Al novomigrante o advenidizo
Entre la mar y los cielos
aguardo
no sé; vienen o van,
pero ambos
direcciones diferentes turnos tuercen.
Esos cúmulos llevan prisa
esas olas estruendos de fuerza demuestran.
Y suspiro al vivir de nuevo la mar en mis memorias
el horizonte del océano
qué admiración
Dios mio.
Pero hoy miro los cielos,
el paso del Norte
rumbo al Boreal
al hielo
derretido
cuyo paso al Sur va.
Y miro,
el gris
tornarse tormenta.
Y me acuerdo de esa mirada
que me hacía perderme en la línea del Pacífico
en posible infinito:
como el viento
solo
que de paso
pero ahora
un camino cuyo destino
de paso solo está en este Atlántico.