De la estación llamada Copilco en el sistema del Metro de la ciudad de México, a la biblioteca Central de la UNAM, hay de por lo menos kilómetro y medio de por medio o más quizá. El primer día de mi estancia tuve que hacer el peregrinaje a la susodicha biblioteca cuya fachada me deja de a seis everytime. Carlos Martínez Moreno fue el impulso. Es la segunda vez que lo visito. O por lo menos el libro. El sistema Dewey que utilizan ahí lleva la cifra decimal de PQ8519 M36 B42 con la barra de código del 213973. (Tredje Dagen: 070627)
Así escribí sobre un libro al que visito en el DF (#CDMX these days) cada vez que paro ahí. O sea, cada dos años u algo por así. La esposa de Sergio Infante, a quién me los encontré de pura chiripada en el Zócalo defeño, le pareció ”romántico” eso. No le veo nada de eso en ello, para ser francos, y una vez que me obligué a hacerlo me dio gusto que estuviesen reparando la biblioteca porque no tenía ganas de leerlo. Eso el 2014. El área donde estaba el libro estaba en renovación, no había acceso y los mexicanos, notorios por su sistema burocrático, siempre me hacen revolver el estómago con sus pinches retenes a diestra y siniestra. Salí del inmueble medio alegre y medio decepcionado; atrávese los largos pastos de La Isla de la UNAM y sus rocas volcánicas con incertidumbre de lo que estaba por pasar en las Bebidas Azules.
Todo esto me viene a mente porque he notado que tengo muchos libros a medias. En el mundo del lector, esto aparte de ser un sacrilegio, constituye una buena oportunidad de obtener la posición de tornarse el octavo pecado mortal. Para ser francos y sinceros con el uno y el otro, he de confesarte, estimado lector, que mis sentimientos de culpabilidad, por lo menos así conjuran demonios y demás infiernos dantescos por la susodicha osadía de no acabar lo que uno empieza.
The WSJ on its June 5th 2013 edition had this to say : In the age of the e-reader, dropping a book has never been easier: It doesn’t even require getting up to grab another off the shelf. But choosing to terminate a relationship with a book prematurely remains strangely agonizing, a decision fraught with guilt.
En el ámbito hispano dejar libros a medias conlleva ir al psicólogo, veamos:
Y es que, según algunos, todo depende de la personalidad. Es el caso del Doctor Wilhelm, un psicólogo clínico que aseguró (para un reportaje de The Wall Street Journal). que las personas tipo A, competitivas e impacientes, son más dadas a abandonar los libros si no hay un mecanismo de castigo o recompensa (¿si no hay consecuencias negativas por qué continuar?), mientras que las de tipo B, más tranquilas, tratarían directamente de no comenzar ningún libro que no sepan que van a acabar. En ambos casos, el factor motivador más potente sería la presión social.
Creo que eso de dejar libros medias es más bien un hábito que mal, ya sea por miles de razones que en este espacio ni habría esfuerzo ni ganas para entrar en detalle en ello. Así que me puse a pensar en todos los libros que he dejado a medias y de los cuales el remordimiento me persigue el alma hasta el cansancio y que no me deja olvidarlos por ningún motivo. No debí hacerlo, porque a pesar de que estoy seguro de que he olvidado alguno son bastantitos los que son y están a medias. Uno cabría bien en preguntarse porqué dejo libros a medias y podría dar miles de explicaciones pero soy un simple y vil Castor de Castores. así que solo hablaré de los que trabajo al hoy por hoy y esos son los que tengo a medias regados por bibliotecas y los que actualmente estoy haciendo el esfuerzo de leer ya sea físicamente o en mi kindle.
Were to start? I suppose I would like to start with a book entitled The Book-Lovers Anthology ed. by R.M. Leonard 1911 Henry Frowde Oxford University Press. I read it first during a sojourn in Rome in late December 2013. I fell in love with it at first sight and perused the sucker to no end. I got hooked and by my next sojourn a year later AD 2014 I was drawn to it again. By the bye’s, it’s a volume I would love to own. Y de seguro retornaré a él de nuevo si es que se me concede por la gracias de todas las deidades terrestres retornar a Roma. No es que lo haya dejado a medias, pero vale decir que entre Roman Osipovitj Jacobson y ese, eso es decir demasiado ya; el anterior me robó el corazón que no el cerebro.
En Estocolmo igual y dejé a Benedetti a medias a pesar de que su libro El ejercicio del criterio : [obra crítica 1950-1994] / Mario Benedetti me impacto tantó que no he podido olvidarme de él hasta en fecha. Ahora, ese libro no marcó espectacularmente más allá de introducirme a la crítica en español y dejarme la frase en particular de dejar la comarca, sería quizá lo indeleble de ese libro que algún día, revisitaré de nuevo.
Del pueblo de aquí (Ní¤ssjí¶) y su biblioteca tengo dos libros en español de los cuales frecuento porque así es el negocio del lector a medias que como abejita de flor en flor va repsando; el uno es El Sonido de la Noche de Xavier B. Fernández (2010) cuyo personaje principal no se me va de la mente porque es un afroamericano en una Barcelona en 1959 que huye de la mafia y nunca he podido dejar de pensar cómo estará y pues darle su repasada al susodicho libro. El otro no me lo he podido tragar agusto pero el escritor italiano, Alessandro Baricco, tiene una buena prosa y las imágenes de los primeros carros en Italia nunca han desaparecido de mi alma gracias a él y retorno más por la importancia de Alessandro que la lectura misma del libro cuyo nombre en castellano es Esta Historia (Questa Storia 2005). Leer a Alessandro también me produjo ansias cuando lo leí en al inglés pero la traducción fue buena y ese libro si lo acabé, City.
En mi Kindle tengo varios libros a medias, aunque la mayoría ya los he leído anteriormente, se puede decir que los tengo a medias porque decidí leerlos de nuevo por mera nostalgia, no sé, hay libros que se releen solo porque le recuerda a uno mucho los pasajes o las memorias que ahí existen. Aunque por igual tengo nuevas lecturas a medias
A continuación, los libros que estoy leyendo en formato Kindle:
- 2 years, 8 months & 28 nights by Salman Rushdie though it deserves a mention only because that is where am at: 50%
- Borrowed Time: An Aids Memoir by Paul Monette ( reread)
- Church of Spies: The Pope’s secret War Against Hitler by Mark Riebling
- The Fifth Impossibility: Essays on Exile & Language by Norman Manea
- Sidetracks by Richard Holmes (reread)
- The Lunatic: Poems by Charles Simic
So called hardbooks are the following:
- Sua Santití : Le Carte Segrete Di Benedetto XVI by Gianluigi Nuzzi
- Space Between Words: The Origins of Silent Reading by Paul Saenger
- Min kamp Første bok by Karl Ove Knausgí¥rd
- Limónov by Emmanuel Carrí¨re
- Diccionario jázaro: Novela léxico de Milorad Pavi
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16 in total but surely there is more than meet the eye