La suave tela de la brisa
cubrió mi vista –
al mirar boca arriba
entrever
las nubes y el cielo azul
.dejaba correr la calma.
Comprendí la calor de la tierra
el vapor que este emanaba
.
Vi el sol albo de Septiembre
,
iluminar mi horizonte escandinavo-
’
mientras
la burra recorría su rutina
diaria
cosa cotidiana, de todos los días, ir y venir.
í¿ la brisa, nos seguía a las 7am.
supe hoy
al ver las hojas
de un árbol
caer, caidas, regadas en el pavimento, la acera
que ya aquí estabas pintando de marrón ”amarillo” mi camino.
Por la noche los relámpagos
alumbraban
el estremecer;
prendió
el cielo plata
¡segundos
inmortales!
cual pasos
en cámara lenta
ante mis ojos
tu inmensa grandeza
recorrían
cerraban
las cortinas
del
río
Argénteo
en mis iris.