Creo que el diablo en Tijuana adquiere más materialidad que en ningún otro lado.
Una de las leyendas de Tijuana es que el diablo se apareció en lo que hoy se llama la Alba Roja pero que antes albergaba el bar Molino Rojo.
Mi abuelita me contaba que ahí se apareció el Diablo y que la getne que presenció el evento constataban que donde se apareció quedó oliendo a azufre.
No me cabe duda que a los tijuanenses nos gusta la gente famosa y la invocamos hasta en el más allá.
Por eso de morros los metaleros nos gustaba creer que tocar los discos al reves invocaba al chamuco, una influencia sin duda del Otro Saite.
Adorar el diablo y traer estrellas pentagonales en la ropa era seña inequívoca de que te gustaba el chamuco, agruengele a eso que Motley Críüe ayudó mucho al rollo.
Lo curioso es que hay muchas historias atrevidas sobre cómo invocar al chamuco en Tijuana hasta con la Ouija.
Aquí está una de ellas:
Y que tal LA BAILARINA de los BUNGALOWS?
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