Laguna

Una vez pensé que podrí­amos ser
lo que nunca fuimos
El pensamiento tan efí­mero
vagamente lo recuerdo
y solo un vestigio
queda de lo que fue

y te lo digo ahora que no estás
porque es más fácil recordarte
y hablarte como si estuvieres aquí­
Lo curioso es que ocurrió en un sueño
por ende la evocación

creí­a tanto en nosotros
que viví­a y la sangre me corrí­a
como debe de sentirse
y la fantasí­a
como tú
huidiza
su estela y un hueco dejaron
impresionados
todas sus intenciones
en una crónica afásica

#45rfv

En Agosto corren los cúmulos morados
cargados de lila
dejando tristeza y soledad a su paso

El agua de los cielos
corre por las alcantarillas
buscando unos ojos con cauce

El aire trae consigo el silencio
despertando conciencias
y alertando los cambios de Octubre

Los colores de la puesta
y los prados asfódelos
dan la bienvenida al hijo prodigo.

Es

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o
no es li
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Siempre hay algo en ½

Este espacio es mi prisión.

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limitación.
El espacio de letras
es la última
expresión

Aquí­ en Suecia

caminé
buscando hongos
y lo que percaté
fue
una comezón
en mis dedos gordos

tengo los dedos hinchados
y me rasco

busco satisfacción
mi piel ha reaccionado
y yo me preocupo
siendo que me jacto
de ser tan sensible
del porqué
no sentí­
el mordazón
al dar los pasos
en tierra ajena.

Me preocupa porque un insecto
el otro dí­a
me hizo ver
que ya no soy quien era
sino que ahora soy otro
en otra tierra
.
Los hongos, sin embargo
en Agosto
están en su agosto
pero yo no doy con ellos
otros sí­
yo no.
Crecí­ en Agosto
pero no por eso estoy agusto.

via cruxigrama chingaquedito for daily matins

¿Qué tiene de malo
una vida así­?

viene sin halo
carece de fama
se desarrolla en prados asfódelos

corre como la tuya

Quiere convencer
de lo inútil que es pretender otra cosa

No sabes lo que cuesta
una vida normal
batallar los impulsos frenéticos
aceptar que esto es normal

Pretender que todo está ok
(y) vivir con ello

Sin ajetreos
cuesta (lo que debió de haberle pasado por la mente a Juan D de Tepeyac)
Luchar dí­a a dí­a
con el espectro del espectral mediático
achechandote
todos los dí­as
(que) no eres quien deberí­as de ser

Las sombras y los ecos
de la insuficiencia
quienes duermen contigo
para carcomer
los sueños del mañana
guardan sigilo

Hoy ya te chingó el mañana

¿Qué tienen de malo, quiere convencer,
de vivir una vida así­?

Mi vida corre como la tuya
insinúo
siendo que batallo hasta para vivir una vida normal

Patrick White: The Vivisector


ISBN 0-14-003693-8
OCLC Number 29002043
Dewey Decimal 823
LC Classification PZ3.W58469 Vi5 PR9619.3.W5

Idioma: Inglés,
írea geográfica: Australia
Tiempo cronológico: 1920-1950
Año de publicación: 1970
Binomios: mujer-hombre; riqueza-pobreza; artes-mecenas.
Vigencia: actitudes de gente pudiente visto por los ojos de un artista con una trayectoria marcada desde su infancia. Actitudes de la clase alta y media de Australia.

La segunda obra que leo de Patrick White me ha dejado con preguntas. Una de ellas concierne el hecho de que Patrick White escribe sobre relaciones heterosexuales siendo que él fue homosexual y me pregunto si su actitud a los heterosexuales afecta de alguna manera la descripción que hace de los actos sexuales de los heterosexuales. Me deja intrigado porque las relaciones heterosexuales de la primera novela que leo de él que viene siendo al igual la novela más larga que produjo (la primera obra literaria fue su biografí­a) deja mucho en qué pensar y llama la atención cómo es que las parejas se tratan los unos a los otros. Como ejemplo tengan ustedes la primera verdadera relación de los sexos que ofrecen los primeros capí­tulos de la novela: Hurtle y Nance. Ella es una prostituta y él es un pintor con una autoestima por los suelos; ella le ofrece dinero y él su compañí­a. Los roces sexuales son efí­meros y el rechazo y la repulsión amén de los procesos mentales para poder llevar acabo el acto sexual tiene muchas barreras de por medio, todo el acto solo logra consumirse después de pasar por una serie de impedimentos en que lo grotesco nos deja su sabor en la boca. No existe la pasión, ni la ternura ni el cortejeo que caracteriza la narrativa hispana en el trato que los sexos opuestos se dan, todo lo contrario, aquí­ se da lo que en inglés se les conoce en los campos de lid como el tit for tat, o sea ojo por ojo, diente por diente.

El personaje cuyo vorágine absorbe toda nuestra atención se llama Hurtle Duffield, de raí­ces humildes pero hecho un figura grotesca con una perspectiva agria. Su poder consiste en poder ver a la gente detrás de la fachada que presentan ante la sociedad, él y sólo él ve cómo es que la gente es realmente, en este caso, su poder se enfoca mucho en lo femenino, ve todo lo feo en los comportamientos de ellas. Las mujeres de Patrick White son interesantes en verdad. Son ricas pero quieren lo que no pueden obtener, hasta la más pobre posee una pequeña fortuna pero muere hecha pedazos como todo su discurso dentro de la narrativa del capí­tulo que le tocó vivir.

Hurtle es un nombre raro en la lengua inglesa y todos quieren burlarse del patriní­mico y si bien dicen que los nombres dan a decir algo de las personas así­ es el caso de Hurtle que al pronunciarse es más bien un juego fonológico pues se pronuncia hurdle, que significa, impedimento. Recibió el nombre por equivocación ortográfica. Así­ que al levantar el acta de nacimiento un nombre que debió ser un honor al único pariente con alguna migaja de clase social terminó siendo deletreado mal.

í‰l es un personaje excéntrico. Lo trascendente de Hurtle es la soledad que no lo deja en paz. Nunca parece lograr lo que el psicólogo de las necesidades humanas, Maslow, llama como realización personal. Siempre tiene angustias algo que tiende a marcar los comportamientos del mundo protestante, nunca está satisfecho y a pesar del éxito que tiene hay algo que no le llena la vida. Su infancia está marcada para siempre porque fue comprado por una familia rica y terminó siendo un miembro de una famila rica y su pasado lo hace consciente de que no pertenece a la familia por ví­as biológicas sino por ví­as monetarias, un aspecto de su vida que lo persigue el resto de su vida y desgraciadamente todo lo que hace como artista está marcado por esta esclavitud monetaria a gente acomodada que parece que rescata no solo la vida del artista sino su obra artí­stica también.

Me gusta el lenguaje que Patrick White utiliza con los personajes que pinta, es uno que se asocia con la clase baja de habla inglesa y uno cabe bien en preguntarse que tanto ha influido Inglaterra en el lenguaje de las clases bajas de Australia, uno reconoce los mismos fenómenos lingíüí­sticos que los ingleses de clase baja suelen cometer al hablar pero lo interesante es que estos fenómenos ocurren en Australia. Y venga que Patrick no depara en darnos la versión fonética y fonológica de las palabras al escribir, así­ que esto no es lectura para principiantes de inglés, se perderí­an sin un previo conocimiento de los fenómenos lingíüí­sticos que ocurren en los estratos sociales de una comunidad lingíüí­sitica.

Otra de las caracterí­sticas que me ha impresionado sobre la novela, the Vivisector, es que la tecnologí­a luce por su ausencia. Aquí­ solo tenemos las contricadas y complicadas redes y telarañas de las emociones entre los seres humanos o de los seres humanos. Se deja ver el impacto de la electricidad, la mención pasajera de un teléfono o cómo es que un automóvil hace su presencia pero hasta ahí­.

Una de las ausencias en la literatura de Patrick White es que no menciona a los aborí­genes de Australia con profundidad, no es que sea necesario pero me parece que en estos dí­as postcoloniales, eso le costará más adelante a White. Es todo un eurocentric. Se siente orgulloso de su pasado y no se apena por lo que dice, quizá necesitemos gente así­.

Abiectus

Texto ambigíüo: Un sueco calla o Un tigre sueco.

Uno de esos fenómenos suecos que nunca deja de nutrir el diario devenir de mi existencia en Suecia es la sumisión a la que los suecos de todos los estratos sociales se someten sin respingar mucho.

Todos esperan su turno para respingar y en el mientras tanto el reposo de la frustración encuentra su mejor abono. Aquí­ todo mundo calla. No es por ende raro que desde la II Guerra Mundial, en Suecia, uno de los iconos más emblemáticos del sueco sea un póster de propaganda que alienta a los suecos a no hablar con los extranjeros. Su uso insinúa tener cautela al hablar con extranjeros. Nótese que el icono es tan popular que se ha visto obligado ejercer Derechos Reservados o darle estatus de Marca Registrada.

Hoy en dí­a, la inculcación adquiere diferentes tintes y los suecos, a pesar de que se autocalifican como tí­midos la verdad es que no les gusta hablar mucho con extranjeros. Así­ que hablar es casi un pecado mortal acá, no es que no hablen, sino que callan más de lo debido. De hecho una de las formas más comunes y practicas que los suecos utilizan los unos con los otros es intimidarse los unos a los otros hasta el silencio, tiga ihjí¤l es la frase que utilizan para describir este fenómeno. Tiga Ihjí¤l es un fenómeno cuya función primordial es en hacer callar a las personas hasta la muerte. La gente simplemente deja de hablarte, te hace la vida de cuadritos mediante un trato que incluye entre otros, tratarte como el aire, ignorarte lo más posible, dejar de verte como persona, excluyéndote de sus actividades y hacerte ver con todo lo posible a su disposición, que el que tiene la culpa de todo lo que te pasa a tí­ es por culpa propia, de hecho, son especialistas en ello. A eso ellos le llaman ser sueco, o como bien reza el dicho castellano, hacerse el sueco.

Pero quizá lo más bizarro de todo esto es la involuntaria reacción que procrea, la sumisión. Y es que los suecos parecen ser sumisos y algunos sí­ los son, o quizá la gran parte de ellos. Acá es fácil de que te intimiden en el trabajo, en la escuela y hasta en la calle. Respingar rara vez ayuda y existe todo un aparato burocrático que ayuda a las personas que han sido intimidades.

A pesar de que los suecos se consideran muy democráticos en sus procederes, la verdad es que no saben cómo reaccionar ante las crí­ticas que les dan a veces, lo que hace que toda í­ndole de venganzas personales afloren como Diente de León por los campos fértiles del odio. La crí­tica tiene que tener orden y su lugar amén de tiempo, todo fuera de ello se considera una ofensa.

En lo personal he vivido varias ocasiones en que no he cuidado mi boca y las consecuencias no se han hecho esperar, quizá esto serí­a cosa menor en una ciudad grande pero como vivo en un pueblo pequeño todo el aparato que he descrito anteriormente lo he sentido en carne propia. Aquí­ la gente no se tienta el corazón para hacer ejercer la ley del pueblo, a su manera. Se puede comparar a las viejas usanzas de la gente que basa su vida personal en la biblia o el corán. Aquí­ la única diferencia es que el castigo es invisible y difí­cil de pormenorizar para que la gente vea con hechos en la mano lo que todo un pueblo le inflige a un ser humano mediante las practicas antes mencionadas. Lo curioso es que en mi adaptación a Suecia, mi integración a Suecia a llevado acabo a someterme a esta practica del silencio, no hablo de más, guardo silencio ante todo y prefiero no ser visto. Me imagino ser el cobarde de la pelí­cula, el que no se entrometerí­a así­ los gritos fuesen de auxilio.

Realmente me gustarí­a que la gente fuere más respingona pero la verdad es que el sueco es sumiso lo que hace que  los que son más fuertes y no le tienen miedo al criticismo porque saben abrir el hocico justo al debido tiempo pues abusan de su poder para infligir la ley del campo. Y eso hace que el sueco le tenga miedo a muchas cosas.




Constraints

I tend to adopt an attitude towards language that it’s nearly pristine in its stipulations since I exact a nativists view on language that cannot possibly meet the standards I want. That is, I want what it is said in L1 to be exactly the same as in L2.

An impossibility by all means.

Yet this equation, L1=L2 is wrought upon the daily make up of humanity every time the sun rises.

So as I prepare myself to listen to Simon J. Ortiz: A Poetic Legacy of Indigenous Continuance a host of questions and stomach revolt seem to undermine with furious confusion the joy it would be to just listen to the darn thing.

For one, doesn’t it seem odd to you that this continuance happens in English?

Second: can English, with all its constraints that entail the language of pain for indigenous people in Norteamerica be a vessel appropriate enough to deliver the goods?

Am not the one to not allow said company. Consort at will I say. And just to open up more wounds here, look at the presenter’s name: Evelina Lucero.

Yes, its Spanish. Allow me to say it. What the tarnation are we saying here? Why do we choose to pretend that Spanish surnamed so-called indigenous people can tell us something about indigenous people’s continuance in English?

I don’t want to disrespect all the work laid before all this. By all means.

What I am saying though is how original does the L2 language allow us to be our genuine selves in the L2 milieu? Can I even though I have profound knowledge of L1 deliver that in L2?

That’s all am saying. Not just because the way the West looks upon the arts, with its Medici and Meneas paternalistic support. But because the parameters that uphold the standards are unequivocally different than the standards the local native language was once upheld.

I don’t want to diminish nothing here, because I know am stepping on some serious callitos here.

Emociones encontradas a los 44

Erick de Arvika, 61 y Sylvester Stallone, de 64

Seamos francos, a los 44 ya deberí­a de estar contemplando un buen lugar en donde despojarme de mis garras terrenales, pero no es así­, cada dí­a que pasa veo que el terreno de los cuarenta es como regresar al mundo de los prenatales que ni idea tienen de lo que esta por venir. Y es que a los 44 en este terráqueo que habitamos contrae una serie de emociones encontradas que no deja más que para la depresión. A la misma vez llevo batallando mucho cómo es que un señor, que no Don, de 44 deberí­a de comportarse, o sea, las convenciones sociales que dictan cómo es que un persona mayor como yo supuestamente lo soy, deberí­a de comportarse, cosa que al parecer solo logro hacer todo lo contrario de lo que uno deberí­a de ser en estos altiplanicies de Suecia con bastante éxito. Siempre me parece que mis peores detractores son adolescentes, mis peores crí­ticos de lo que uno no deberí­a de hacer. A qué se debe eso me ha hecho pensar que a lo mejor los adolescentes de los altiplanicies de Suecia son los jóvenes más conservadores del planeta, pero a la misma vez, en un paí­s que desdeña y le hace el feo a parejas que no sean de la misma edad, qué más hay que esperar en el reino de la equidad en el que cualesquier traición a la igualdad es pecado mortal. Me visto como no deberí­a de vestirme y escucho música que no deberí­a de escuchar si es que uno habrí­a de hacerle caso a las voces que inundan el diario acontecer del devenir de uno.

Si mi vida fuere un personaje de los Simpsons este serí­a mi ideal

No solo tengo problemas con ser adulto, venga, no sé ni cómo es que me tomen en serio una vez que me escuchan balbucear mis pensamientos que de por sí­ son extranjeros ante la vikingada, amén de que nadie entiende lo que propongo más que yo. Esto es todo un sumidero de los mejores que existen y si fuere atracción turí­stica ya habrí­a asiáticos por aquí­, pero no.  También tengo problemas con mi cuerpo. Este verano ha sido una especie de ideales que a juzgar por mi barriga, la mente es un universo aparte de las masas que forman el volumen de existencia. Lo curioso es que mis pobres intentos de ser lo que el universo vecino, o sea mi mente, exige de mí­ cuerpo igualan a la eterna bronca carnal que Abel y Cain una vez en la historia de la biblia cristiana bien tuvieron en su prime performance.

pero seamos francos, la realidad se apróxima más a este otro

En pocas palabras no sé ser un hombre de 44.

Y es que no hay una especie de diagrama í  la IKEA. No hay instrucciones de cómo montar algo que nadie te dice cómo construir. Habrá que hacer todo lo que nadie espera que hagas y si bien sale, pues saldrá.

Honestamente soy un hombre cuyas fuentes de influencias fluyen de los comerciales de la televisión, de lo que leo en la internet, de lo que leí­ alguna vez en mi vida en libros,  que una persona cuya conducta es producto de la interacción de una larga trayectoria en una comunidad que solo crecen viéndose a sí­ mismos los unos a los otros, reprochando esto u lo otro, para nada. I am a media made man.  Y por lo tanto, lo que esté en vogue, eso es lo que soy a pesar de que lo que está en vogue no necesariamente está en vogue en mi pueblo.

Ofrezco mi estancia en Suecia para desplayar los conflictos existenciales cuya órbita merodea mi devenir.

Todos deberí­an sufrir la crisis de los 50

Aquí­ un hombre de 50 ya es canoso, lo acosan miles de comerciales que insisten en que es hora de prepararse para la jubilación y si uno no procura u ordena todo adecuadamente como deberí­an de ser las cosas en Suecia, pues lo que aguarda el futuro es un mundo desolador en el cual lo que único que existe es la soledad de la vejez y eso las compañí­as de aseguranzas lucran como veta de oro sin lí­mite amén de las organizaciones que se dedican a recabar dinero para sus causas como el cáncer. Como por ejemplo, por estos dí­as es imposible dejar de notar el comercial en donde cancerfonden.se de Suecia quiere que todos los cincuentenarios de Suecia se pongan a pensar en la crisis de los 50 dizque porque es un derecho que todos deberí­an de poder vivir algún dí­a. Bien, no me opongo al derecho e intención de la organización de que todos puedan gozar de esa crisis, pero a los ¿50? Así­ es Suecia.

Corsettes para hombres, fabricados en Dinamarca

Ahora, si es usted tan amable, estimado lector, conjure imágenes del ayer en que una persona de mi edad era una persona cuya obesidad era más que aceptable. Los gordos, muy a pesar de su gordez, dan señas de que el cuerpo humano puede aguantar todo lo que se le eche encima, sin respingar más allá de que quizá uno pierde la posibilidad de acostarse con una mujer bella, pero ni eso, los medios de nuestra sociedad han hecho posible la fantasí­a de que no importa que gordo estés, siempre hay una rendija de esperanza de que podrás acostarte con la bealdad del barrio así­ sea que tu próxima visita al hospital sea para salvarte de la extrema obesidad que uno posee. El futuro que le aguarda a uno dirí­a lo más sensato después de las miles de historias que la pupila retransmite al cerebro dispuesto a aceptar toda clase de muladar en que la vista recae.

Pero no. Agréguele usted al cóctel de imágenes la idea de que los señores con veinte años de por delante de uno, tienen mejor fisioculturismo que uno menor como el mio a pesar de que tengo 20 años menos que ellos.

Uf, y ni qué hacerle o qué hacer más que escribir un post al respecto para despejar la mente un poco o quiza mejor, comprarse uno de estos aparatos para burlar el ojo un poco ….

http://www.aftonbladet.se/kropphalsa/article7487048.ab

ví­boras suecas

No, no estoy hablando de mis vecinos o seres cercanos. Para los que no lo creen, en Suecia sí­ hay ví­boras. Uno pensarí­a que no, ¿cómo es posible que existan en la gélida Suecia? Pues tengan ustedes que en mi estancia en Suecia dos veces me encontrado con ví­boras. Y justo hoy es la segunda vez. Iba caminado escuchando un libro sobre poemas de Ezra Pound muy tranquilo, lalala cuando de repente caigo en cuenta de algo raro y que para mi débil constitución, que me doy el susto del dí­a. Era una ví­bora negra que dormí­a plácidamente hasta que el miedo y la curiosidad de seguro de mi parte  la sacaron del sueño que traí­a por la digestión que traí­a encima pues para mí­ que justo se habí­a chingado un roedor de los de por acá. Tomé unas fotos pero por miedo a que me morderí­a y me encontraran en la banqueta por la que transitaba todo tieso por el veneno del invertebrado helado no me acercaba mucho, en mis locas fantasí­as pensaba que era una ví­bora que se le habí­a escapado a un sueco lelo de por ahí­ y que era un peligro para todo el rancho, habí­a que notificar a las debidas autoridades pensé. Negra y fea  la vil ví­bora, no dejaba para más pues y ya hasta me hací­a el héroe y me miraba en las portadas principales de todos los periódicos de Suecia, y me entredije, no, mejor tomale una foto y después ve en internet a ver sí­ no es de por aquí­. Y así­, le tomé unas fotos y en el camino rogabale a todos los dioses que alguien por ahí­ no fuera a caer victima de la amenaza escurridiza.  Resultó ser una ví­bora local del pueblo, para mi suspiro y alivio. He aquí­ las fotos y un video.

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