Yonder Lies It

de izquierdas

decir en México soy de izquierdas es sinónimo de decir indigenista. decir pinche indio pata rajada. decir indio. decir mugre. decir cochambre. decir antigíüo indeseable.

mas los vocablos son incompatibles. el primero es un termino abstracto; el segundo no lo es porque alude a personas. el adjetivo va cargadí­simo de conotaciones negativas. es un adjetivo que indica una actividad. desprecio en mi paí­s. -ista: dedicarse al indigenismo, dedicarse al indí­gena, enarbolarse con la indiada.

cuando dicen indigenista dicen que estoy a favor de los indí­genas de la manera más negativa que pueda decirse este vocablo. estar a favor de ellos. pero creo que mis paisanos no entienden por qué este vocablo contrae tantas emociones tan encontradas.

ser indigenista.

de hecho, todos los dí­as miles y miles de personas en México se levantan de sus camas para abatir la idea de estar a favor de los indí­genas. miles de miles. miles y miles de niños bien y de niñas de bien ponen las plantas de sus pies en el suelo que los vio nacer pensándose superiores a los demás y la manera en que lo demuestran, lo ostentan es por medio de sus medios materiales. su desprecio a todo lo contrario a ello. odian que el paí­s no sea igual a ellos. odian ver la pobreza en que su lindura se envuelve o sea. el Otro México. color de la tierra. y no saben canalizar de otro modo esa visión que les aqueja de manera inconsciente. les imponen. les inculcan. mas que con el rechazo, el rechazo malo: desprecio a sí­ mismo.

la razon va más allá de la polí­tica. el mexicano no sabe que es racista. el mexicano se cree justo en estos menesteres del racismo. no cree que es racista y su imagen propia, su sjí¤lvbild, su semejanza, no incluye el racismo. el espejo en que nos vemos no resalta la fealdad interior. de hecho el ideal del mexicano ha sido siempre ser blanco. es el lastre. el vestigio que cargamos dentro de nosotros de tiempos coloniales y el sistema de castas. el mexicano cree que el desprecio al indio es cuestión del pasado. cree, ingenuamente a mi pensar, que las clases sociales que decí­an abiertamente a todos su superioridad comparada con el indio es cosa del pasado. mas el pasado en mi paí­s tiene esa maña de estar siempre presente. el pasado nunca es el pasado que quisieramos vivir. hablamos de indios como si estuvieren muertos. hablamos de Aztecas como si ya no existieran. hablamos de Mayas como si fueran una raza que hubo una vez. causa disonancia mental cuando los vemos vivitos y coleando. están aquí­. presentes.

mi pueblo habla de dos maneras. por un lado celebra quién es con el aliento de sus palabras y con el mismo aire lincha quién es con las cuerdas vocales que le dan variantes a sus palabras.

el peor sueño del mexicano es el mestizaje. su mejor sueño ser europeo. so ser indigenista es ir en contra del ideal. es aceptar una realidad que la mayoria no acepta como real.

mas hay más escondido en ese vocablo. ser indigenista es ser el Otro. el que no se ve en el ideal. representa todo aquello que no queremos ser. prieto. chaparro. de vestimentas raras. de costumbres ajenas al resto de la sociedad y el desprecio que nos trae con su mirada. la historia viva que corre por la sangre. es nuestro contendiente racial en la evolución biológica del mexicano. a nivel celular es nuestro enemigo.

so ser indigenista no representa un aspecto ideológico dentro un spectrum polí­tico. representa un aspecto intrí­nsico al mexicano. la mayoria no lo quiere ver así­. las ideologí­as estan compitiendo, sí­, pero no en los campos de la razón mexicana, dentro de esa institución llamada democracia que la cúpula mexicana ha construido a propósito, para así­ poder conservar sus propios privilegios, en bancos de arena.


Publicerat

i

,

av

Etiketter: