Escucho la lluvia caer
como quién escucha ruidos en el espacio
las ventanas no dejan oir las gotas caer, pero se ven las ondas en los charcos
y
yo
me dejo llevar
por la imaginación
como la oscuridad, llega lenta pero segura
y el agua escurre por la alcantarilla
a rienda suelta
en caida vertical
o a cuenta gotas
hasta que ya no cae más
del cielo
de dónde vino
pa’ mojarnos
los ojos
y en el asfalto derrama una lámpara
Amarillo a estás alturas
el viento mueve las ramas de un árbol
y en el Negro oscuro
las sombras coquetean con el Amarillo
en la sábana de lo empapado
que se ve
Jugar ’la tienes tú’