Tres veces te engañe

Bajo la terraza, por la yerbabuena,

En lo húmedo de un rincón sin barrer

Aleteaba un ramito del girasol

cuyas pepitas

Se afanaba por librarse de las sombras.

Veí­a desde las cortinas negras que lo encubrí­an

cómo lucia un resplandor similar a él.

Justo ahí­ donde la sombra acababa

La luna le engañaba, a veces.

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