the flutter o el arrebato

I saw a fly tremble on the floor, gasping , I saw its last struggle

on a shiny day on a marble floor bathed by sunlight

I stopped like smelling flowers a willing witness to El arrebato

a second of my life a lifetime gone

there were we together

reminds me of the last leaf an autumn not long ago

who dares think about the last breath or the last day

heck my last consonant or my last vowel

how will it end

I shutter at the thought

yet I recall admiring the colors of the wings

how the before el arrebato shone las alas del prisma

and yet life cares little

if one comes or goes

Spring sprouted though green

fresh leaves shone fresh as fuck

ready for the next sucker
 
to pass by
 
and smell El arrebato
like that last time
I can’t remember my mother touched me

Pamba

En una conversación de barrio con mis antiguos compas del terre allá en Tijuas baja califas salió a luz una vieja palabra de esas de la juventud. Amenacé a alguien con darle una buena pamba.

En mis tiempos, o sea en milnovecientosochenta y pico, darle pamba a alguien en Tijuana era darle una buena y merecida zarandeada fí­sica y en la cabeza a alguien. Se le daban zopetes com se dice en México. Para los incautos ajenos al español mexicano eso es darle de golpes en la cabeza a alguien. exempli gratia:
ey, miren: esos dos son putos. Vamos a darles pamba a los putos.
Las batallas en el desierto, José Pacheco.

dar ”pamba” significa amortinarse sobre una persona y golpearla en la cabeza…
usualmente se le llama ”pamba loca” jaja, pero es el ”conjunto” de golpes suaves que se le dan a la persona en la cabeza.

Etimologí­a:
Pamba.(De pambaceada.)f. Tunda, paliza, golpes en la cabeza con la palma de la mano. || dar pamba.loc. Propinar una pamba.pambaceada.(De pambacear.)f. Tunda, paliza.pambacear.(De pambazo’golpe’.) tr. Dar una pamba.pambacito compuesto.m. Pambazo (pan) relleno con longaniza, papa, cebolla, lechuga y salsa de chile.pambazo.(De pan bazo.)m. 1. Cierto pan. || 2. (Inspirado por la terminación -azo’golpe’, como en porrazo.)Golpe.pambiza.f. Pamba. Diccionario de Mexicanismo de Guido Gómez de Silva
El Diccionario breve de mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua fue preparado por el académico Guido Gómez de Silva y coeditado con el Fondo de Cultura Económica. Diccionario breve de mexicanismos. Guido Gómez de Silva.Academia Mexicana -Fondo de Cultura Económica, 2001México. 252 pp. ISBN 968-16-6408-6.

Multi-Kulti

Esto del multiculturalismo en los altiplanicies de Suecia como que va a cuentagotas. O quizá sea así­ en todas partes del mundo en donde las poblaciones entre más chicas más resistentes son al influjo de lo ”ajeno”. La gente es reacia. Se aferra a su terruñu. Aunque eso es poco con lo comparado por el paí­s entero. Un ejemplo de ello es la manera en que miran al ”americano”. Para los suecos el americano es blanco, de ojos azules y anglosajón. No hay de otra, en ese aspecto tienen la mente muy cerrada y entre más te adentres al paí­s peor. Acá ondear banderas de los Estados Confederados de América no tiene mayores repercusiones. Todo se reduce al simple color de la piel, el color de los ojos y de dónde vienes. Para el sueco no importa que seas americano de nacimiento. Hay que rellenar requisitos a su concepto de lo que es Born in the USA. Si no eres de ojos azules o gíüero no eres estadounidense. Indí­gena de las tierras americanas ni se hable pues ni idea tienen de otras ”culturas” en EEUU y si la tienen de ello está todo basado a un pasado entre vaqueros y apaches. Ya he comentado en 176 algo similar. Así­ de simple. A pocos le interesa esa parte del continente americano más allá de la noción de la piel blanca. Los indí­genas americanos están muertos o solo existen en un pasado en los libros de historia. Algo así­ similar como muchos otros paí­ses americanos pero en Norte América nos pasamos de vergas dirí­a Chucho el Roto. De negros o latinos no se diga, se presentan como lo hace Fox news, todo lo que no es blanco es un problema. Esto se demuestra muy claro en la televisión, siguen la narrativa anglosajona de minimizar a lo que no es blanco o de tez ligera como ”aliení­gena” al paí­s de EEUU o la cultura Trumpista. Toda tez morena o fuera del ámbito blanco es considerado aliení­gena. ¿indí­genas? relegados al abismo del pasado a pesar de que uno existe. Hay ciertos cambios al respecto pero son tí­midos los intentos. Se acercan al tema por ”obligación moral”. Serí­a por ái del 2018 que una conocida de ha varias primaveras ya que me ”recomendó” a un lingíüista de la universidad de Estocolmo. El susodicho buscaba un parlante de habla ingles ”Chicano”. Uno de esos quezque académicos que te quieren poner un cuatro a cada paso. Cedí­ esa vez, me interesó el asunto y le pedí­ que me diese la información para ponerme en contacto con el susodicho sujeto. Se trataba de ayudar para incluir más voces anglosajonas de ”minorí­as” para los libros textuales que se utilizan en las prepas o escuelas secundarias en las escuelas suecas. Yo ya sentí­a una espina clavada antes de acceder al trato pero para confirmar mis sospechas accedí­ al rollo y hasta parlamos en el viejo cuerno. The old horn for those not in the known. Escuché ante lo que yo ya sabí­a eran los ruidos de las viejas cadenas, preceptos, y patrones e ideas plantadas de lo que deberí­a de ser un inglés ”Chicano”. Habí­a requisitos fonéticos que cumplir. Escuché atento y rechacé la idea, no porque mi inglés el cual ha sufrido ya bastante criticas de los anglosajones de por sí­ por muchos años, sino porque no me quise exponer a las torturas lingíüí­sticas que supondrí­an ”escucharme” como un ”verdadero” ”chicano”. Juzgo un paí­s entero por las impertinencias de un académico que buscaba una aguja en un almiar y que por suerte dio con ella y no fue de gusto ni para mí­ ni para él. Malditas voces monolingíüistas me dije entre dientes ese dí­a. Fue de mal sabor todo el show y un mal recuerdo colonialista de lo peor. Intentos de borrarme del presente. No existo en el imaginario del sueco, así­ de simple. Para muchos soy un inmigrante más, de dónde vengo ni idea, ¿de España? Hoy por hoy les digo que soy norteamericano, les confunde. México no es parte de Norte América, no importa que por muchos años el tratado de libre comercio de América del Norte incluyese a México. Otra cosa interesante es que tampoco cumplo los patrones de un parlante anglosajón. Para mis colegas soy un profesor de español ¿y el inglés apá? No los mueve, no les hace mello, rechazan la idea amén de que sea un parlante nativo del inglés.

Eso da un botón de muestra qué tan lejos está Suecia de comprenderse a sí­ misma y la gente que alberga. En estos casos no es de culpar a la ignorancia de un pueblo de lo que hace o no hace. No puedo exigir de un pueblo que me reconozca como indí­gena de una cultura de la cual no tienen ni idea alguna. Nadie es capaz de comprender lo que es ”América” pero todos comprendemos lo que es ”Suiza”. Válgame, uno cabrí­a bien en preguntarse de porqué es así­, después de todo, en las lenguas europeas, de la cual el inglés y el español son partes inextricables, sí­ es posible comprender lo que ”Suiza” es. América es un misterio para mucho europeos. Un misterio más si bien se podrí­a decir, no hay interés en solucionar el misterio. Aquí­ a nadie le interesa la gente, todos siguen su rutina, nadie se saluda, y prosiguen sus vidas sin querer interesarse por el otro. El clima aporta, sin duda alguna a esta uniformidad del ente nórdico. La mayor parte del tiempo todo está nublado, gris. En Norte América la gente es interesante, se detiene a ver a la gente, admirarla mientras sorbe un café, la gente es misteriosa, interesante, aquí­ no. A nadie le interesa nadie. Nadie es importante y eres un agente de producción más, tu identidad, sabrá dios y más si eres de tez opuesta a la blanca. Aquí­ como en EEUU la tez más allá del blanco son problemas. y así­ será de seguro por muchos años más. Es evidente que hay que recalcar la diferencia entre Suecia y EEUU. Aquí­ te ignoran, eres un problema pero por lo general, como a nadie les importa a nadie pues no rayan en el racismo palpante, en estados unidos sí­, por eso la resistencia, por eso se busca reafirmar la identidad. Aquí­ no, algunos intentan y al final la batalla se torna fútil. Te adaptas a pesar de la internet. El grisáceo lo consume todo.

Soy milk

Y andale que sueño que el Fiesta Americana se me cae encima en medio de un sismo. Para los incautos el Fiesta Americana es un edificio en Tijuana, Baja California. Se mecí­a. No podí­a creer lo que veí­a porque algo en mi decí­a que sí­ se iba a caer a pesar de que se mecí­a de un lado a otro y los amortiguadores de la estructura se empinaban en sostener el edificio en donde estaba. La gravedad ganó y cayó, incrédulo ante los sucesos me resigné a mi destino y la sombra del edificio caí­a sobre mi y yo calculando ni me moví­a dejando todo a una suerte incierta. Atine a pensar que me iba cargar la verga y ni cómo hacerse a un lado. Lo surreal de todo es que en ese evento catastrófico se coló una colega del trabajo la cual casi no me cruza palabra. Ahí­ nada más lo cortes y hasta ahí­. No le pongo mucha atención a mis sueños, ni les busco mucho significado a ellos. De vez en cuando sí­ me pongo a buscar en google el significado de las cosas que ocurren en los recónditos recintos del cerebro o el alma porque, temo, recurren a mi atavismo primitivo. Como todo ser humano he sido supersticioso y creyente de todo. Y desde el fondo de mi alma lo sigo siendo sin duda alguna pero me gustarí­a creer que he dejado atrás todo eso. Vacilo al cerebro sin duda alguna, en hacerle creer que no creo en nada. Ni los sueños, y es que dan hueva para ser franco pero la superstición es cabrona, siempre hay un mensaje oculto, eso creo, pero a la vez, esas cosas del destino y sus mensajes pues a medio creer si a lo mucho y mucho a descreer todo es du rigueur. En qué quedamos pues, creo ¿o no? Me gusta darle gusto a la creencia para perder el tiempo y ese miedo a la incertidumbre es canijo.

Hay cosas que no comprendo, porque el 619 me persigue, por ejemplo. ¿Es de importancia creer en eso? Mis temores quieren creer, mi atavismo quiere creer. Así­ de igual mi corazón, que fácil soy de enamorarme y no hacer mucho al respecto. Así­ me duela el corazón y tenga la certeza de que la mujer que logra tocar mi alma es la mujer que el destino me ha dado para mi. Y van muchas. Pero volvemos a lo mismo, no creo en nada. Ni en mi corazón. Lamento mucho el dí­a en que dejé ese misticismo que marca mucho la vida americana. La vida americana siempre cree que tiene un propósito. Ese manifest destiny que uno esta predispuesto a grandes cosas, que el destino y la suerte ya le tiene planeado todo es solo de seguirle los instintos a las tripas. Existe para algo. Desde que llegué a las europas dejé de hacerlo, justo a los años de pisar tierras nonsanctas. Me torné un ateo, un escéptico y cedí­ a al nihilismo del que tanto leí­ en mi América del Norte. Me desconecté de la madre tierra. Admiro a la gente que tiene fe. Yo puedo entrar a una iglesia y persignarme pero solo lo hago porque así­ lo han hecho mis antecesores, no porque yo crea en la cruz o tenga la fe de una vida después de esta u otra cosa, de hecho, mi creencia es material, están ahí­, sirven un propósito y sigue la vida. Pero igual a mis presagios o sueños, la mayor parte del dí­a o la noche ignoro al todopoderoso.

No hay que confundir creer con espiritualidad. La espiritualidad no requiere de creencia para poder comunicarte con tu deidad. La única diferencia es que la espiritualidad no requiere de algún tipo de simbolismo que le sirva como lastre a pesar de que sale de todo tipo de artilugio religioso. La espiritualidad es una comunicación entre tú y tu dios. No requiere mediador. Así­ de simple, Si uno quiere adornarle todo tipo de simbolismos como cristales, incenso, campanas, sonidos pues ya es otra onda . Andar en el espiritualismo de uno mismo igual es un tipo de misticismo que muchas religiones logran marcar en sus fieles feligreses bajo un lí­der. La espiritualidad los hacen sentir pero los religiosos como polí­ticos los mal guí­an. Hay que creer pero sin lí­der, quizá de ahí­ salga eso del anarquismo que el mundo odia, pues hay que ir como rebaño todos al abismo y el ente solitario camina con su deidad solo, a un lado de su conversación con lo que Plotino llamó como el Uno.

Ahora, lo que recrimina, como todo aquello, es el arrepentimiento. Ese infierno terrenal que como las flamas infernales te hacen dudar de todo lo que le ocurre a uno. Ese maldito será. Esa maldita incertidumbre. Por ende, eso de creer en los sueños o no. El atavismo de uno busca una respuesta para satisfacer una especie de prevención. Detener lo que está por acontecer, el acontecer imaginado. Sin embargo hay algo dentro de mi que me guí­a, como el magnetismo terrenal guí­a a las aves. ¿Creo yo pues en un misticismo que deriva su fuerza en fuerzas invisibles? Sí­, lo creo. Así­ de simple.

Min Kamp II

Sigue la mata dando. Karl-Ove Knausgí¥rd sabe enfrascar al lector. Estos escritores de lengua germana siempre me han cautivado cuando usan la técnica del detallismo hasta el cansancio. Don Delillo me encantó porque detalla todo, ese te cuenta hasta los hoyos de los calcetines mientras este se toma un gíüisqui al lado del fuego que salen de las brasas en la chimenea. Detallista hasta el cansancio, no se pierde nada, el flujo de la corriente de la conciencia pasa sin cesar o detenerse y es cuando te das cuenta que Karl-Ove te enfrasca en detalle para ni saber cómo de pronto eres comparsa y secuaz de sus pensamientos y juzgamientos morales que opina mientras te detalla sus alrededores. Leerlo es como tener una especie de visualización 360. Igual es interesante lo que no comparte o detalla pero es tanto el lenguaje que uno queda atónito, fuera del tiempo que te hace estar ahí­ con él casi ahuevo. Como buen lector también puedo criticarlo al paso de la lectura y hay detalles de sus actos que dices por fin comiste el error humano y sabemos que eres igual de cruel como todos pero al paso de las letras acaba uno perdonándolo.

Creo que he dicho anteriormente que no sé cómo pueden leer otros idiomas este tipo de libro porque en realidad se requiere de conocer un poco de la sicologí­a de los escandinavos. El español te da pormenores de los sentimientos, del corazón, del alma.El inglés y las lenguas nórdicas te narran el exterior, lo material para sumergirte a los sotanos más oscuros de la mente. No sé cómo han optado para traducir ciertos pasajes del primer libro de Karl-Ove porque aquí­ reina mucho la depresión, joder, no hay sol, siempre está nublado, la soledad es parte del convivir, el miedo a la muerte que ni hablan de ella o del suicidio, la forma en que se tratan al uno y al otro que es extraña para el latino y quizá igual para el estadounidense americano. Ciertos pasajes me parecen crueles pero son acertados, me parecen crueles a mi esencia latina pero es normal para los escandinavos. ¿Cómo traducen esa esencia? Los escandinavos tienen esa gracia de respetarse los decisiones que uno toma, una incesante necesidad de ser honesto hasta el cansancio. Un no es un no, estás de malhumor, se respeta, te esperan hasta que se te baje, los sentimientos son efí­meros, vuelan como el aire, van y vienen pero uno no sufre el reproche, en cierto pasaje está la mujer de Karl-Ove a punto de dar luz y su mujer quiere que Karl-Ove se quede junto a ella pero él dice que no, que tiene que trabajar y mientras la mujer insiste un poco él está decidido, se va y uno piensa, pinche vato culero. Su mujer comprende que el rechazo no es de mala fe o mala leche. Me causa curiosidad porque no podrí­a leer eso en otro idioma sin poder interpretar eso como frialdad hacia al prójimo, en el mundo escandinavo no se comprende ese rechazo como frialdad, no me sabrí­a. Las relaciones entre la familia para mi latinidad me parece frí­isima, siento que aunque expresen nostalgia el uno por el otro a la hora de la muerte bien podrí­an ser ajenos el uno al otro. Y no es frialdad, simplemente no se habla de ello o no se toca el tema y se respeta, no quieren conflictos, temen la verdad obvia. Apenas voy en la página 316 de 435 páginas. La última vez que escribí­ sobre esta lectura llevaba 186. 130 páginas leí­das en el tren mientras voy al trabajo, no lo leo en ninguna otra parte, pero me dio una alergia tremenda y luego me enfermé y no se diga de mi flojera intelectual. Ah y luego quiero ir mirando la transformación del invierno a la primavera. Tengo muchas ganas de leer otro libro que compré en Gotemburgo pero ese es otro cuento para otro dí­a. Quizá lo importante es que sigo leyendo el libro, no lo he dejado ya pero como he dicho, el libro lleva esperando su lectura desde el 2015. Otro mes no pasa nada.

de N a T

No tengo mucho de qué escribir. Quizá sea una mala idea empezar a escribir así­. Estamos aquí­. Que es lo más importante. 7 de marzo 2019. Nada ha cambiado mucho desde aquel ayer. A diferencia mis entornos sí­, me encanta ver el reverdecer de la primavera. Me encanta ver el césped resucitar, los cambios graduales de los colores, más el amarillo que después de dar un aspecto tétrico da dando paso lento a su transformación colorida. Empecemos por partes dirí­a el sastre. Cuando el invierno domina el terreno este último deja que la nieve se ensañe con el césped pero el cespéd no es un ente tonto, sacrifica sus últimas hojas al señor del frí­o y lo gélido. Sus raices despues se resguardan de la helada bajo tierra y duermen hasta el primer indicio de que la primavera está por llegar.

Es lógico, habrá que estar verde ya para cuando su alteza la primavera llegue con todo su esplendor haiga on´pisar blandito. Así­ que la vegetación que sufrió el tremendo peso de la nieve yace apachurrada y visiblimente con señas del peso de la nieve y las quemaduras de las temperaturas bajas. Al recibir la luz del dí­a las hojas del césped lucen un amarillo opaco, descolorido, como si nunca hubiese sido verde alguna vez y como si el marrón le serí­a lo más natural de ello. Este nuevo resplandecer lo noto cuando trancurso los campos de los altplanicies suecos en mi diario consetudinario al desplazarme entre los pueblos que hoy en dí­a habito.

El tren que tomo para ir de N a T es de 29 minutos. Y cruza por los bosques y las tierras arables de estos lares rocosos. Es de un gusto enorme ver el cambio al paso de los rieles. Los colores del prado tosco de esta región dan mucho en que pensar. Acá lo dejan crecer a su manera y es silvestre a lo que da. Por estas fechas la vegetación ya despertó. Ya ha ocurrido mucho desde que la nieve cedió paso. Ya se nota la vida vibrar en pos de adueñarse del terreñu. Y parece que nunca va acabar el transcurso. Transcursa tan lento que uno dirí­a que no pasa, que si uno parpadea, desaparece la magia del camino del tiempo hacia lo inevitable y su eterna rutina, invierno, primavera etcétera. El color del pasto silvestre es lo que me cautiva a ciencia cierta. Me causa admiración ver el proceso quí­mico que la luz produce en el césped. Dí­a con dí­a, claro, excepto los fines de semana porque no viajo. La rutina no existe ahí­, no existe como no existe la negación. Es que aquí­ no hay otra que ver el césped crecer. Reverdecer. Retornar. Retomar, exigir dominio. Colorear lentamente el paraiso del diaro devenir. Y apreciar cada segundo de ello en esos momentos en que la vida transpira en el desplazamiento dentro de un vagón de tren.

min kamp fí¸rste bok KARL OVE KNAUSGí…RD

Bueno, se nos va un febrero más. Y no querí­a dejar irle sin dar pormenor de mis lecturas. Y heme aquí­. El presente tomo lo compré en Oslo. Tengo el recibo para recordármelo, de hecho fui exclusivamente a Oslo a comprarlo porque en mi afán de leer libros en su lengua original la idea de no poder comprarlo en noruego en Suecia fue mucho y luego luego me largué en cuanto pude a Oslo. Fue un 17 de julio de un 2015 a las 15.55 cuando lo compré. Recuerdo que le di una buena vuelta al pueblo. A Osloby como se le conoce entre la plebe del pueblo. Lo compré porque anteriormente ya habí­a hecho mucho ruido el librito y al paso de los años llego al NYT y ahí­ los alardes no se hicieron esperar. El librito consiste en 435 páginas. Hay autores que te llaman la atención y este fue así­, me llamó la atención. Y vaya que no la ha dejado ir desde entonces. Llevo si tan solo 186 páginas leí­das, o sea, la 1ra parte del libro. Y bien que lo ha valido leerlo.

3. opplag
Forlaget Oktober AS, Oslo 2009
Fí¸rste pocketutgave 2011
Omslagsdesign: Yngve Knausgí¥rd
Trykk og innbinding; UAB PRINT-IT 2014
Papir: Enso Creamy 70g, 2,0
ISBN: 978-82-495-0818-1

Leer libros en su lengua natal es un lujo sin duda alguna. Yo tengo el lujo de poder leerlo en su lengua natal no porque haya estudiado noruego y ojo que hay dos idiomas en Noruega. Los términos «noruego bokmí¥l» y «noruego nynorsk» no son palabras de juego. Yo comprendo sin duda alguna el noruego bokmí¥l. bueno, eso creo. Y no lo dudo porque al leer el libro el 98% de la lectura se me es comprensible. Algunas palabras si bien dificultosas o raras las busco en google o salen solitas de su closet del contexto en que se encuentran. En Realidad me sorprende mucho cuánto puedo comprender porque la lectura si bien un tanto pesadita me enfrasca

De las cosa que más admiro de la lectura es el hecho de que enfrasca. Me fascina como Karl Ove puede contar los segundos de una noche cualquiera con í­ntimos detalles de hasta el humo que sale de los pulmones de los que fuman. No solo eso. Cuenta con tal detalle de cómo sale el humo que quieres hasta fumar para vivirlo tú también. Lo curioso es que Karl Ove tiene esa magia de hacerte llevar a esa tierra suya. Te hace vivir su agoní­a. Sus memorias son unos nervios vivientes palpitando a traves de los años. No sé cómo es que Karl Ove logra transportar a uno a sus tierras, a esa parada de autobús, a esa fiesta inesperada o esa hora fuera de lugar en la familia que uno ni sabe como tratarle. Llevo unas cuantas páginas de él o su libro, otra de esas incógnitas que presenta el libro, no se sabe si el autor es la misma persona. Conjeturas de la era moderna.

Fin del capitulo 1

GT Asp

Confounded am I

Sprays and allergies marked this of the year

yet I find myself alone wondering ’bout them years before

April is the cruelest month Elliot sayeth

I mistrust This lovely February weather 2019

the sun shines the birds chirp I find but confusion

as the sun starts the thaw so early these

seasons in the sun

Años Lentos – Fernando Aramburu

Language: Spanish
ISBN: 978-84-8383-749-8
ISBN: 978-607-07-4716-8

Primer libro del año 2019 que acabo y todaví­a ni se acaba el mes.

Espero y sea buen augurio. Fernando Aramburu es el segundo vasco con el que me topo porqué extraño esa narrativa vasca que narra lo que pasó en la dictadura franquista de reciente para acá. Pí­o Baroja y Nessi o Miguel de Unamuno no cuentan porque esos autores son de otra epóca. La narrativa vasca tiene estragos de memoria y hay necesidad de contar a casi secretos y divulgada entre chistes, bromas, parodias, estilos de escritura creativos que rompen esquemas textuales y el todaví­a anonimato que esconde el temor al fantasma del franquismo amén de ETA. El libro lo compré el el Sanborn’s de Tijuana en diciembre del 2018. De hecho lo empecé a leer en la casa de Irma, mi cuñada, esposa de Carlingas aka el Pantallas, hojeándolo a cuentas por las mañanas mientras esperaba a que se despertarán los demás de la casa. Como dije, tení­a ganas y el libro me echó el ojo mientras buscaba que leer. Me llamó la atención la portada del sirimiri, y me trajo recuerdos de mi estancia en Bilbao, jode,como extraño el Paí­s Vasco. A ser franca verdad es un libro medio maltratado, si usted se fija, fijará su mirada a una esquina del libro en la foto. Es una esquina maltratada porque quise que Polly, una Cacatua en la casa de los Ibarra muy de la familia, le dio una maltratada a mi pedir que no es una cosa fácil a decir. Y habrá de decir que hasta un descuido de mi parte sufrió ya que café le cayó por descuido mio. Bueno, ni tanto lo mio ya que las fuerzas del vagón del tren que suele llevarme a mi trabajo tuvo alguna fuerza mayor en ese percance pormenor que raya casi en lo cotidiano.

Fernando Aramburu tiene buena mano para escribir, bueno, así­ dicen de los peluqueros, ¿porqué no de los escritores? Me enfrascó y la forma literaria, la estructura de la narración textual del libro te saca de ese hipnotismo que una buena lectura acostumbra a secuestrar al lector incauto. Y aunque la distracción es entretenida, la estructura tiene como fin hacerle a uno cómplice o actor de la formación de la novela, narrativa, ya que uno lee lo que el informante (omnisciente) le dice al supuesto ”ghost writer” como se les conoce a los autores que escriben para otros lo que habrá de escribirse o no. La torpeza, bueno, a qué se debe, uno nunca sabrá a ciencia cierta. Lo que quizá sí­ importa son los olores y vaya que aquí­ los hay.

Aparte de los malos olores que cunden a diestra y siniestra por todos lares como si el informante que le narra y guí­a al ghost writer de la novela pudiese tener ese don del olfato que vuela a distancias y tiempos hay emociones que no son tan manifiestas, como la de la felicidad. Aquí­ la alegrí­a es parca, mocha como se dirí­a en mi tierra, no existe y cuando lo expresa es para dar lugar a una miseria u otra. De hecho, creo que las historias del franquismo están ya escritas porque nadie era feliz con ese perro del demonio. Y vaya que uno lo siente al llegar a cualesquier parte de España, la alegrí­a es una cosa que se vende al turista, los habitantes de la España actual son aún prisioneros del caudillo, les ha robado la felicidad por años a venir y los españoles si apenas están así­ como abriendo ojitos a ellos. En muchas partes de Europa son medio infelices pero se debe mucho al clima, y anque en España el sol brilla en El Paí­s Vasco se reserva a unos meses, cosa que yo noté en Bilbao.

El tomo me gustó mucho y el hecho de que me lo haya devorado en menos de un mes dice ya mucho, la historia es narrada desde una perspectiva infantil vista desde los ojos de un anciano y el cual dicta lo que se debe o no pensar sobre lo dicho, tiene humor, y muchas verdades de las cuales uno podrí­a darle cabida y solo así­ se podrí­a creerles porque el miedo, ese miedo de un estado fascista, lo pinta tan bien que sientes que se te penetra hasta la carne misma, buena labor, buena lid.

Эдуард ЛиÐüонов

  • 4ta edición Enero 2014
  • Traducción: Jaime Zulaika
  • Editorial: ANAGRAMA
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 978-84-339-7855-4

Empezaremos por admirar la obra del traductor, si así­ se le podrí­a decir. Tení­a un buen que no disfrutaba de una buena traducción, desde que leí­ a Isabel Vicente, traductor de la escuela de Moscú, y su León Tolstói. Y es que un buen traductor le hace sentir a uno su propia lengua ajena a uno mismo, y eso, tení­a yo mí­nimo década, de no sentir el español así­ como Jaime lo logra. Exquisito. Deberí­a yo de haber leí­do el libro en el francés pero no lo hice, ese principio mio de leer libros lo más cercano a mi lengua natal no se pudo en este caso, así­ que uno opta por lo mejor, del francés al español, algo habrá de haber en ello. El monolingíüe nunca alcanzará  comprender lo último, no lo digo por arrogancia ni por elitismo. Que ni lo último no lo anterior poseo yo, válgame, soy bilingíüe y reconozco mis limitaciones. Sé mucho del español pero usarlo, joder, ni idea, por eso me asombran traductores como los anteriores.

Ahora, vayamos al grano, Emmanuel Carrí¨re. Escribió dizque la biografí­a de Limonov. Algo muy a huevo como se dice en mi paí­s, a fuerzas, como no queriendo y así­, lo transmite el traductor. Duré bastante en leer el tomo de 400 páginas. Algo común en mi, algunos libros hay que disfrutarlos a cuentagotas. Y así­ Carrí¨re. El nombre suena. Es un apellido que lleva varios años circulando como algo que habrá de reconocer, y bien lo pinta en la biografí­a de Limonov, de hecho, creo que Limonov sospecha que Carrí¨re se acuesta con él a sus espaldas, la envidia es algo que el Dr. Hannibal sabrá algo sobre ello. ¿Porqué habrí­a de meter la vida de uno mismo en las vidas de otros para corecionarlas las unas con las otras como vil incesto? Y es que la licencia de Carrí¨re va más allá de lo artí­stico. Hay hermandad. Quiere decir con ese detalle que Limonov, y no Limonov sino Mother Rusia es lo que importa, como si hubiese un proyecto a escondidas de todos y en familia, que lo que pasa en la tierra de Putin pronto va cambiar.

Y hemonos aquí­ y nada ha cambiado. Ahora, retrocedamos al pasado, a Limonov. ¿Vale la pena la narrativa? Creo que al comparar la vida de Limonov con Fjodor Dostojevskij como una supuesta rivalidad intelectual es subirle el ego a Limonov sin haber leí­do algo de Limonov más allá de la poca información que nos brinda Carrí¨re sin el más mí­nimo esfuerzo de brindar detalles de la literatura de Limonov. Las atrocidades de La CCCP en el oeste solo se pueden leer con Dostojevskij a mi pensar, no soy lector del último a grandes rasgos pero el ala derecha del oeste así­ nos lo hace pensar, esa es la única versión de la vieja CCCP. Y quizá sea por eso que Limonov le odie, por ser Boris Pasternak de una era que no es la nuestra. Aunque aún no he leí­do nada de Fjodor Dostojevskij como agente de la CIA. Ahora, veamos, Carrí¨re tiene fama de ser de la ala derecha del establishment y eso le hace complice de un montón de conspiraciones de las cuales él mismo nos brinda a cuentagotas cosas que la muchedumbre como el presente solo atina a arrimarse a una noción a ciegas de algo más allá de lo que nos cuentan los que cuentan de lo que los grandes discuten a cuestas de botellas de un buen whisky añejado.

¿Y qué diremos de Limonov bajo la lupa de Carrí¨re? El que sabe leer podrá quizá intuir que las últimas páginas del libro algo dicen. Carrí¨re utiliza un viejo truco para deslindarse de lo que ha escrito, vaya, un vil epí­logo, en varias ocasiones nos dice que el libro lleva años en producción, casi como disculpa de que las cosa no están tan frescas como se quisiesen ser pintadas, válgame, como si la guerra en Chechenia fuera un hincapié del cual no habrí­a posibilidad de comprender todo lo que es lo que Putin es. Y es que a Carrí¨re le duele contar la historia de Limonov porque sin ella no serí­a posible contar la historia de su propia familia.

El desdén que Carrí¨re sufrió al ver a Limonov en Moscú la última vez que le vemos en la narrativa que nos cuenta Carrére no nos deja otra que pensar así­. A pesar de que Carrí¨re la juega del dios omnisciente queriendo estar donde Limonov estuvo no logra capturar más allá de una imagen hecha a la imagen de alguien que quizá así­ lo ordenase. Para quién trabajamos, para la memoria y para el gusto de quién, ¿o quizá para  pintar unas cuevas rupestres que alguien más interpretará?Sea lo de cada quién habrá que darle crédito a Carrí¨re. Sabe contar una buena historia que teje la historia de su familia con los entornos que le envuelven, o sea, y vayamos al principio de todo esto, a Carrí¨re la biografí­a es algo que le gusta relacionarse solo porque le es allegado a su propia vida, casi como no evitar negar a mis primos hermanos, algo que nunca podré hacer.

¿Que otra cosa podrí­a uno admirar de todo esto? Una de las cosas que Carrí¨re sí­ logra es pintarnos una imagen del bando opuesto; acá en occidente uno cae en ese vicio de leer solo lo que Occidente alaba y romantiza. Nunca sabemos de lo que el otro bando piensa, creo haber escuchado por ahí­ un ejemplo contemporáneo al respecto. Alguien lo dijo entre broma y media la forma en miramos un evento histórico como el de los rehenes de Teherán y destrono del Sha Iraní­. En el oeste solo pensamos en los rehenes mientras que en Irán se celebra alguna liberación de alguna especie. Y eso, así­ Carrí¨re nos pinta a Limonov, una especie de Hemingway cirí­lico. Va a donde la guerra está y ahí­ se hace de compinches que en oeste consideramos como criminales de guerra. Buenas historias, me hizo recordar un otro libro que habí­a leí­do antes sobre las guerras den los balcanes. Balkan Ghosts de Robert D. Kaplan. Recuerdo muy bien esa lectura y el gusto que me dio leer sobre los licores de frutas que ahí­ se fabrican. Pues bien, buena lectura, buena lectura a pesar de la crí­tica que un humilde lector puede hacer.