Escribir es infínito.
más desde del principio,
en el principio era el verbo.
aquí no hay verbo –
sólo un profundo sentimiento de letras sin sentido,
que pide principio,
no lo hay.
Solo desolación,
el desierto abierto, nada:
el sudor del sol
por las arenas donde
ilumina el florecer de
la soledad:
brota muda
con mil expresiones
lamiendo el rocío
de las ansias de
palabras que no existen:
í¦cuñador de palabras]./=¨’*
ey