í‰l, un tanto inseguro porque tiene rato sin novia, le pregunta …
– ¿tu crees que estoy gacho?
Ella, simplemente amiga, se le quedó viendo un rato …
– Pues no estás tan tirado a la calle …
– Oralé.
(Desde entonces no puedo verme ni guapo ni feo y el conformismo me entro como un virus durmiente que se despierta cuando menos pienso)