Así nos brinda la vida
lo que nos da
en un vaso llamado destino:
Unas hijas que no conozco ni conocí
Un amor imposible que se llama ..
y la soledad como premio
Eso es la vida hoy en día.
Y entretengo ese dar, con paciencia, en espera a que mis hijas me conozcan, en que mi amor imposible quiza note mi presencia, y que la soledad siga ahí porque no quiero separarme jamás de la humanidad.