Questa mattina

I’d decided to do something I set out to do right about forever ago.

I wanted to rummage in a room where some of my fellow tenants have dumped their unwanted books. These fellows where old Norwegian souls. One dead of a heart attack and the other decided to move back to Norway. Gray and old with book jackets and blurbs of the 1960’s, they appeal my curiosity as they exude and oldness and an era rapidly turning into faded memories of old new tech and marketing props no longer in use and if so only to wake nostalgia in a time that can only allow manipulation for personal gain. The unwanted books with their technicolor drawings of drama gather dust this morning of late May 2015 as one more day finds them in a room seldom visited. Amongst Agatha Christie’s detective penguin books, Arthur Conan Doyle and other hits of long ago, I went over some strange Norwegian titles, even more dusty cook books and a whole bunch of Danielle Steel books. Not surprising Giovanni Boccaccio’s Decamaron was to be found. Books about impending issues of what to do with time and other assorted books of whatnots. A whole lifespan flashed before me. Because I remember these people, in their old age, one alone, gray, wrinkled, reading Danielle Steel, knowing not what to do with the incessant call of the flesh and how to satisfy it; the other I imagined, most probably decided to fill the bookshelves with books just to spite the wife in an attempt to reclaim some sort of space for himself. So it crossed my mind, is this what life boils down to? When everything begins to unravel, do we resort to pleasure the brain with texts about pleasures we no longer are going to experience; the testament of what was read or was meant to be read or what interested the subjects, left in  a room waiting to let go of their visual content to a chance someone like me might come and see what someone can rummage and rescue?

I found a Bukowski and a Nietzche.

I came back to my place and washed my hands. I saw the dust run with the water and the soap to make a greyish muck of sorts run down the drain of my sink. Two more books in my house of the many of which I don’t know I will ever read. But they make an interesting lot. One has already landed in my bathroom. Bukowski, where I understand, ought to be.

Rusia y EI

Rusia

Para que vean que Suecia no es ajena al resto del mundo. O nadie es una isla. Como quieran, el caso es que hasta yo empiezo a ponerme un poco nervioso ya si por si acaso al Gran Oso Ruso le da por lanzarse a conquistar tierras de por estos lares. Suecia busca submarinos en sus aguas en el Mar Báltico, Finlandia llama a sus reservistas para informarles de sus obligaciones ante el servicio militar por si acaso, y a los pequeños paí­ses bálticos se les acaban las uñas del nerviosismo por lo que ven en Ucraina siendo que esos paises tienen a la igual que Ucraina, poblaciones grandes de ciudadanos de extracción Rusa. Y es que Suecia cuenta con una población Rusa también, no tan grande pero la existe. Qué será ser Ruso en Suecia, piensa uno. Ser Ruso no es popular, me imagino. Y la OTAN de por medio, todos quieren pertenecer a la OTAN así­ sea invalidar el contrato que la OTAN firmó con Rusia sobre no posicionar fuerzas en la esfera de influencia de Rusia. Por estos dí­as, no pasa un dí­a en que los medios informativos nos informen en sus rotativos de que Rusia está en el aire o el mar por no decir tierra ya que es redundancia decirlo siempre y cuando que las fronteras están tan cercas de todos. En mi trabajo, el nerviosismo se hace sentir en las bromas de que la Isla de Gotland será la primera en ser invadida por el Oso Ruso el dí­a que se le plazca, el sueco siempre le ha tenido distancia respetuosa al Ruso aunque no le tiembla la mano andar hostigando al Gran Oso mediante memes mediáticos. Llevamos varios años con el azoramiento o el acecho de la amenaza del Este y a piel de flor.

Aún así­, la extrema derecha quiere echar del paí­s a todos los extranjeros. Si hoy fuesen las elecciones generales, el partido Demócratas de Suecia  barrerí­a aún más que en las elecciones pasadas del 2014. De hecho, nada parece hacer disminuir la popularidad del partido así­ pase escándalo tras escándalo y trifulcas entre sus tribus que luchan por escaños o posiciones polí­ticas en el partido. Nada disminuye su popularidad, ni siquiera la amenaza del Gran Oso. Qué tiempos para andar con gilipolladas de extrema derecha en Suecia. ¿No serí­a mejor abrir las puertas a todos esos para usarlos como carne de cañón ante la necesidad de una invasión? Pero no, el sueco todaví­a vive fantasí­as de que todo marcha business as usual. Eso a pesar que no hace ni dos años atrás el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de Suecia, Sverker Gí¶ransson, declaró sin más ni menos que Suecia en caso de invasión del enemigo (Léase: Rusa), no aguantarí­a ni la semana (2013/3/enero).

Estado Islámico

Y los que han dejado entrar al paí­s a pesar de la popularidad de los Demócratas de Suecia quizá me contradigan. Y es que acá la inmigración no es como en otros paises, acá primero se aceptan refugiados polí­ticos que al pasar de los años pueden adquirir ciudadaní­a como cualquier otro  inmigrante. De reciente, Suecia a acogido a mucha gente que lleva por fe el Islam. No que esto en sí­ sea un problema pero sí­ un problema cuando estos últimos no logran adaptarse a su nuevo paí­s e insisten en dejarse llevar por la propaganda que viene de esos dominios. Y por último, la propaganda de EI o Estado Islámico. No es noticia nueva que en muchos paises europeos se dé el fenómeno de jóvenes que deciden irse a combatir en las guerras de Irak y Siria. Los jóvenes se sienten obligados a combatir por los diferentes bandos que hay en esas guerras. Lo cual es sorprendente porque en primer lugar o son refugiados polí­ticos que abandonaron la guerra para irse a un paí­s en paz o son hijos de refugiados polí­ticos. ¿Para qué molestarse en venir a buscar la paz si es que quieren combatir? Es simple curiosidad, no sé los mecanismos del impulso de sentirse llamado a las armas. Aunque sí­ sé que se trata de una campaña propagandí­stica encargada de hacer llamar a estos jóvenes lo cual significa el gran éxito de la campaña. Alguien está haciendo su trabajo muy bien. Lo curioso es cómo es que el aparato de inteligencia sueca no se ha percatado de ello aunque Suecia no tiene un buen record, por así­ decirlo, de prevención social.

Y pues cada quien lo suyo, pues mientras Suecia discute quitarles el pasaporte a estos jóvenes que deciden abandonar el paí­s para ir a combatir en esos paises en guerra, también andan pensando en brindarles ayuda para restaurar la salud de los excombatientes. Algo que no ha cuadrado muy bien en ciertos segmentos de ciertas poblaciones de las comunidades de refugiados polí­ticos los cuales ahora tendrán que vivir en el azoro de saber que el vecino andaba matando a los suyos. Así­ que mientras los que deciden quedarse y disfrutar de los bonos de paz que Suecia ofrece, no es irrazonable que esos mismos grupos apoyen a la extrema derecha puesto que se alinean más a la polí­tica de estos últimos que los partidos que no se acogen a las ideas de extrema derecha. Lo hacen 10 años pues. Hace 6 años todos andaban burlándose de los burkinis, ahora todos toleran el niqab y EI destruye el pasado de la democracia.

Goteo

Llueve. Así­ es mayo por estos lares. La gente suele construirse fantasí­as y muchas, hartas expectativas sobre este mes en Suecia. Y es que los peores meses del invierno bien puede uno decir que ya quedaron atrás. Pero hoy llueve. Y está gris. El viento helado y como descubrí­ hace mucho, aquí­ no hace falta mucho para darte cuenta que lo de Suecia, es el frí­o, lo gélido.  Basta conque una nube malhecha cubra los rayos del sol y recordártelo. Los pocos que suelen sacarle partida al tiempo son las plantas, los arboles, el césped que reverdece bien chulo. Pocas veces logran los cerezos florear y lucir con esplendor sus bellas flores porque, como ayer, graniza o llueve. El regañadienteo no se hace esperar. La gente se exaspera, quiere sol, quiere calor. Las frases más comunes son ”qué tiempo”, ”el metéorologo mintió”, ”ya deberí­a de hacer sol” y mi favorita, ”¿porqué pasa esto?” En lo particular, desde hace mucho que le agarré sabor al mal llamado mal-tiempo. Me gusta, y es que sé que así­ están todos igual de miserables como yo. El sol me hace salirme de los rieles del tren de mis pensamientos. El protestantismo en mi me hace pensar que alguien en algún lado la esté pasando bien y chingado, con buen tiempo.

Así­ que mientras las gotas que no se deslizan del vidrio en la ventana forman gotitas de lluvia y el viento juega con agua del cielo y el goteo constante de las azoteas me hacen compañí­a, la compañí­a de la miseria nos une a todos en este paí­s que pocas razones tiene para reí­r o sonreí­r sin caer en la trampa de que algo anda mal con uno puesto que aquí­ no que dar fachada de alegrí­a alguna. Yo feliz.

Aquí­ nadie hace preguntas de cómo se siente uno; como todos están miserables, se les hace una impertinencia entrometerse en la misera de los demás. La gente no hace lecturas de las caras de las personas ni tampoco andan indagando si uno o si alguien se sintió por algo visto o dicho, muy a lo contrario, si se abre el tema, habrá que discutirlo y olvidarlo a las más pronta rapidez ya que si no desembucha uno el acontecer o el incidente, las peores de las tormentas mentales lo podrán acosar a uno interminablemente sin cesar por dí­as enteros. Aquí­ la gente anda con fantasmas dentro de sus cuerpos o mentes más bien dicho. Por eso no es raro que la gente prefiera quedarse en casa o abandonar todo y largarse al campo lo más lejos de la humanidad posible. No todos son así­, solo hablo de los que se ven en mi entorno, lo cual es el campo en toda el sentido de la palabra. Y es que esta gente requiere de la soledad, el grisáceo, lo abrumador del diario acontecer. Y hay gente que se las ve aún más negras, el clima no deja para otra, uno preserva la nitidez mental no porque uno es más fuerte sino porque hay algo que hacer al dí­a siguiente. Las personas que no tienen labor no logran salir del empantamiento que hunde la existencia en una laguna mental sin fondo alguno.

Así­ les pasa a muchos jubilados, pierden la noción del tiempo y pierden, todo, toditito lo que significa vida social si es que la vida social se le puede llamar al trabajo, donde acontecen la mayorí­a de los intercambios sociales, algo que rechazo categóricamente con todas las fuerzas de mi ser. Se me hace muy hipócrita que la gente solo quiera saber de uno por el trabajo y ya fuera de él nada. La vida privada y la vida laboral, por mucho que uno comparta risas y experiencias, jode, son dos mundos paralelos que nunca deben de cruzar camino. Querido lector, no quiero que vayas a pensar que lo que describo es algo tajantemente mal, muy al contrario, quiero que sepas que todo esto es aceptado y es una norma de la cual muchos no pueden deslindarse de ninguna manera y la cual debe de aceptarse estoicamente, de manera calmada y sin pensar que alguien te quiere mal, como el tiempo, es más seguro que sean más dí­as de nubes, vientos, lluvia y abrumadores, que dí­as soleados y alegres, y como la tortura china, te van matando a cuentagotas la realidad. Eso de sentir cada golpe de cada gota explotar en la piel de la caballera no es para todos.

Aunque esta tortura tiene sus ventajas las cuales son innumerables y remuneradas por un así­ decir. Después del todo hay salud, hay dinero y lo mejor, vicio para reclamarle a la vida lo injusta que es. Aunque la miseria de mayo es bastante local, es decir, la calor no siente aún por muchos otros paises, así­ que las alegrí­as del resto del mundo no se han hecho sentir aún. Eso es en Junio.

En Junio, la miseria continua en Suecia, a pesar de las promesas que uno guarda sobre las expectativas que todo el mundo en esta parte del globo tiene sobre el mes de Junio, o sea, que el verano está en puerta. El Estí­o lleno de esperanzas trás las brutal decepción de Mayo. El verano lleva nombre de pila: svensksommar. O sea, verano sueco. Y es que más de las veces, el verano conlleva más lluvia y cielos despejados, ambos al mismo tiempo; el sol no alcanza a calentar demasiado y si por suerte logra hacer a alguien sudar por eso del sol, pues las quejas del calentamiento global no están muy lejos de la boca de todos. Es un poco esquizofrénico, la verdad sea dicha puesto que en Mayo y Junio las lamentaciones de falta de sol son insoportables a la misma vez que asusta si es el pinta como dios manda cerca de las limitaciones del circulo equatoriano. La mera realidad de que el sol puede hacer subir las temperaturas en esta parte del terráqueo hace hasta al más sensato tener pesadillas del fin del mundo como lo conocemos.  En los labios de todos están los estudios y las noticias amarillas de que algo anda mal en el planeta, que es cierto eso de que el calentamiento global esta en marcha, etcétera. Lo otro es ver fotos de medio mundo en bikini disfrutando de las playas. Eso de mostrar la piel bronceada para todos es una cosa que alienta las envidias a diestra y siniestra puesto que como Bill Wilson de A.A, tal parece que una bronceadita es sinónimo de estatus social de altas clases. No todos tienen para presumir que han estado en un paí­s con mucho sol, como España, por ejemplo. Así­ como por igual no faltan las fotos que muestran un poco de piel o  mejor dicho, que uno tiene para el ocio. El ocio, y viajes a paises soleados, eso es la marca de envidias y celos. El sueño de todo sueco común.

Junio es en realidad todaví­a un mes del cual todos estamos un poco miserables aunque aquí­ la diferencia yace en que la idea de la injusticia varia. La injusticia o lo injusto es que uno no tiene las mismas igualdades que los demás y que la aldea global goza de sol mientras acá se celebra el solsticio con cobijas en las piernas y ver caer gotitas del cielo de vez cuando, porque no que confiarse, eso si, hay mucha luz, y bastante.

 

Vivo porque Dios quiere

A veces hace falta la burla

you know

para madrear las ideas

esas putas nociones

de que uno

no es lo que es

o sea

más allá de lo que uno es

para simple concluir

que Dios

nos usa

para sus

propios

instinctos

por mas maléficos que esas perversiones sean

Así­ me duele el estómago

escribir esto

pequeño pueblo

Mi paranoia. O serán los años. Quién sabe. Pero ya veo más de lo que antes veí­a. Ahora sé cuales son los policí­as vestidos de civil que deambulan las calles de mi pueblo en Suecia. Resaltan tanto que se me es imposible no distinguirlos. No sé porque es importante saber eso. Pero supongo que resuelve uno de tantos misterios que tienen preguntas sin respuestas. Una de esas es cómo es que es posible que la policí­a llegue justo a tiempo cuando ocurren situaciones fuera de la ley. Antes pensaba que habí­a cámaras ocultas y por ende la rapidez de la contestación ante los actos criminales que requieren la fuerza de la ley. Las buscaba por doquier sin poder dar su localización. Ahora sé que hay policí­as que deambulan el pueblo vestidos con prendas comunes y corrientes  disimulando vidas cotidianas.

Mi situación ante los suecos ha cambiado radicalmente durante los últimos meses. 18 años calan y mi sensibilidad hispana/latina hacia otros se ha adaptado totalmente al frí­o y gélido rechazo del sueco. Cuando en Roma haced como los romanos. Es una vieja enseñanza que en verdad logra nuevos sentidos al paso de los años. La verdad es que no es fácil ignorar a las personas y más yo que todaví­a logra querer leer el comportamiento del otro, en este caso el sueco, para poder cruzar esas franjas que nos separan. Saludo como ellos saludan y como ellos dicen, basta con que nos saludemos una vez al dí­a. Alejamiento frí­o y total y no hay nada como ignorar a la otra persona sin temor a dañar sensibilidades. Es por eso que los suecos aparentan que dan frialdad, pues no se ponen a pensar si uno daña sensibilidades siempre y cuando esto no se ha demostrado, y vaya que hacerse el sueco adquiere nuevos matices.  Y es que aquí­ no hay porqué andar regurgitando que no me saludó, que no me miró, que no me reconoció, que no me aceptó etc. Se toma por hecho que no hay que dejar que las personas logren penetrar la coraza que protege el máximo santuario de uno: el ente nuestro.

Tantas cosas que contar y mas sobre mis infiernos pero no quiero bajar a esas oquedades llenas de fantasmas, diablos, espectros y duendes de mala í­ndole, ni para que rebuscarle siendo que estoy en mi Comala, atrapado por el pasado queriendo seguir adelante ante un futuro tan incierto que me encierra en una penumbra imposible de sacarle jugo a la vida. Me resguardo en la religión y ciertos placercillos. La verdad es que ponerse a pensar en la suerte de uno da gran tristeza enorme a la misma vez que uno se siente tan bendecido por la mano de Dios.

Este pequeño pueblo no me dará todo pero hay ciertas cualidades que aprecio porque al fin del dí­a todo se remonta a que por lo menos hoy nadie ha sufrido daño. Mi higado no cuenta. El pobre.

Amor fati

Es estúpido. No hay otra manera de explicarlo. Hay en este mundo cosas que son estúpidas.

Esta es una de ellas. Y es que estoy esperando a que suceda lo inusitado.

O sea, que me llegue la inspiración para poder escribir, que ideas, que idioteces.

Creo que a estas alturas esperar la inspiración es una lujuria o un lujo, perdón, un lujo.

Con eso de que hay maquinas que escriben notas, pues ya ni chiste tiene la humanidad.

Eso parecerí­a, ¿no?

Para qué servirá el cerebro

Y los putos correctores del third reich

insistiendo en errores

Y habrá que retornar a esos poemas

dizfrazados

en llanos, con becerros

so llamados pastoriles

para ganar de nuevo

lo que fue

porque lo que es y habrá de venir

ni idea de ello

jaunt or joust

ignorance befalls the brain

the flow of the narrative insists

on a many idea

yoga this, silence that

the I remains

alone

eitherways

is it a balance or a yearning

to the next step

beyond this one

is it an urge too

to be there

after this

We wonder so far

 

gush

you flee the now

you flee the past

you flee the yet to be

you flee the future

where art thou?

it’s a whirlwind

a vortex

the blackhole

that succumbs

time

Yet the one point that must be borne

is here

the many expectations

unyet unborn

 

garras

esa

seda

que

nos une

indistruct

i

bl

e

hasta el amanecer

el despertar

caminar

manosear

el dí­a

en

donde la confusión

nos alborota

la modorra

y

el deseo

esa es la teleñara

indeseada