran desfavor que le hizo a la ciudad al darle continuidad a la leyenda negra que nos acosa a todos los nativos de la ciudad, sino también porque el mundo Anglo-Sajón se escandaliza por las muertes que ocurren a diario en México dándole seguimiento a esa vieja percepción racista de que Latinoamérica es lo más podrido del planeta.

Desde hace mucho que dejé a Tijuana y no vivo allí­, pero la gente es terca aquí­ y en China dirí­an en Tj. Así­ que aparte de informarme sobre los demonios que andan sueltos en Tijuana por mi gusto de leer los principales titulares de los periódicos de mi paí­s, cosa que yo creí­a privado, ahora los diarios suecos retransmiten estás tragedias en sueco y pues la gente no tiene nada que hacer, y heme explicando el fenomeno de las drogas y el crimen a una audiencia sueca de mi diario devenir que solo sabe asombrarse del demonio ese que Calderón invocó para legitimarse en el poder. Eso es lo que les digo, el presidente, porque la narrativa sueca y las demás narrativas de los emporios periodí­sticos del mugroso planeta que compartimos así­ lo pintan, es la guerra que el espurio le declaró al narco en uno de esos arranques de prepotencia que caracterizan el carácter mexicano.

La verdad es que no hay muchos que se den cuenta del doble juego que el gobierno del PRIAN juega para sostenerse en le poder. Creí­amos que el PRIAN estaba en las últimas y hasta los caricaturistas pintaban imágenes de dinosaurios dando el último coletazo pero chin, la verdad sea el narco es un instrumento más de poder.

Este combate al narco solo tiene dos fines: controlar la población y espantar a la población. Como dirí­an en Vendetta: Hay que recordarle a la población por qué nos necesitan.

Y es que la guerra contra el narco produce entre la población ese sentimiento de exasperación de que no se puede hacer nada contra el narco. Estos juegos del poder solo tienen el fin de amansar el pueblo que está, desde hace años enfadado con el gobierno corrupto que surgió de la Revolución mexicana del siglo anterior y harán, hasta lo imposible, por tratar de detener al verdadero México, el México Bronco, que parece que nadie quiere, como el Tauro en el laberinto, dar con él.

Suerte.

Placeres comunes

Hoy es viernes y qué no quisiera yo andar de parranda con los mí­os. La verdad, bien pudiere andar por el rancho acá en Suecia dando rienda suelta como dios manda, o sea, al puro estilo Tj pero nix. Los años me han aplacado, o quizá la familia me tiene en las garras, porque dentro me queman unas ganas por andar de parrandero, pero no, heme aquí­ escribiendo sobre unos chips que ni siquiera aún introduzco como tema principal de la parrafada a seguir.

Y es que las memorias me ganan y las lecturas que uno hace de las redes por la internet conducen inevitablemente a ese mundo quijotesco cuya geografí­a está marcada por el dolor del movimiento ocular ante la letra. Los achaques no se hacen esperar y la goloseada de las letras produce ese inesperado acto consumativo de literatura chatarra que solo los medios de información masiva saben autogenerar. 1Sobredosis de Generación C.

Y al fin podemos hablar de los chips o los totopos como algún empresario despistado del sur del México quiso nombrar a los nachos. Y es que me viene a la mente que siempre se nos ha acusado de ser un tanto pochos, no mexicanos y no tener costumbres como las que se tienen en el resto del paí­s. En la escala mexicana terminamos un poquito más abajo de los gringos y todo porque mi gente nunca supo celebrar el Dí­a de los muertos o otras costumbres netamente del interior de México. Nunca, por ejemplo, supimos lo que era celebrar la calendarí­a ni mucho menos andar con eso de los tres reyes magos. Quizá la intromisión de dos culturas en un solo ámbito y con diferentes celebraciones era demasiado para la gente del pueblo. Así­ pues que la nueva ola masiva de gente del interior del paí­s vino a burlarse de la falta de tradiciones en mi familia por el simple hecho de que los advenedizos de ese entonces en Tijuana nunca supieron entender el fenómeno de la inmigración y los estragos que significa adaptarse al nuevo terre. Nuestros padres que llegaron primero al terre y sus hijos después sufrimos la humillación de ser acusados de ser pochos en nuestro propio terreno porque a la gente le causaba un escándalo que no se celebraran las costumbres del centro del paí­s en un lugar como Baja California. Fuimos y semos castrados de la conciencia mexicana porque no logramos adquirir ese ideal mexicano que está tan lejos del Tijuanense.

Y bien, por fin a los chips de los que he venido queriendo hablar. Y es que me acabo de comer unos chips que una tienda tipo conasupo del pueblo produce. Los compré por el simple hecho de saborearlos y dar mi opinión al respecto. No que mi opinión vaya a producir estragos en las bolsas de valores del mundo entero pero veo que sí­ hay una diferencia en el chip o la paranoia por los productos sintéticos y el maí­z transgénico me traen a mecate corto como dirí­a AMLO. Fue una simple observación que en realidad no merece todo este discurso pero ahí­ tengan ustedes que mi vista no vio vida en el chip como un buen chip deberí­a de hacerlo sino que la textura representaba deformaciones monstruosas sin par alguna que haya visto anteriormente. Y ahí­ me tienen, degustando del monstruo aquel.

Y es que no hay orgullo por lo de uno ya. Qué será de lo mexicano más adelante no sé, la mera verdad. No estoy ya ni siquiera una pizca seguro de lo que el futuro representa para el mexicanismo. Quizá nunca lo sabremos no porque no sepamos sino porque no queremos ver lo que ya sabemos de antemano: México tiene un futuro negro, está lleno de ladrones cuyo interés es despojarnos y hacer de México añicos porque la verdad sea dicha, el mito del mexicano nunca será lo que dicen que es.

México es ya una fantasí­a estilo Narnia, estilo Mordor porque decir que es un Comala serí­a ya rinderle honores que no merece.

México ha muerto, Viva México.

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1Meet Generation C

Oasis sueco

El pequeño pueblo de 900 habitantes y tres iglesias en donde hago vida amanece estos dí­as lleno de escarcha. El zacate luce las quemaduras de las ondas gélidas que invaden la madrugada y el cielo estrellado presume su vestido estelar sin ni una nube a la vista. Así­ es por acá, despejado por la noche y nublado por el dí­a. Es muy tranquilo este paisaje que pinto y la verdad es que es un oasis vivir aquí­. Noviembre está calmado.

Salgo al frí­o a recoger mi periódico local y leo los principales titulares. La gran noticia de este dí­a es que la cocaí­na está por llegar al pueblo. Y me pregunto, ¿hubo algún dí­a en la historia de Tijuana así­? ¿Hubo un dí­a un temor similar en donde las drogas escandalizaban a la población como el escándalo que se vierte en las páginas principales de mi periódico local y quienes intentan realzar la problemática entre la población?

P.S. 23 de Noviembre del 2008:

1La narrativa polí­tica de mi ciudad natal cada dí­a se ve violentamente arrinconada a una distopí­a en donde a fuerzas nos quieren hacer creer que ”no pasa nada”.

Confieso que este tipo de titulares me dan una risa interna. Y es que me asombra la ingenuidad que aún existe en el mundo o en este caso el pueblo sueco en donde hago vida. El crimen los espanta de tal manera que ni siquiera caen en cuenta que así­ quisieran tener la vida muchos otros pueblos del mundo. Qué no darí­an por un dí­a como este allá en Juárez, Chihuahua. Lo que aquí­ ocurre es mero vandalismo comparado con los problemas que confrontan ciudades fronterizas como Tijuana o Reynosa. Aquí­ les causa un escándalo de proporciones titanacas que uno que otro escuincle le de por tatemarse unas choritas o hachí­s. Ya vieran las organizadotas que se dan ante el peligro eminente.

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De por cierto me doy cuenta de una especie de anonimato que está surgiendo en este tipo de pueblos que durante años viví­an aislados de las grandes ciudades. Una de esas cualidades de mi vida citadina que adquirí­ allá por Califaztlán era esa especie de anonimato que uno podí­a disfrutar. Aquí­ les da risa cuando les digo que viví­a en un pueblo chico allá en México, mi pueblo, les digo, tiene solamente dos millones de habitantes. Las sonrisas no se hacen esperar.

Y no exagero, por este humilde blog andaba un lector buscando materia sobre los salorios que existen en el centro de la ciudad de Tijuana. Los salorios eran/son una especie de cuadros de cemento en las banquetas principales de Tijuana que contení­an/tienen una especie de texto cuya palabra principal era/es Salorio. Para los que crecimos en el centro pisar esos cuadros en las banquetas era un rudo despertar que no dejaba a la libre imaginación espacio para desarrollarse a gusto. Lo que solí­a pasar era que si ibas en compañí­a de amigos pisar los salorios era dar licencia de una buena rienda de patadas en las pompis o el culo para ser más grosero. Y no habí­a chance de quitarse de encima la lluvia de patines que le propinaban a uno hasta decir, tengo entedido por el lector en cuestión, vacaciones. Así­ que caminar las calles del centro para uno era andar bien despierto, no habí­a que dejar el day dreaming hacer de las suyas en uno. Lo curioso de este lector, para no desviarme más del tema, es que resultamos ser medianamente conocidos, tenemos puntos de referencia en común, por así­ decirlo. Por ende que en Tijuana, hasta no hace mucho, se nos acusaba de ser un pueblo bicicletero. Mas aún así­ habí­a campo para el anonimato, no todo mundo te conocí­a si te salí­as de tu rancho, por ejemplo.

Ahora, al salir al trabajo, me percato que todos los viajeros del autobus guardan una especie de anonimato nuevo. Y es que sé que la mayorí­a de los viajeros son usuarios de internet y tienen sus páginas donde guardan sus cositas como yo guardo las mias aquí­ y nadie del bus, o del pueblo, sabe que tengo esta página, por lo menos creo eso. Amén de que sé que no haiga demasiados que sepan español, aunque Google está haciendo maravillas con su programa de traducción gratis por estos dí­as y no son exacmente lelitos que digamos.

Esta especie de anonimato es a la inversa de la que se vivirí­a en las grandes ciudades, la diferencia es que aquí­ sí­ se conocen todos a todos y la red les brinda ese ansiado anonimato que los de grandes ciudades pueden gozar dí­a a dí­a.
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1Observaciones de Esquina Tijuana delatan la farsa que el poder polí­tico emplea no ya para consumo local sino para taparle el ojo al macho y es meramente para consumo internacional.

Música sueca

Veronica Maggio es la adición más reciente a ese repertorio de música sueca que suelo escuchar con sumo interés. Aquí­ debemos de confesar que este blog no se caracteriza por su música y los intentos por crear una categorí­a aparte sobre este tema es prueba fidedigna de la pobre situación de este tema aquí­ en las oficinas de Tijuana a secas. Es pues cosa de consternación enorme entre los ejecutivos de este blog que el correo de entusiastas en este respecto ha disminuido de tal manera que nos vemos obligados a reaccionar ante la magra respuesta de nuestra parte y las protestas recibidas a fuera de nuestro edificio particular por el oí­do sordo que prestamos ante este tema tan popular. Henos pues aquí­ haciendo el esfuerzo de satisfacer ese morbo curioso por querer saber que tipo de música entretienen los vellos negros en los orificios que conducen a la mancha acústica del nuestro sáculo.

En este genero podemos agregar a Viktoria Tolstoy, Bo kasper orkesta:


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Otros buenos clips de Bo Kaspers van en forma de vinculo: Allt Ljus Pí¥ Mig, Amerika y Puss.

En el genero de speedrap sueco podemos constar que hemos prestado oí­do al ritmo sueco en este ramo. Uno de nuestros favoritos de reciente para acá ha sido la buena gente de Afasi y Filthy.

Otras: Hej Hej, Jobb, y Bomfalleralla.

Amor

Borat explains religious love and the teachings of Jesus Christ:
Borat explica Agape religioso y las enseñanzas de Chuy Rey a la vieja usanza, amén bro!

And then they wonder why I no longer believe in the Judeo-Christian religion!

Y después se preguntan algunos por ahí­ porque resisto creer en la religión Judeo-Cristiana!

Original feed in English: Monk Brawl.

Original feed en buen cristiano: Pelea entre monjes cristianos