En Agosto corren los cúmulos morados
cargados de lila
dejando tristeza y soledad a su paso
El agua de los cielos
corre por las alcantarillas
buscando unos ojos con cauce
El aire trae consigo el silencio
despertando conciencias
y alertando los cambios de Octubre
Los colores de la puesta
y los prados asfódelos
dan la bienvenida al hijo prodigo.