La imaginación colonizada parte I

Know thyself*

La imaginación colonizada se refiere a la imaginación que recurre al bagaje cultural de otro paí­s para poder hablar del de uno mismo.

Por eso, muchos tijuanenses de mi generación comprendemos más el humor de los EEUU que el propio de México. Y el del porqué un tijuanense se adapta más rápido a la sociedad estadunidense: tenemos el bagaje cultural para ello. Nuestra imaginación ha sido colonizada. Sabemos más de Hogan’s Heroes, Leave it to Beaver, Little Rascals, WC Fields, Who’s That Girl, Gilligan’s Island amén de las caricaturas por las que pasamos, que lo que Televisa ofrecí­a por esas décadas al DF; imagí­nense el revuelo de nosotros los niños cuando llegaron las caricaturas en español. Por eso, las pelí­culas mudas nos llaman la atención. Los favoritos eran tipo Pantera Rosa. El Rey Leonardo abrió las puertas al español pero nunca supieron dar el sazón. O sea, traemos el paquete que los 60’s, early 70’s ofrecieron in California style baby.

Lo cual me trae a éste punto. He decidido dejar de buscar algo que jamás se me fue dado. El bagaje cultural que supuestamente debo de traer, el mexicano y todo lo que culturalmente de ahí­ se deriva. Simplemente nunca lo tuve. Por eso mi narrativa, el discurso que aquí­ se explaye bien se le puede caracterizar como uno investigado. Si aquí­ hay referencias sobre aztecas, mayas, o otros escritos e historias del México profundo es porque han sido estudiados por mano propia [autodidáctica] y no porque se me fue inculcado. Cesaré de temerle al Dios mexica y sus continuas insinuaciones de que porque soy tibio en mis raí­ces culturales soy digno de ser vomitado de sus entrañas. Me acepto a mí­ mismo como el mexicano que soy. Acépteme el colectivo tal cual soy o no, soy mexicano. Un platillo exótico difí­cil de digerir.

Esto se debe sin duda alguna a que las ideas de México, en mi infancia sólo tení­an circulación dentro de las casas de la clase media. Antes de que se me acuse de clásista debemos de recordar que en Tijuana la mayorí­a siempre ha sido pobre y como tijuanense pertenezco a ésta mayorí­a. La lectura de autores mexicanos no fue inculcada más allá de lo que los libros gratuitos que la gente en el poder del gobierno (léase PRI) le ofrecí­a a mi generación, daba. Es por eso que si no sé sobre autores e historia profunda de México propio es porque no se me fue inculcado, ese vací­o se rellenó [y porque la ventaja del medioclasero es una desventaja para el pobre en estos menesteres] con otras ideas, primordialmente, de otras culturas y no porque yo así­ lo dispusiese sino porque eso es lo que mi medio ambiente ofrecí­a, dio.

De hecho, los autores mexicanos deberí­an de estar formulando esta queja, no yo, el simple receptor de sus ideas.

Tijuana es muy moderna hoy y quizá estás palabras resuenen un cuanto fuera del discurso actual sobre cultura y Tijuana. Cuando me refiero a Tijuana como moderna me refiero a que ahora la imaginación de los pequeños se les puede rellenar de multitudes de voces propias que resguardan la imaginación del pequeño contra las voces de otra cultura como lo es la anglosajona. Inclusive uno bien podrí­a argumentar que el cierre de la frontera se viene endureciendo entre más hispanos nos tornamos porque si algo caracteriza la frontera de mi infancia es su apertura, el libre paso. [Samuel P. Huntington, Clash of Civilizations comes to mind] Fue está aceptación de los valores anglosajones sin cuestionamiento lo que permití­a la adaptación de otra cultura en Tijuana y lo que permití­a un libre acceso entre ambas sociedades.

Siempre me ha molestado saber más del ámbito anglosajón/Occidental en cuanto a referencias, metáforas, simbologí­a, mitos y leyendas u otras ideas totalmente ajenas al colectivo hispano concierne. Por algún motivo recurro más a ese tipo de significación que el que supuestamente es mio. Me molesta porque siento que las ideas de mi pueblo, las voces de mis paisanos de México o del colectivo en general tipificado como hispano, deberí­an de tener más circulación en mi imaginación. Mas no es así­, en mi testa circulan más las ideas de los anglosajanos, del mundo occidental, de las culturas que hace más de lustro me autoimpuse como culturas de Otros, ajenas. Hoy las vuelvo a retomar/reposesionar como mí­as. En lo que concierne literatura y lo cual es lo más importante para mi, dejo en paz ese afán de rellenar mi cabeza con autores mexicanos, lo que de aquí­ en adelante caiga en mis manos será visto como un adelanto a otra cultura. Hoy veo que no es posible, es una labor intensa, ardua, cuyo fruto ha dado origen a esto que se lee aquí­. Leeré sólo aquello que a mi me incumbe, leeré sólo aquello que a mi me dé, rellené ese hueco sin llenar y que mi alma pide como cuando mi cuerpo pide agua cuando tiene sed o cuando pide comida cuando tiene hambre. No desisto, sólo ceso el hábito de autoimponerme lecturas que no nacen de la necesidad propia de mi imaginación.

”Know Thyself.” Famous Greek maxim, according to the ancient historian Plutarch, ”Know Thyself” was originally the admonition ”Gnothi se auton” (”Know Thyself”) inscribed on the Sun god Apollo’s Oracle of Delphi temple in ancient Greece.

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