Yonder Lies It

Gwen Terasaki de Bridge to the Sun

Bridge to the Sun
Gwen Terasaki
Charles E. Tutle Company
Suido I-chome, 2-6, Bunkyo-ku, Tokyo
1957 mi edición 1984

Fue como un parteaguas para mi leer Bridge to the Sun de Gwen Terasaki. Si Unamuno instruye a uno leer la intrahistoria este libro llena todos los requisitos de ello. Una dama que termina casada con un nipones con carrera diplomática, Hidenari Terasaki, y que la II Guerra Mundial depara para ellos toda una travesí­a sin igual. Esta lectura representa saber la verdad del otro campo. Tan acostumbrado a sólo haber escuchado la verdad de los gabachos nunca deparé en saber sobre la verdad de los niponeses. Gwen Terasaki hace justo eso, desde su posición como esposa de un diplomota y como norteamericana del estado de Tennessee nos lleva al antes y el después de la segunda guerra mundial construyendo con sus relatos un puente entre la Tierra del Sol naciente y los EEUU. De hecho uno bien podrí­a concluir que el libro trata sobre los esfuerzos de un diplomota de querer apaciguar a dos naciones dispuestas a guerra. Pero mientras la narrativa del libro presenta la voz de una mujer que nunca sale de su papel de esposa de un diplomota no es hasta que uno hace búsquedas por la red que uno se da cuenta de que el esposo es considerado espí­a.

El libro también ofrece una ventana a las vigencias de aquellos entonces para el lector moderno, tanto de las costumbres niponesas de antes de la guerra contra los EEUU como durante la guerra contra los EEUU en el japón así­ como el de las vigencias de los norteamericanos de clase media en los EEUU antes de la II guerra Mundial. Las creencias sociales de Gwen se dejan ver y la lectura causa uno que otro levantamiento de cejas al leer cosas que serí­an totalmente inaceptables escribir hoy en dí­a. El libro fue popular durante su publicación y tuvo buena recepción dentro del idioma en que fue impreso, el del inglés, bajo la tutela de la casa editorial Charles E Tuttle. El libro fue hecho pelí­cula durante un tiempo en que las relaciones raciales no eran óptimas de los EEUU, 1961, y se deja ver en las carteleras de la pelí­cula, ver aquí­ por ejemplo. Claro, todo visto a travez de los ojos de Gwen, mujer, esposa, norteamericana.

Aquí­ nos podemos enterar de que el Japón no atacó a los EEUU mediante medios democráticos sino que hubo lucha interna dentro los poderes polí­ticos de aquel paí­s hasta que los militares decidieron actuar en contra del establecimiento polí­tico japones y así­ haciendo a un lado al aparato polí­tico por medio de asesinatos lograron convencer a Hirohito (裕仁), el Emperador Shōwa de atacar a los EEUU. Los japoneses, que formaron una alianza con los alemanes y los italianos conocida como the Axis, operaban con una mentalidad geopolí­tica y sus acciones así­ lo dictaban aunque su actitud fue atroz. Gwen nos cuenta, por ejemplo:

In discussion of the China situation my husband took the position that it did not matter whether the Chinese had actually blown up the railroad at Harbin in 1931. He stated that the invasion of Machuria and the taking of Shangai were justified because Japan, for her own survival, had to occupy Machuria to keep the Russians out and that the creation of a buffer against Russia would be to the advantage of the Chinese and Japanese alike. … He always insisted that Russia was the real enemy of both China and Japan.

También se entera uno de que en un intento de querer apaciguar al Japon, la Liga de las Naciones Unidas le prometieron a los japoneses darles Nueva Guinea!

La narrativa aquí­ nos lleva a campos de concentración estadounidense donde alojaron a todos los japoneses que estaban en los EEU durante aquellas décadas malas. Las historias que uno escucha de los labios de los suyos no logran capturar del todo lo que no se vive pero algo logramos saber por medio de las bocas de los nuestros y a mis oí­dos infantiles nunca faltaron historias de estas internamientos. Lo curioso de todo esto es pues que no es un relato de la II Guerra Mundial cualquiera pues Gwen Terasaki tení­a una posición privilegiada y al parecer no sufrió como los otros japoneses sufrieron en los EEUU. Hemos de recordar que los EEUU otorgó compensaciones económicas a los japoneses por haberles internado ilegalmente en campos de concentración allá en los beautiful USA.


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