Intrí­nsecamente la moralidad es como un programa que esta running en el background , así­ como en una computadora you know? You know que hay varios programas running behind la compu para run los programas que uno utilize. Así­ por igual uno, siempre anda uno midiendo lo que uno va a hacer, yo sé que está en me to do lo que se me de en gana, mas la balanza está siempre presente right? Measuring, calculating, isn’t it right? Am I gonna get away with it y así­, tramando, always tramando, so so inocente el alma no es, lo rehuso creer, es siempre una negociación, si el puto de Nicolo Machiavelli (1469-1527) viviere y saliese con sus mamadas esas le hubiere dicho, como Logovo me dice, mochate buey.

Es como un regularizador, los valores no existen más allá del qué dirán. Los valores en una sociedad son más catalizadores de lo que uno cree, por mucho que uno se las pinte de Yo, y yo, y yo do whatever I want, la verdad es más obvia de lo que lo imaginamos. La rebelión es obvia, es una cadena, el ser humano es restringido por esos viruses internos que llevamos de lo que es correcto o no, manejamos este continuum de lo correcto y lo malo como un trapecista.

Me da risa escuchar Radio Latina aquí­ en Estocolmo por las tardes: son las tres de la madrugada y el tráfico blah blah. También se me hace raro los anuncios en busca de pareja. ¿Quién en su santa madre está escuchando buscar pareja por la radio a las 3 de la mañana? My God, se me hace tan conservador eso, aunque aquí­ en Suecia tampoco son muy libertines ¿eh? Si apenas están saliendo con los anuncios en los periódicos de esos que buscan pareja en fin,se me hace chistoso que busquen pareja a las 3 de la mañana.

Debo de confesar que todo empezó justo en Tijuana por la calle séptima, una cuadra antes de llegar a la hoy extinta y ya parte de la memoria colectiva Tijuanense, La Ocho. De por cierto, para los que no saben, en Tijuana existe la maldición de lo efí­mero, nada dura más de 30 años con presencia fí­sica en esa ciudad, bueno, quizá exagere, pero las estructuras citadinas duran poco, en fin, ¿’on iba?

Oh sí­, empezó en mis dí­as Punk, me corté el bigote. Serí­anse mis 17, 18 años u algo así­, pero la presión social fue demasiada, así­ que andaba con un mohawk y mi bigote. Mi compa de aquel entonces de esos desmadres me dijó que por qué no mejor me quedé lampiño, me miraba más radical.

El pelo en la la raza mexicana, por lo menos esos que yo conozco, y esos son los mexicanos conque yo crecí­, lo velludo es esencia que marca la masculinidad, el vello en un hombre es bien visto, por eso el adjetivo lampiño tiene tintes negativos casi equivalente a la impotencia.

Tengo años que no me dejo crecer el bigote, la barba nunca me paso y ni me pasara de seguro.

Ese jale empezo allá en Los, trabajaba yo en un Round Pizza, la primera Round Pizza de por cierto, trabajé con los meros dueños de ese negocio y de’on salió la idea esa, traiban sangre rusa y sueca los bueyes, lo sé porque los herederos del congalillo ’on jalaba en el El Camino Real en Menlo Park allá por los early 90’s eran casi de mi camada y cotorreabamos.

Fue cuando sentí­ la presión, el bigote me hací­a sentir demasiadamente mexicano, y es que mi bigote es de pelo lacio, y me crece estilo Zapata, así­ que ya sabran, queriendola hacer de gabacho cedí­ ante la presión, me corté el bigote allá por el 1990 y desde entonces no me lo he dejado crecer. Las razones por la cual lo hice, en retrospectiva, fueron dos, sí­, querí­a hacerme pasar por gringo, estaba ilegal y la otra por cuestiones de inferioridad y vergíüenza de ser visto como Mexicano, simplemente era mas fácil parecer un nativo y esconder mi complejo tras mis facciones lampiñas.

Curiosamente aquí­ en Suecia ocurre algo similar con mi pelo, no me lo dejo crecer porque mi pelo negro y largo no conformorí­a a esa identidad perteneciente a la sociedad sueca. Mi melena, la cual tengo mas de 18 años sin dejar crecer serí­a rara aquí­ en Suecia, me incomforma estar greñudo y me hace sentir más extranjero de lo que de por si ya soy.

Que loco, quién iba pensar que un aspecto biológico y natural como el crecimiento del pelo en mi persona fuera un subibajas de autoestima en mi vida, pero así­ es y sin duda hasta marcado y cicatrizado estoy ya por eso, pero así­ es la vida, en proceso del rasuramiento también rasuré más que pelo y gané una nueva perspectiva diferente, como quien dice tuve que cortar mi pelo bajo las demandas de otras sociedades para ver sin pelos la mia.

Leyendo el blog de North-Wo-Man me di cuenta que ya era hora de poner en letras un tema existencial que me ha traido a carrilla por más de la mitad de mi vida, o sea esos tres aspectos de mi vida que rigen mi manera de ver las cosas.

O sea la edad.

Yo siento (el alma más bien) ser joven (14 o menos please) pero mi mente dice que la sociedad no acepta un hombre de 37 años comportándose como tal y lo peor no sé comportarme mi edad. ¿Qué pasa here?

Quizá sean los valores de la sociedad los cuales me reprimen, o más bien los que utilizo para reprimir mis más sinceras sinceridades. Fuera por mi me valiera verga todo y harí­a todo lo que se me pegara en gana, pero no, es mal visto hacer lo que un hombre de 37 años puede hacer actuando como si tuviese 14 años. Lo peor de todo, la misma sociedad te lo recrimina, desde el más pequeño, adolescente, hasta el más ruquito, ahí­ andan cagandole el palo a uno que uno no debe comportarse tal y cual, váyanse mucho a la verga todos bola de putos hijos de la chingada.

Y más se las miento a esos valores que me inculcaron por hacerme reprimir sólo mis impulsos joviales porque eso es ¿no? Es como un pinche virus.

Como decí­a, no sé comportarme como un hombre de 37 años y mucho menos sé actuar como uno, por eso ando muy retro a veces. Yo crecí­ en un ambiente donde el ideal de lo adulto era siempre un puto traje a la men in black. Tipo 50’s style caaa’brón. Acá, me wacho bien acá con un fedora hat y todo ese desmadre ¿no?, Car 54 you know. Me cae de madres que yo no sé ser adulto. Hubiera prueba de esto no pasarí­a ni de pansaaazo caaa’brón, al menos que las pinches birrias hicieran el paaaro, pero ni así­, me cae sí­ no caaa’brón.

Lo único que me hace acá rucoide es que me doy color de más cosas que los morrillos ¿noo? o cuando los pinches mocosos de repente me dicen Don pinche wake up de la chingaaada caaa’brón. Acá entre uno se dice mentalmente ¿what? ¿Yo?, ¿Don? ¡Fuck you little brat! Sí­, dime …

Pero la mayor parte del tiempo permanezco inmune ante las etiquetas esas que dicen como debe de ser un hombre de 37. Es imposible vivir una edad. Uno no vive la edad , ¿Qué es eso lo que uno vive si no es la edad? Vete tu a saber, yo no sé, me cae de madres sí­ no. Lo que sí­ sé es que es una cosa jovial lo que inunda al espí­ritu dí­a tras dí­a y por eso es mejor quizá que sea la carne la que envejezca y no el espí­ritu si no estuviéramos más chingaos de lo que estamos, me cae sí­ no.

Por fin he podido solucionar parcialmente mi problema del tecleador pero a punta de más trabajo, o hago copy-paste o uso las funciones de Alt+164 y demás trucos como los que enseñan en esta página, el problema esta claro que me quita un guatoresto de tiempo y concentración, y todo por respeto al pinche idioma, en fin, el post de hoy va sobre la psicologia que he venido observando entre los aficionados al blog o como una gabacha por ahí­ dice reverse voyeourism ….

Existe una especie de obligación al escritor, y entran al blog dejando disculpas de su ausencia como si hubieran dejado su propio hogar dí­as enteros. Hey, yo no soy su padre para empezar, basta con una sonrisa para saber que estuviste aquí­ y ni siquiera eso, en este blog no existen aduanas ni mucho menos se anda fí­jando quién entro sin dejar mensaje, si quieren dejar conversación orale.

Existe también una especie de sentido de culpabilidad por no tener actualizado el blog y las disculpas no se hacen esperar, en otros casos adoptan una manera de berrinche ante la practica del blog y se rebelan del acto. Hey, Esto no es obligación de nadie, es sana y pura diversion y que alguien venga a leer no es problema tuyo entretenerlos. El chiste es que salgas tu entretenido, no el lector. ¿Quién hace todo el jale y paga la internet? ¡Tú buey!

Existe también el lector recriminador, Hey! no has posteado, cuestión de la cual el escritor de este blog ha pecado númerosas veces de por cierto pero venga, al menos que sea tu amigo muy personal este acto realmente contribuye más a la mala fama del lector que del escritor del blog.

Pero lo más curioso es cuando la raza se queja de que alguien entro al blog sin previo permiso, que yo sepa el blog puede permanecer privado, que se metan a este business sin saber marcar el cuadrito de hacerlo public o no no es mi bronca, me cae.

En fin, esas son mis observaciones ….

La Protesta por una Tijuana Digna, el 29 de Mayo de 1994

Casi casi rehusaba escribir hoy porque mi pinche tecleador resiste darme acentos y ~~n, as´´i como lo ven salen los perros hijos de su misteriosa actitud y poderes ultrasecretos, no s´´e ni ma´´iz al respecto as´´i que uff! ni idea de esos enigmas. En fin, la cuesti´´on es que me consumio casi todo el d´´ia tratar de entender este mal que aqueja a mi keyboard.

Que loco, hoy me puse a escuchar un cassette que saque de mi congelado garage, bueno, no es tanto un garage, es como una especie de casa/choza, en fin, fui a ver mi coleccion de cassettes que por estos dias ni pelo, si a lo mucho saco mis grabaciones de radio que hice la ultima vez que estuve alla. Me traje todos mis cassettes que grabe en los late 80’s y los 90’s a Suecia.

El cassette del que me acorde fue por la matanza que ocurrio en el Ruben Hood y al varios de los blogueros Tijuaneros se pusieron a comentar el hecho, en particular el PGBeas, Angel Decadente y BR hizo que sacara de su congelador los sonidos, ruidos, voces, y demas ruidos citadinos que logro capturar lo grabado.

Fue ya casi 10 anyos de ello: La Protesta por una Tijuana Digna, el 29 de Mayo de 1994. Empezo por la Torre de Aguacaliente y termino en el Parque Teniente Guerrero, segun el locutor de la radio 88.7FM asistieron un poco mas de 2000 personas a eso de las 11 de la manyana.

Cantaron el himno nacional, y juraron ante la bandera, curiosamente tras un fondo de las campanadas que entonces daban las 11 en la Iglesia de San Francisco de Asis, muy buenos discursos y mucha gente molesta mas creo que esa protesta fue mas por el mal nombre que Tijuana estaba adquiriendo que por protestar por la violencia. La violencia que siempre ha caracterizado a Tijuana, es tan parte de ella como ver los cerros de San Ysidro.

Escuchaba esas voces y los gritos de aprobacion de gente joven ante el discurso mientras procuraba arreglar mi problema en el tecleador, se dejaba escuchar una ciudadania enojada por la mala reputation, quejandose de los medios y los reporteros que ’magnimizaban’ la violencia para ganarse lectores mientras la ciudad se ensuciaba mas. La leyenda negra vivia su resplendor oscuro.

Quiza sea hora otra vez de hacer hincapie ante estas olas de violencia.


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Saludos a todos los diseñadores mexicanos, espero poder compartir trucos y tecnicas de diseño con todos.

Ahí­ va una para el mentado WOMS y su humor quasinegro, separatista y sus reprimidas intenciones

Es bien sabido que existe un mito al cual muchos mexicanos se subscriben. ¿Qué es ese mito? El mito de echarles en cara a los mexicanos que se van del paí­s su dizque alevosí­a.

Existe un cierto resentimiento dentro del Mexicanismo puro que promulga en echarles en cara a los mexicanos que se van de la madre patria que ya nada tienen que ver en México, no pueden por ende, andar opinando sobre los menesteres de la nación.

Por suerte tenemos ya una corriente dentro del mexicanismo moderno que lucha por nosotros que estamos en el exterior por demistificar este mito separatista. Por ejemplo, los mexicanos desde hace más de 3 años atrás podemos tener doble ciudadania y pronto podremos votar en el extranjero. Lástima que Bucareli no haga más pero esa es bronca para otro dí­a, hoy haremos trizas ese agridulce comentario, tí­pico del mexicanismo al cual WOMS se subscribe, de decir la verdad bajo risas tan serias que hasta le agraderia al más pesimista ermitaño.

En su post titulado La Primera Dama y mi pesimismo fechado martes, enero 20, 2004 escribió nuestro buen defeño, o chilango como mejor se les conoce y por lo que entiendo, ellos mismos se hacen llamar ya, ¿o es defectuoso? en fin, escribió algo que llamo la atención del escritor de este blog al cual rápido puso su punto de vista para contribuir a la discusión.

Y dí­ganme, ¿cuál fue la respuesta de ese blog ante los comentarios del escritor de este blog? ¿Quí­zá la profundización del tema? ¿Quizá una contradicción a mi opinión?

Nope: esto es lo que se le contestó, pero primero lo que escribí­:

A mí­ me importa poco que tan diablesa sea con tal de que llegue al poder, serí­a un experimento interesantisimo ver una dama como presidente de México, a ver si así­ de verdad le salen los huevos al machito que se hace llamar México

Julio Sueco | Homepage | 01.21.04 – 2:15 pm | #

contestación:

Julio, gracias por opinar, pero te digo como te decí­a el chango, tú estás a salvo y lejos del problema carilla sana. A mí­ sí­ que me gustarí­a ver una mujer en la presidencia, pero no, a Martha no

Armando | Email | Homepage | 01.21.04 – 5:44 pm | #

Jajajaja, hay que reirnos, es carrilla sana ¿no? Para que tomarlo en serio, n’ombre, ¿de seguro lo dijo en broma? Jajajaja

Mas yo sé en que manera lo dice el chango 100. sé su postura y por qué lo dice así­, mientrás que tu Armando no, la diferencia yace a simple vista.

Cuando Armando me dice: tú estás a salvo y lejos del problema me esta diciendo que yo no tengo por qué opinar ya sobre los asuntos de México. Esa es la diferencia.

Por mucho que te escondas tras esas risillas Armando, yo soy el futuro, y sí­ tengo mucho de que opinar, te guste o no te guste que este en Suecia y sea Mexicano.

Para mi detrimento no se canalizar mi coraje muy bien que digamos, y mucho menos sé como mostrarlo sin esa caracteristica machista del hombre de que todo lo resolvemos con violencia. Sólo sé que si alguién me puntializa mis desaciertos se prenden en mi lumbres incredulas en el cuerpo y las ventanas del alma sueltan chispas de soldador cegadoras que me encandilan por unos minutos. Mi ira es tan viva que cuando más necesito de una sana cordura y postura de acero mi contricante abusa de mi debilidad al mostrarme su faceta resplandeciente, luciendo su aura de la verdad enfrente de mi.

Lo peor, me pongo a negar la palpitante y obvia verdad enfrente de mi, mi mejor defensa, según yo, es no ceder por muy erroneo que este. Mi estrategia inútil me ha conllevado a tener más problemas que soluciones y hacer enemigos sin el mayor esfuerzo que ignorarlos completamente. Me enardece el orgullo y odio estar equivocado, por eso mi descontento no tiene lí­mites, y más cuando me hacen ver mis errores. Lo equiparo con un ¡mira idiota, tus pinches pendejadas estupido! pero diplomaticamente, de dónde ha surgido este comportamiento no lo sé pero sé que lleva rato conmigo.

No sé como ver que estoy equivocado porque según yo, lo que haga, por muy superficial que sea, tiene merito. Lo pesimo es tener que escuharme después del arguende arguyendo los meritos del contricante, digerirlos y llegar a la conclusión de la verdad que antes estuvo delante de mi. Este aspecto de este proceso ví­lico no tiene próposito más allá de terminar en dejarme en vergíüenza pues me hace caer en cuenta que me hace comportarme como un idiota.

Quizá el único próposito de este mal es que el superyó toma las riendas de la realidad, por un momento la pasión de lo que yo me creo se enciende al rojo vivo y la razón de ese superyó no cumple realmente su función pues si ha deprotegerme termino totalmente ridiculizado. Aquí­ la humildad me me ha dado a veces muy buenos reditos en terminos de conocimientos pues tras el error aprende uno y hasta en veces el proceso sólo ocurre si tan sólo dentro de mi. Muy pocos veces he desplayado públicamente esto y la mayoria de las veces es si tan sólo un subibajas de emociones internas, mi diplomacia, por muy cruda que sea, termina convenciendome que tomar las cosas con calma es mejor que una tormenta de vituperios.

Don toribio

Un ruquito llegaba con su carroza llena de frutas a nuestro vecindario allá por la calle Tercera. Jamaica, piña, sandia, naranjas, uvas, papaya, y mangos, hmmmm, mangos, de niño esa era la tentación. Una vez hasta me robé un bola que un mecánico dejó en su taller, lo hice trizas y después fui con mi cara de niño a decirle que si me lo canjeaba por un mango. Supo rico, la tentación y el crimen en mi paladar. Las frutas son algo especial, en Tijuana hacen unas ensaladas bien ricas. Les ponen cottage cheese, miel, pasas. Los más caciques llenan de manzana y platano los platos, y el tope es puro adorno, más si le ponen fresas, y los exquisitos son las que vienen cargadas de mango, papaya.

Aquí­ en Suecia las frutas de mi niñez adquieren un status migratorio bajo las auspicias de lo exótico. Me las arrumban a un rincón donde resaltan por su inusualidad y muy pocos se detienen a verlas, olerlas, admirarlas, sólo yo, y los demás que como yo que las han vivido. De immediato entro a otro mundo en esos estantes y la luz que las vuelve a ellas diferentes de repente cae sobre mi. Yo también soy diferente y como a ellas, el descuido es aparente. Se miran pasadas, arrugadas y unas en su punto ni quién las pele. Les paso mi mano, la piel tosca de la piña, el cascarón peludo del coco, a veces queriendo sentir algo en ese mercado sueco que sé no es posible, pero sí­ me transporta, a otro mundo y una sonrisa se me refleja. No hay mucho sueco dándose la vuelta por esos lares, si acaso una vuelta como en un museo, viendo pinturas de lejitos, con ese interes de fine coture.

Aquí­ los mercados no saben tratar ese tipo de frutas, mucho menos las verduras. Hasta hace poco tení­an los aguacates en la zona frí­gorifica hasta que se percaratón que duraban y se maduraban mejor bajo temperatura normal.

Las hierbas como Yerba Buena y el Cilantro son raras también, antes sólo las vendí­an en polvo, ahora de vez en cuando me encuentro cilantro en la gran ciudad y cuando paso por sus lado me doy un jalón bien chilo, huele a México, vuelvo a mí­.

La vida cotidiana tiene sus fundamentos en el otro lado, opuesto de lo inusual. Para más de las personas, este mundo de la rutina nos llena la vida de cosas monótonas y hay veces que los huecos que la soledad crea son llenados por sentimientos que más de las veces llamamos inspiración, musas, estados alterados y cosas así­ por el estilo. Por eso, la madre de las invenciones surge a través de lo cotidiano. No tenemos ni la gracia de darle a esa cruda realidad (el cerebro aburrido de la compañia de su dueño) el crédito que merece por sacarnos de ese pantano llamado ensimismamiento. Aludimos cualquier momento de genialidad a poderes ultranormales. La cosa es más sencilla delo que se cree, al no tener nada que hacer mas que escuchar el tripeo del ego el cerebro se aleja de nosotros, nosotros, quienes nos creemos los grandes dioses, hechos a semejanza de Dios, se aburre. Nosotros no tenemos a ningún lado a donde ir pero el cerebro sí­, es toda una fabrica de montajes, un taller dispuesto a construir y desconstruir. El cerebro se va al Génesis, hurga entre sus genes ideas de otros, sus antepasados. El cerebro no quiere estar con nosotros y se larga al momento de realizar que se ha quedado sólo con el ego, se pone a componer y deja al cuerpo en estado total de abandonamiento. La musa no es mas que un momento de soledad, de aburrimiento que causa sufiente distracción para que el cerebro tome control de si mismo, para hacer lo que más le gusta hacer: largarse del ego que por más de las veces se la pasa quejandose de si mismo.

Como no podemos admitir que una cosa tan simple como las neuronas de nuestro cerebro son capaces de hacer las cosas que hacemos bajo el total dominio del cerebelo atribuyimos estos dotes a deidades suprainteligentes porque así­ dice la vida hemos de comportarnos, queremos ser los elegidos, queremos ser la mano derecha de dios. Queremos ser más allá de los demás, pero el cerebro es más simple, más normal, cotidiano pues. Traidores a nosotros mismos.