Nunca he comprendido la esquizofrénica actitud de mis paisanos hacía los EEUU y mucho menos a viejos enemigos como los galos. A ser verdad un día son buenos amigos y se besan las manos, se rascan la espalda y se hacen favores en lo oscurito siempre y cuando les venga en gana a la élite de las naciones mencionadas. Y mucho más en México, ahí no hay ni quién se decida si los viejos enemigos tradicionales son en verdad enemigos o no. Uno supondría que la vieja y tradicional enemistad con los EEUU acabaría siempre y al cabo estamos entrelazados por eso del NAFTA, pero no. Un día los queremos y otro no. Decídanse hombre.
A título personal nunca he sentido resentimiento alguno a los EEUU, jode, toda mi constitución respira un aire multicultural que alberga ambas naciones en mí, así que los lavados del coco que se la pasan chillando que los EEUU esto u aquello siempre acaban topándose con mi coco lavado que los EEUU es lo mejor del mundo.
Ahora, ¿cuál es el miedo? Los EEUU siempre le andan pisando los callos de las señoritas allá en los Pinos y ahora hasta Francia le va a poner una tundida justo a tiempo para hacerle recordar a México que Puebla no se olvida aíºn.
Me imagino que a la ciudadanía le importará un comino el pleito bilateral que los patriotas en México defienden a capa espada no sin duda envalentonados porque hicieron a la BBC retractarse en un espectáculo digno de un berrinche como si la BBC nos hubiere dañado la sangre de nuestro honor con el humor típico de ellos y como si los mexicanos nunca jamas de los jamases se burlaran de los ingleses en las pantallas de Televisa o TVAzteca. No entiendo porque los Pinos allá en el sur del país se sienten tan engalardonados a defender la ‘soberanía’ del mexicano cuando en casa no quién ni respete la vida por estos días.
La verdad es que los Pinos y sus secuaces no pueden tragarse la verdad y ese maldito veneno que ellos llaman orgullo les envenena la mente. Ya mejor hay que dedicarse a solucionar los grandes problemas que nos aquejan a todos como mexicanos. Digo, es un simple decir.