Nunca se pone en duda lo que se dicta desde el poder: Santoro José Nava
Miércoles, 25 de mayo de 2005
Las técnicas de investigación en América Latina.
Uno de los vicios que más padece la prensa en México y toda América Latina, dice Daniel Santoro, es la ”declaracionitis”. Se trata de repetir, por ejemplo, todo lo que el presidente Fox dice. Claro, con sus respectivos ”dijónimos” como ”señaló, agregó, subrayó, expresó, mencionó, exclamó…” Es decir, no se pone en duda lo que se dicta desde el poder. Y esto, según Santoro, es un problema porque lo único que se consigue con ello es colocar en la agenda los temas que quiere discutir el gobierno en turno, y no los que realmente importa a los ciudadanos.
-Si al problema de la declaracionitis -dice- se le agregan el de la concentración de los medios, el de la censura, el de la falta de preparación de algunos periodistas y el de la corrupción, nos da un producto periodístico con el que no estamos satisfechos. Otro defecto profesional es que en los diarios las voces que hablan son las mismas. Tenemos un problema en la consulta de especialistas. El que habla en la mañana en la radio es el mismo que habla en la tarde en el noticiario y al día siguiente en el diario. No se crean voces nuevas. Eso limita mucho. Por si fuera poco, hay una falta de autocrítica y bastante de autismo y autoelogio que no permiten buscar nuevos temas para debatirlos.
Una de mis quejas principales del periódismo mexicano es que una, no hay suficientes mujeres en los medios impresos que exprese el punto femenino y dos que para 106 millones de patas rajadas solo existan 4 mendigos elitistas de la cupula del poder queriendonos interpretar la dirección del país. ¿Por qué no hay más voces? Porque la credibilidad en México no se gana, se hereda, se hace con dinero y contactos de amiguitos,compadrismos y nepótismos, lejos estamos de que sea nuestro trabajo el que nos dé credibilidad. En México tenemos la mala maña de creer que la gente de dinero es de bien cuando son los más corruptos y los que sostienen al sistema de corrupción en las que están sumergidas las instituciones del país.