Yonder Lies It

Thor

Lo curioso es el atavismo. La mentalidad del dí­a de hoy es no creer en los grandes dioses que tanto significado dan aún. Cualquier intelectual, liberal, se inclina en el rechazo de la existencia de un dios, o dos, o doscuatro. Pero es ante las fuerzas mayores y poder fuera de nuestro control donde pronto acudimos al pasado. Al antepasado ese que rezaba con rosario en mano a la vieja creencia que llevamos en los genes y que noos hace correr cuando el poder de la madre naturaleza se manifiesta. Hoy estuvó partially cloudy as they say allá en gringolandia. El dí­a estuvó caliente, sofocado y medio nublado. La sorpresa fue el temor que cundió en esta casa que habito aquí­ en Suecia. No contestes el teléfono, apaga la computadora y desenchufa la tela me dicen como si yo les dijiere, agarrate del marco de la puesta al sentir el tremor de la tierra o mejor vamonos con tu tí­a chencha a la Indepe porque allá está más en alto que aquí­ y pronto esto estará inundado. Las creencias compiten entre sí­. Aquí­ lo xicano, lo mexicano, lo gringo, lo sueco dan rienda suelta a todo tipo de creencia en esos momentos. Tronó, relampagueó, chubasqueó, granizó en un lapso de menos de una hora y el sol brillaba tras lomita. Al paso de las nubes, las blancas al oriente majestuasamente cubiertas con ese glamour que sólo un puesta de sol aquí­ puede brindar al iris este de los ojos avellanos mexicanos mios. Al poniente las nubes negras que dieron rienda suelta al viejo mito de Thor. Mis hijas se alarmaban y mi mujer les contaba lo que la abuela de ella hací­a en estos casos. Yo medio admirado porque la combinación de sol, truenos y relampos sucedí­an al mismo tiempo que yo rechazaba creer en las viejas historias de estos suecos. No es difí­cil entender el porqué estos nórdicos adoraban a Thor. Los truenos aquí­ no son de jugar, de repente pueden tronar justo arriba de tu house y aquí­ no es una cuestión de nubes de miles de metros arriba de tu house sino que es de dar un brinquito para sentir el algodón que parecen ser y en mi imaginación hasta un cuento compusé de una nube que se cayó del cielo porque ya no querí­a flotar más.

*Torsdag en sueco es jueves.


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