Esperanza

Era negro, lodo negro, y medio brillocillo. Su composición consistí­a de varias formas de agua, de lavar ropa, de enjuagar los trastes, de agua sucia de trapeador y hasta de lavarse la boca. So eran aguas negras y corrí­an libremente por el drenaje al aire libre. Ahí­ donde el agua no corrí­a los carros que pasaban por ella se encarcaban de hacerle nuevos zurcos para que siguera su camino y era cuando levantaban un olor desagradable, pero las matas crecí­an muy agusto cerca de ahí­, la naturaleza sabe sobrevivir. Las casas eran hechas de madera, retazos de triplay y rejas improvistas que hacian al más optimista creer que su hogar era un castillo, así­ era con los Godinez, viví­an ahí­, eran de otro lado del paí­s y no hace mucho que fueron a dar al cañon. 20 años atrás unos mal-llamados paracaidistas llenaron el baldio y de la noche a la mañana un pueblo entero se asento, pero los Godinez son nuevos, si apenas tienen 12 meses que compraron el terrenito, un pedazo de tierra que ellos llaman suyo en las faldas del cerro cuyo suelo era tan virgen que nunca llevo nombre. Se trajeron a toda la familia, la esposa, la abuela de 90 años y sus 3 hijos todos menos de 8 años.

En la noche se oí­an gritar de alegrí­a, en ese pedazo de tierra donde la gente se robabada la electricidad y las risas de niños llenaban el cañon de promesa, al rato pavimentan, pensaba Lupe mientrás la abue miraba callada las estrellas de ese nuevo cielo.

Era gente con vision, creí­an y el mañana siempre es mejor con ellos.

Cuando el aire se nos va

Se la paso toda la vida soñando una pesadilla: terminar su último suspiro en esta vida con una preposición, y así­ fue, así­ la terminó. La gitana aquella tení­a razón, le dijo, tus manos indican un final abrupto y demás.

Le causó gracia cuando terminó la frase así­, con una preposición y eso le daba mucho en que pensar, terminar la vida con una maldita preposición es como no alcanzar a decir todo, se queda a medias, válgame, una preposición, y así­ se quedaba, pensando, riéndose de la situación, varias veces antes me lo habí­a confesado y lo chistoso de la problemática, la gitana y el miedo que le producí­a eso, ¡Ja! lo decí­a medio riéndose-medio serio y con un dejo de nostalgia en sus ojos amargos, que me recordaban a una limonada sin azucar. Su muerte fue dulce después de todo, ya que terminó con.

El HEM

Al puto del HEM lo agarramos una vez en plena Mutualismo, querí­a rayar el varrio y el Boris lo wachó desde la esquina de la tercera, ni madres se dijo, whats up?

ese gíüey era ya una leyenda, pero sólo entre intelectuosos, el caso va a que lo torcimos in fraganti queriendo tachar el varrio; lo madreamos al puto hasta que que derramó sangre por las narices y yo le meti dos que tres putazos en las costillas a mis anchas.

Sí­, el morro se las sabí­a y era de la zona, ya habí­amos wachado como su nombre aparecí­a aquí­ y allá, nuevos, decí­amos, entre nosotros, pero esa noche andamos bien grifos, ni pinta nos dimos del gíüey que a su madre partimos, chale, andabamos más grifos que su puta madre esa noche claro-oscura llena de callejones que sólo la conciencia sabí­a de sus más recónditos espcapes.

So al buey lo vi tirado por la calle, después de haber wuachado una movie y haberme chingado dos cuaganas, la realidad del frí­o me daba en la cara, sí­, la sangre de antes si tan sólo era ya una capitulo más del pasado.

Y vi rojo, tan rojo que me acordé: el puto ese era después de todo del varrio el maje no?

wachatelas ese

The phoneme /w/ [a voiced labio-velar approximant, lip rounding] has multiple and productive sounds in the spanglish and espanglish Xicano community.

For us there are choices to be made between:

Gíüey, huey and wey
Gíüero, huero and wero
What, guat and huat
Wacatelas, guacatelas and huacatelas (seldom seen written as thus)
Wacha
Wayno (although to english this is better represented by why-no)
Wachatelas
Wuacara, guacara
Wacha (watch) (notice the eliptic u [it sounds as guacha]once it is pronunced in espanglish)

The fact is that this phoneme has various representations when it comes to the written spanglish/espanglish Xikano language.

However, there is a clear distinction once it is blurted out of ones mouth.

I particularly noticed this in my trip to Mexico City. They had a curios expression going on there. More than several times I noticed that people responded with a what? when addressed, although their what sounded more like a guat with a /g/ (clear and distinct velar stop), and were, for the most part, unable to render a clear and pure /hw/.

The curios thing about this phenomenon is that it would seem to appear that it is stricly a border phenomena.

Note: Especially in AmE and Scots, there exists two allophones of /w/ that actually become separate phonemes, /w/ and /hw/. The /hw/ is a voiceless labiovelar approximant, like a /w/ with a puff of air (an /h/) to start it off. It normally is spelled with [wh-], as in [what, where, whistle, whoop]. It is becoming increasingly rare in EngE and has no major significance in AmE, some people using it and others not.

Note: Like /j/, /w/ is a semivowel; they are proniunced like vowels, but function like consonants. (notes: David Minugh, Stockholm University)

The point here is that there is a semi-vowel shift going on just now in the border towns, which makes for a pretty interesting thang, so yeah, that.

Ambrosia

Ambrosia que mi paladar busca.

Mi lengua ya no siente,

quiere una experiencia fuerte.

¿A qué sabe? No sé, hace mucho que los sabores pasan por mis sentidos en sentido contrario.

– ¡Echalé más chile gíüey! –

Un sabor ya más que familiarizado, sé a qué sabe.

Y mi cuerpo mira la comida como quien mira llover através de la ventana, aburrido.

Me hace falta mi comida, los olores que me llevan a mí­ pasado, sí­, me gusta viajar en mis meriendas, de esos dí­as de caldo cuando reí­amos con ganas al ver el número del foco en la sopa.

Olores que me transportan a escenas románticas bajo velas y trozos de pan que con vino combinabamos como ritual antes de amar.

Ahora todo queda ausente (cual ví­vere sin sal), mi boca ansiando un poco de ti, ambrosia mia, deseo si tan darle un poco más de sazón a mí­ vida, ¡alas! aquí­ estoy, mirando como la tierra se remoja.

Emisiones Nocturnas

Te confesaré una cosa.

Casi ultramoderna.

Anoche, no te diré como,

en una canción de jazz sueca (Victoria Tolstoy),

bueno, te lo diré como lo es en la vida real,

soñe como me vení­a y mi cuerpo retorcí­a,

como tormenta en mar abierto, mecí­as mis aguas

como cuando tu y yo eramos sólo uno y todo me escurrí­a.

c’est notre vie mon chéri

Dios Todopoderoso

Te hablo gíüey.

No nos hagamos majes.

¿Vendrá el Quinto Sol?

Tu, impostor, Dios de los opresores judí­os del dí­a presente.

(Evangelista); Arrasador de culturas mundialmente.

¿Vendrá el 5to Sol?

No nos hagamos majes huey, si bien sabes que ni de aquí­ eres puto.

What they said

These days I find myself deeply fond of XX century thinking.

From Volume IV Number IV
The New Criterion A Quarterly Review October 1926
New York Chronicle: Gilbert Seldes

There is an attitude of mind familiar to observers of American intellectuals which Europeans ought to understand; I find it so often undermining my own judgement that it would be unfair of me not to state it. It is the tendency to misprise the purely American thing, the provincial or the local, as a method of glorifying whatever in our arts has the pretension of being universal. For example, although I am keenly interested in the natural development of those cadences and rhythms which, much more than slang and individual words, are making the American language, I can find nothing attractive in the nasalities, the hard utterances, or the drawls which give us, in various parts of the country, the American accent. We are hardly ever pleased by the literary or social success of anyone or anything because of American ?quaintness?; to ourselves we are neither picturesque nor quaint, and except for those who are trying to isolate America artistically as well as in politics, we wish to be loved as equals. I can see no impropriety in this attitude, and am actually concerned with its results. The popular and journalistic success of Mr. Sinclair Lewis’s novels was remarkable; yet it remained for the English critics to hail them as exceptionally fine works of art in the satiric vein; to us they were rather pedestrain reporting only interesting for their temperamental dislike of our commercial middle class, a dislike which we had passed through perhaps ten years earlier, and had lacked the acumen or the energy to record, probably because we felt the whole thing had been done by the French Romanticists and had achieved perfection in Madame Bovary. (…)

Te hablo (oración quedita: diablo todopoderoso)

El viento, antónimo de la tierra.

El agua, antónimo del fuego.

Pero el aire tiene la gracia de en verdad ser un total opuesto, la tierra, ¡ja!, no, como el imposible acto de sostener una nube en las manos, son incompatibles.

Mas aún así­, miralos, juntos para siempre.

Estela

[Estela (se escucha Killing Joke, Brighter than a thousand suns), quien, recordemos, es amiga ultra-í­ntima de T, irónica-(oní­rica) al grado hyper, regresó al mundo de la letras tras haber mantenido su mente cerrada al mundo de este escritor (se escucha música de jazz sueca, Victoria Tolstoy), ahora ha dejado su mente abierta, como una puerta abierta al amante que sabe leer las señas del cuerpo, a este escritor, se pueden otra vez leer los pensamientos de esta mujer que rehusa saberse llamada Lucrecia.]

– Te escucho. [Estela se escuchó decir esto a sí­ misma, estaba en un trance fantasioso, donde se imaginaba una conversación con T; así­ lo ansiaba desde lo más profundo de su ser y ahora lo veí­a, enfrente de los ojos de su mente]

– La verdad es que soy todo un hipócrita, no hago lo que quiero y me someto a obligaciones por unos principios que traicionan al Carpe Diem, y el dicho del Oráculo Delfi de Apolo ”ante todo, conocete a ti mismo”.

Estela sabí­a más de T que ni el mismo, o por lo menos así­ le gustaba pensar, sabí­a dos que tres cosas más que él y por derecho de ser mujer sabí­a que ella veí­a cosas, que por tradición y antaño las mujeres no permitian que los hombres desarrollaran, como distinguir las emociones.

:—seguira después—: