Aeródromo de Madrid (Barajas)

Una barra en un bar, parados, Aeropuerto Internacional de Barajas, Madrid.

– ¿Kent?

– Para el dí­a que escojiste y no hayas sabido que se iban a casar hoy, tuvimos suerte, ¿no piensas igual?

– Sabrás, como todos los demas, que Euskadi es mi tierra de corazón.

– Interesante, ¿te opones, a esto?

– Como decimos en nuestra tierra, me vale madre, o seamos locales por una vez, me cago en Dios.

– El famoso Barajas, creo que fue construido por labor esforzado, uno de esos tantos proyectos que Franco hizo cuando mando a tanto desidente construir tanta estructura para su gloria, ¿será verad?

– Estás loco, completamente desquiciado y carente de información, y deja de meterme los cabellos detrás de las orejas huey. Se empezó a construir antes de la guerra civil, 1932.

– Disculpas, se que estoy proyectando, pero es que la traigo dentro de mi aún …

– Pues lo lamento cielo pero mi pelo no esta para tus consuelos.

– Nos vamos en taxi o en bus?

– Los choferes de los buses siempre me dan la impresión de que nos ven como viles vacas de campo, mejor un taxi, aunque nos cueste un duro más.

– Sí­, es Kent, Himmelskdrog, quién sabe a quién en el aeropuerto le dejaron el corazón en Suecia, o por lo menos algo tiene que ver con escandinavia. ¿Esta bien esta barra del aeropuesrto no?

– Definitivamente, hay que venir unas horas antes de volar para tomarnos unas cuantas copas para ver aviones despegar.

– ¿A estos precios?

– ¿Eres de Monterrey o de Tijuana?

– Ah ¿sí­?, ¿ya nos llevamos tan bajo querida?

– Vamonos huey, las tiendas cierran tempra hoy de seguro por esta mamada de estos monarcas y sus putas nupcias.

Anima

– Hmmm, ¿Carl Jung?

Capí­tulo primero: tendrás que personificar tu lado femenino.

“The second most prevalent potential patterning is that of the Soul. Here we meet our inner opposite. Males meet their Anima (feminine soul); One might look on the concept of anima-animus as a kind of yin/yang solution to the duality of human sexuality. Underlying every male is a female side – which he calls the anima, while the respective archetype for the female, i.e. the maleness principle for the female is the animus.”

– ¡Aló!, soy T.

Wow, ¿no serí­a mejor resolver el misterio de la vida? ¿Qué no dejé algo escrito por ahí­ la última vez que me encontré en el aeropuerto Juárez? Usch, pinche aeropuerto, ni una fuente de agua hay para el pobre incauto como yo, en fin, no quiero ponerme de mal humor, déjalo ya. A ver, ¿dónde deje ese bloc? Oh, sí­, allá. Ni modo tendré que pararme, mira, la ventana, tendré que limpiarla, oh, también tendré que pasar la aspiradora por el piso? ¿Y esa piedrita? Me ahorraria muchos problemas si usara calcetines, pero no, me gusta andar descalzo …. Ah sí­, ya habí­a experimentado con eso antes:

Me causa risa.

Y es que ayer me puse el pañuelo rojo, mi paliacate, en la cabeza, bien Aunt Jamina, dulce para hot cakes, and just as flat.

Lo que pasa es que me confunden con macho.

Yo no tengo chichis.

Es muy raro el hombre de mi vida, pues piensan muchos bien gay los hueyes.

Ya bien bichis las manos los buscan (quieren tanto algo que no hay) y he sentido muy pocas las palmas de un hombre alegre con mi busto.

Mas el gusto dura poco, el masculino, pienso a veces, ansia tocar senos plenos y voluptuosos.

Conmigo, sí­, yo, son contados ellos que han sabido amar sin andar de mamones.

Vaya, ¿eso quedrán decir? Pobre de mi anima, sufre la buey, qué va, es bien perrona la huey, qué no ves? ¿Tendré que irme a Silicon Valley?

Entre nous soit dit

-Los compraste?

El shopping mall era grandisimo, exagerado, pero lo curioso era que entre todo ese glamour como Louis Vuitton, IKEA, Jens of Sweden etc etc, un sólo negocio resaltaba como ningún otro, era una tienda de libros usados, El Sefardita, que nada tení­a que ver con judaica si no todo con tradición y obstinación, el dueño rehusó vender su propiedad a los grandes consorcios. La historia dice que era de un clan de judí­os húngaros que fueron rescatados por nada menos que el mismí­simo Francisco Franco. Les expedí­a, según cuentan, documentos falsos atestiguando que eran sefarditas y así­ poder darles nacionalidad española y junto con Raul Wallenberg de Suecia, sacaron a muchos así­. Quién sabe como vinieron a dar Estocolmo, de seguro extrañaban la nieve, el caso es que ahora le pertenece a una ahijada de este último la cual tornó la librerí­a en una parada obligatoria para culturosos del esorétismo. El caso es que ni el cabildo local pudo hacer que el señor vendiera su local, antes habí­a una hilera de otros negocios que sí­ sucumbieron a las ofertas tentadoras que los inversionistas ofrecian por esas propiedades con más de 70 años de haber permanecido ahí­. Quedó practicamente en el sotano del shopping mall y era la unica tienda con una fachada de madera y fuera de lugar. Entra uno y el olor a incienso es fuerte y la música un tanto hindú, no sé ni que ideas tenga esa mujer, pero creo que es de los llamados Flower Childs, de por allá del siglo pasado.

– Sí­, Skyways, ¿no pasa nada verdad? Me salieron en menos de 100 dolares para los dos, ida y vuelta y todo el fin de semana.

– Cool, entonces podremos pasar al Vikingo, ¿te acuerdas? Es ese bar que no abre sus puertas hasta las 3 de la madrugada.

– ¿Cómo no? Si fue la salvación aquella noche de violencia y pasión, jeje, fue cuando me dieron ese beso a escondidas en esa oscuridad repentina entre una canción y otra, no sé ni cómo me lo plantaron. Lo curioso es que no pude resistir la tentación de aceptarlo, como si lo hubiere estado esperando toda la vida.

– ¿Vamos al Sefardita? Ando buscando un libro para escritores, quiero ver si hay uno que me diga cómo hacerlo, no tengo la menor idea de cómo empezar, y creo que “Habí­a una vez…” no es un buen comienzo.

– No seas sangrón, los escritores no se hacen con libros así­, se lee a grandes escritores y luego los copias, imitas, creo. Oye, pero si tu casi ni lees, bueno, a parte de esa gran obsessión que te agarró con el japonés Yukio Mishima hace dos años atrás no te he visto leer mucho de otros.

– Darling, darling, darling, si supieras la biblioteca que tengo, eso sabrí­as si pasaras más tiempo en mi departamento pero no, soy yo el que te tiene que rogarte para que hagamos cosas juntos, mira ya llegamos.

– Oye, de por cierto, leí­ el post de tu blog ayer, ¿femme fatale?, tsk, como te atreves?

– ¿Y por qué se te dibuja esa sonrisa?

– … pero deja te digo, leí­ el blog del músico que te regalo el CD, parecí­a molesto en su post sobre lo que te dijo de tu amigo, ¿qué pex con eso?

– No pasa nada. Mira, este volumen, Zionism, por Albert Einstein, ¿te dije que la mejor canción de ese CD me parece ser la de Foráneo, del grupo Point Loma?, mas la que más se acerca a naked music es la composición que lleva por titulo 14-c2 del grupo Vlisa, Argentines off course.

– Albert Einstein, ¿zionista? ¿Cuánto vale el librito? Ya prestame el CD mejor ¿no?

– Vamos a la sección más vieja, quizá encuentré algo ahí­ de los griegos, esos parecian tenerla hecha con eso de las escrituras ¿no?

– Qué sangrón, ¿por qué no escojes mejor un libro de mexicanos o de perdida de leyendas y mitos mexicanos para esa veta de imaginación tuya que quieres explotar? Digo, y falta por ver si estan las famosas ideas ahí­ para minar, digo…

– Jajá.

Epí­stola a una auténtica femme fatale: mi amiga

Estocolmo, Suecia, a Jueves 20 de Mayo Anno Domini 2004. Dí­a de la Ascensión de Jesuscristo. Cielo nublado, hubo un poco de calor, y el clima daba una ligera brisa fresca.

Adorada mia:

Hoy vi volar gaviotas. Tengo tanto tiempo viendo cambios en mis entornos escandinavicos que nunca antes me habí­a percatado de que las gaviotas también parten de aquí­ durante el invierno, así­ que fue una grata sorpresa ver esas aves blancas en los cielos azules de esta mañana, me sorprendió, de hecho, escuchar sus chillidos y jamás antes haber notado su ausencia. Los lagos las atraen, las pequeñas langostitas que se dan de seguro es lo que las atrae a estas partes de tierra adentro o los rí­os llenos y ricos en pescados. ¿Te habí­a contado antes que hay muchos rí­os por aquí­ no? Mas deja te cuento que ayer me atreví­ a ir a la casa del escritor que te conte anteriormente vi desde mi piso, no hablamos pero me me dejó entrar a su departamento sin la menor protesta. Me gustó, tiene un departamento de esos de los cuales siempre he querido tener, espartano, totalmente, la sala sólo contiene un stereo y tres cd’s aparte de la mesa y el taburete antes ya mencionado, la recamara un futon japonés, tenia la aparencia de un Kei cotton futon, como los que vimos en Helsinki hace dos meses, ¿recuerdas? estaba cubierta, (como si apenas se hubiere levantado) de una cobija color negra y en el piso una carpetita roja tirandole al purpura. La cocina, hubieras visto la cocina, nada más lo esencial y todo practicamente inmaculado, se veí­a muy lindo, al baño no entré pero de seguro estará igual de lindo. Claro que tuve temor al entrar, tu sabes que no soy de esos que se dan al impulso nada más por que sí­. Pero esta vez, te debo de confesar, que sí­ tení­a muchas ganas de ver el proceso en acción, no sé ni como me armé del valor para ello, pero me quedé sólo unos segundos observando sus manos teclear tanta palabra y yo admirado de ello, era un proceso lindo, estaba surmigido en una especie de extasis y las imágenes, porque de seguro eso eran, salian de esa mente a la pantalla de la computadora, más bien portatil, y hacian parrafo tras parrafo, hizo, no te miento, en menos de 15 segundos que lo vi, tres parrafos.

Esto me esta gustando más y más, tu sabes, como construir realidades alternas con palabras, se me hace tan emocionante poder construir todo un mundo con esas pequeñas cosas que en la primaria tu y yo jugabamos a ver quién se las sabí­a más primero, ¿te acuerdas?

Fí­jate que estoy escuchando un cd que un conocido me dio cuando andaba de vuelta por allá, se titula Colores Volumen Uno y trae buenas rolas, me recuerda en ciertas partes a Blue Six, casi casi Naked Music, pertenece a la compañia tijuanera esa llamada Mil Records y es muy latinamerican, Chile, Argentina y México. Mi compa José me dijo que el vato me lo dio para que lo promoviera por acá, quién sabe, la verdad, no sabrí­a ni como hacerles publicidad here, ni modo de mandarles mi unica copia a la cual ya le estoy agarrando cariño, en fin, ¿ya compraste los boletos para irnos de compras a Madrid?

Como siempre, te mando muchos recuerdos lindos linda.

T

Ps:

Compre un bouquet de tulipanes que unos holandeses traí­an vendiendo, ¿tu crees que le gusten?

3 ventanas

Le gustó ver el sol brillar a esas horas del dí­a, parecí­a muy temprano, como las 7 am o las 6 y media a lo mejor, pero no, eran las 4:56 am y el sol daba colores a todo lo que sus rayos tocasen con intensidad suma. Tras haber estado sentado frente a la computadora un buen rato se asomó a la ventana poniente de su piso, parado, descalso y con las manos agarradas y puestas en la cintura de su espalda, observaba, pensando en qué escribir y mil emociones le regurgitaban en la boca del estómago, una canción le hací­a pasar por los ojos de la mente las memorias de un dí­a en Garibaldi, ¿la canción? Una Página Más de los Cadetes de Linares, sí­, también hay grupos norteños ahí­ y gracias a su compañia, esa tarde su mundo cambio.

Estaba pensando en Jake Barnes también, en Milan Kundera por atrás de todo y su forma de ser, otros tantos temas le zigzageaban por sus entrañas, sus filtros de purificación le decí­an sí­, no, a lo mejor, plasmaló en esas cosas que se hacen llamar letras, pequeños signos del occidente. En realidad lo habí­a dicho antes pero lo entretení­a desde antaño, su intrí­nseco nihilismo lo hací­a dudar el valor de esas letras.

Le vino a la mente Jake Barnes, el hombre impotente que intenta amar a su unico amor, Brett y cuyo encuentro es aceptado-rechazado, pues ella lo ama pero sabe que serí­a una relación imposible así­, ella ama la vida tanto u más que Jake, quizá hasta de egoista podrí­a ser acusada, pero rechazó la posibilidad, hay demasiada intimidad entre los dos como para eso. Sí­, comprendí­a eso, mientrás sus ojos apreciaban el paisaje sueco que la ventana de ese lado de su departamento le ofrecia. Con su telescopio se disposo a admirar la flora. Le gustaban esos colores tan fuertes, más el verde y los colores de los retoños, los tulipanes que daban muestras de hermosura ya a pesar de apenas haber brotado de la tierra, le fascinó el rocio escurriendo por las hojas y petalos de las flores y las miniaturas esas que los suecos llaman flor de Mayo, salvaje y de color azul pastel. Se miraba bonito, pero no sabí­a como todo esto encajaba en su vida privada, ah, sí­, Milan Kundera, La Increible Levedad del Ser, una aproximación ….

Admirando las estrellas

Estaba sentado frente al monitor, uno justo como éste, pensó. Sí­, lo recuerdo muy bien, era un Packard Bell, se reiteró a sí­ mismo. Era un momento dí­ficil, se le veí­a extremadamente preocupado por algo, como queriendo sacar una historia de la nada, bueno, por lo menos así­ parecí­a. Hasta tení­a una taza de cafe a un lado que daba señas de haber sido sorbeteado a eso de las 9am y cuyo descenso al descanso fue más rápido que su ascenso de nuevo a la boca, pues lucia una extraña aura de frí­o la pobre taza de barro mexicano. Se veí­a un tanto intelectual de ese modo, pensó. Le asaltó de nuevo la idea, pero ¿cómo? ¿cómo es que las letras le empezaron a fluir?

No tení­a ni la menor pista de como hacer que las palabras formaran frases para inventar algo, pero esa mañana le ganó la curiosidad, pasó a su departamento espartano, querí­a ver cómo.

Ya le habí­a parecido desde muy antes, desde que una vez su telescopio Lumicon para mirar las estrellas se le cayó el tornillo de ajuste de acimut y la mirada fue a dar para la ventana del piso 45 del edifio Studebaker enfrente, lo que vió le interesó. Una sala practicamente vacia, si tan sólo habí­a una mesa redonda de metal y un pequeño monitor, más bien una de esas maquinas que otra gente usa y le llaman portatiles. Sí­, se le dibujo una sonrisa, sí­, se veí­a muy chic eso ahí­, con ese piso de madera y un sólo taburete. Esa noche, cuando el lente ocular del telescopio para mirar estrellas reposo sobre la figura de R, la mente de T sufrió un auge de curiosidad como nunca antes.

Tocó la puerta, R estaba en medio de un proceso creativo y justo cuando le dio el íübergeist sonó: tock, tock, tock, como si el miedo tuviera dedos con huesos capaces de expresar timidez.

Dudó en teclear y seguir en su momento crí­tico para ver quién era, le ganó la curiosidad y corrió hací­a la puerta de madera que estaba a un lado del closet con la ventanita de hierro. Abrió y lo que vió no le gusto, era un hombre que al abrir la boca sólo le alcanzo a ver sus dientes amarillentos justo cuando se dio la media vuelta para correr otra vez a su taburete. T se dio por invitado al tercer vocablo que le salió de su bien preparado ¡Aló!, soy T. Sus zapatos rechinaban con la madera del piso.

Y recordó, al ver de nuevo las estrellas, sí­, eso era se dijo, alzó la mano y la luz de su cara se enrojecio, los labios formaron un rápido y alegre momento de lucidez parecido a la malicia, creyó haber escuchado buahahaha, y hasta se imaginó, por falta de detalles, que se frotaba las manos, pero eso serí­a imposible, se corrigió, porque entonces ¿cómo escribió tanta palabra?

Sí­, eso de escribir suena bastante interesante, mas ya no bajó el telescopio que tení­a al lado de la computadora en su mesa cuadrada, la cual estaba repegada a la ventana más grande del piso 63 del inmueble Vistas Alternas, para ver a R de nuevo, ahora la mirada daba a la tienda Smacks R We, donde los blocs de escribir estaban en especial, y los bolí­grafos, unos llamados Parker, mostraban una tentadora forma de querer ser agarrados con los dedos.

Tomorrow, antes que se acabe la especial se dijo, y contemplo, contemplo sin el telescopio, el vasto universo en que viví­a mientrás le daba el click de apagar a su computadora.

Para ti

Lo enciendo y se produce una flama.

Que igual al producir la fricción la chispa,

cual llama al contacto de combustible, me causas al pensar en ti.

Se apaga y el calor persiste:

Ligera aura de lava.

Tras una erupción inanunciada.

Qué dulce encuentro entre risas, humaradas y una noche en Comala.

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Aquella noche las estrellas brillaban con baja intensidad.
Una noche donde la tierra se encontraba más alejada de los demás.
Fue cuando te encontré, y mi universo se halló con el tuyo.
Me comporté como un animal, sólo te querí­a más cerca de mi.
Y los astros celestiales se aliniaron como nunca en mil años.
Fingí­ ser Pegasus y vólamos una constelación entera, y vimos las luces del espacio una por una, eran tan blancas como el amor que nos unió.

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Yo estuvé ahí­.
Escalera tras escalera mis ojos presenciaron la mueca del dolor.
Y mis oidos cada hueso romperse.
Era, después de varios años enterrada, una nueva diosa de la identidad, eso lo vi también, su desenterramiento.
Coyolxauhqui, le vi caer pedazos suyos como las lágrimas que me escurrí­an.

La luna esa noche era llena y un aullido se escuchó en Coyoacán.
Se partió de ahí­ un nuevo ser de la historia.
Y así­ quedó hasta varios siglos más luego.
Justo cuando la luz del dí­a le dio, sonrieron mis labios de nuevo.

de una estatua que ya no está

La ciudad lucí­a su esplendor.

La Urraca estaba tirada, abierta de brazos, queriendo abarcar el milky way con sus blancos y arrugados dedos, se le hací­a chiquito, el mundo, el universo, todo cabí­a en las palmas de sus manos, en esa área, en ese banco de arena que se le metí­a por los boxers, así­ era, de pequeño, en esa costa.

Nada que ver con sus organos, el misterio de la vida le vení­a guango como decí­a una amiga playera, sino todo el gusto ese era ignorancia. Qué va, las cosquillas de los elementos de hacer vidrio frotando las rocas con un poco de calor parecí­a una ciencia exhausta.

Viendo el sol meterse en el malecón no era una cuestion de lo cotidiano, si no una afirmación de vivir. Charge it please. Time to leave.

Las vaporeadas de las ondas solares se manifestaban en el asfalto, el horno en sí­. Cruzó el inmenso tráfico, lo esquivó y se preguntó al voltear, y ’ora, ’on ta El Encierro?* Tení­a años sin verlos y ahora el escándalo, ¿Quién se los llevó?

*La Escultura de Humberto Peraza, que inmortaliza al maestro Rodolfo Gaona o el famoso grupo escultórico llamado El Encierro. 1

A solo unos pasos de las playas de Tijuana y a 30 metros de la linea divisoria entre México y Estados Unidos, en 1960 el Mayor J. Salvador López-Hurtado con gran visión ordenó se construyera la gran Plaza Monumental de las Playas de Tijuana. La construcción se llevo acabo de inmediato y despues de tan solo 116 dias (tiempo récord) la Monumental de Las Playas quedó lista para su gran inaguración.

Siendo la segunda plaza de toros más grande de México, el 26 de Junio de 1960 el gran Maestro Don Rodolfo Gaóna corto el listón simbólico. La plaza de ”Las Playas” quedó edificada en una superficie de 90,000 metros cuadrados, hundida 5 metros del nivel del piso, teneiendo una capacidad de 21,621 personas cómodamente sentadas, con un ruedo que mide 40 metros en diámetro, cuenta con dos series de taquillas, enfermerí­a, desolladero, bodegas, cinco corrales, una corraleta, cuarto de pesaje para ganado y 40 palcos de contrabarrera para 6 personas cada uno. Aparte de un sistema especial de desague en el ruedo, alumbrado, 2 restaurantes y bares y se vacia con lleno completo en aproximadamente 6 minutos y un estacionamiento para 3000 automoviles ordenadamente estacionados. Una obra en donde el Maestro Humberto Peraza inmortaliza en una escultura al Maestro Rodolfo Gaóna y una de sus famosas de ”El Encierro”.

En la Monumenetal de ”Las Playas” han hecho el paseillo grandes figuras del toreo como lo han sido: El Maestro Paco Camino; Manuel Bení­tez ”El Cordobes”; El Maestro Antonio Ordoñez; Julian Lópoz ”El Juli”; Alfredo Leal; Manolo Martí­nez; Curro Rivera; Eloy Cavazos; Miguel Espinosa ”Armillita”; Eulalio López ”Zotoluco” por nombrar algunos. Por su capacidad, instalaciones y comodidad, ”la plaza a la orilla del mar” ha sido escenario de grandes eventos boxisticos, deportivos y culturales que a su vez han derramado beneficios a esta comunidad fronteriza.

LOS ESPERAMOS EN NUESTROS PATIOS SEVILLANOS PARA QUE DISFRUTE DEL GRAN AMBIENTE TAURINO, EN ESTA SU PLAZA DE ”LAS PLAYAS” DE TIJUANA. 41 Aí‘OS INENTERRUMPIDOS DE DAR FESTEJOS TAURINOS ¡OLE!
Only a few steps from the Tijuana beaches and 30 meters form the U.S. and Mexico borderline, in 1960, the visionary, Major J. Salvador Lopez-Hurtado ordered the construction of the great Plaza Monumental de las Playas de Tijuana. The construction started immediately and soon after 116 consecutive days of construction (record time), the Monumental de las Playas was ready for its ignauration. Being the second largest bullring in Mexico, on June 26, 1960 the great maestro Don Rodolfo Gaona cut the symbolic ribbon.

The bullring of ”The Beaches” was built in an area of 90,000 square meters, cratered 5 meters below ground level and having a capacity for 21,621 spectators comfortably seated. With a ring that measures 40 meters in diameter, it has two series of ticket windows, infirmary, butchering hall, warehouses, five corrals, a holding pen, a livestock weighing room and 40 private ringside boxes for 6 persons each. The ring has a special anti-flooding system, stadium lights, 2 restaurants and bars, a sold out crowd can empty the bullring in approximately 6 minutes and it has a parking lot for 3000 cars parked in orderly fashion. A great sculpture were maestro Humberto Peraza inmotalizes Maestro Rodolfo Gaona and one of his well-known sculptures of the ”Encierro”.

World renowned bullfighters have made their appearances at the bullring by ”The Beaches” like: Maestro Paco Camino, Manuel Benitez ”El Cordobes”, Maestro Antonio Ordoñez, Julian Lopez ”El Juli”, Alfredo Leal, Manolo Martinez, Curro Rivera, Eloy Cavazos, Miguel Espinosa ”Armillita” and Eulalio Lopez ”Zotoluco” to name a few. For its great capacity, installations and comfotability, the ”seaside” bullring has been the scene for great boxing matches, cultural and sporting events that have benefited the Tijuana community greatly.

 

La vista desde aqui…

Que falta de respeto, que indignacion, que escandalo …

Que se vaya mucho a ______ su moder el actual comercial de Jack in the Box. La ciudad del DF no es la ciudad de Ceasar’s salad.

among other things estuve hoy en el Malecon a eso de las 4:00, buen sol, en un cafe llamado Lat 32, buenas vistas y me gusto el regalo.

pensamientos …

Debo de confesar que estar en Tijuana me ha causado estragos tanto mentales como sentimentales.

Una, quize que esta vez fuese mia, vivir mi ciudad como la viví­ alguna vez y creo que logré hacerlo, creo que caminar las calles estas llenas de historias locales fue un deleite placentero.

He tenido suerte de encontrarme con los mios y así­ poder formarme una idea de mi Tijuana, para comprobar lo leido en los blogs de Tijuana. Me ha sido util el viaje pero no bajo cualquier precio, por una idea que me obsesionó de vivir Tijuana a mi manera me alejé mucho de la internet y del valor que me doy para escribir.

No es como algunos pretenden decir que escribir es solo leer y escribir, eso es falso. Hay que tener valor para escribir, coraje, indignacion y denunciar con la pluma lo que se ve y no maquillarlo. La vida real pues, no se pinta tan fácilmente. Por eso es valor describir con lujo de detalle la pobre realidad que se vive, que nadie nos engañe.

Dos. Todo es cambio para mi, por eso me sorprende que mi ser haya vivido tanto tiempo en el pasado, añorando Tijuana, y de seguro lo seguiré haciendo. Mas el cambio surgió de manera repentina. La construcción que me hice con el espejo de las palabras me dejaron ver que no es así­, la vida es otra. Me voy mas seguro de mi mismo y alegre de ver a mi amigos y esos amigos nuevos que hice no los olvido ya.

Mas que nada me llevo ideas claras de cómo es la sociedad mia en este ámbito de lo blogesfera y su cí­rculo ambicioso de querer crear; ese espí­ritu que en mi yací­a moribundo en Estocolmo ahora está pujante, ganoso, con metas nuevas, nuevos sueños que lograr.

Tijuana ha cambiado radicalmente. Dice un amigo en los comentarios que vive en San Diego:

”hace tres dias fui volando con unos amigos en un avioncito chiquito. Nada mas que volamos sobre la ciudad de San Diego pero que me pego bien fuerte era la diferencia entre SD y TJ desde alli en el cielo. La densidad de luz en Tijuana estuvo mas que doble el lado al norte. Los cuadros, el ritmo, todo era differente.

hace cinco dias estuvimos, mi novia y yo, el la plaza rio y TJ sentia como todas las ciudades americanas.” Osito

Para allá va, déjemos los partidos polí­ticos, porque si algo son muchos en Tijuana, eso es, Tijuanenses, y esos deseos-ambiciones y ganas son mezclados con la cultura de ambas naciones. Todo indica que vamos ganando terreno a un ideal netamente bicultural. Creo que esos proyectos deben ser así­, entendernos a nosotros mismos tiene que comprender tambien la idea de que estamos influenciados por el American Dream, flat dead now, pero vivito y coleando en Tijuana. Aparte de que la gente se la pasa a cada rato deseando que ojalá quisieran que se pareciera a San Diego más y más, eso es lo que alimenta al espí­ritu de mejorar Tijuana.

Me voy impresionado por las obras y los logros que mi ciudad a sabido tener el valor de hacer, sea quien sea el partido en el poder, si seguimos al paso que vamos en unos 30 años más, Tijuana será una ciudad más y más nuestra y a nuestra manera.