Lo curioso de estar en el DF es que no haber sido porque decidimos mudarnos a Suecia aquel 1996 nunca hubiere conocido el DF. Y cada vez que llego al DF mis preconcepciones de la ciudad son brutalmente aplastadas hasta el cansancio. He estado en el DF al menos 8 veces en diversas ocasiones en estancias desde 3 días hasta de 1 un mes. Esta vez estaré una semana. Mi prejuicio primordial es la inseguridad y esta vez mi prejuicio era la preocupación por mis bienes materiales. Aunque no me fío descubro que México no es el de mis prejuicios. Hemos de enfatizar de que esto se dice dentro de un contexto en el que decidí pernoctar en lo que se considera el casco histórico de la ciudad. Y es que veo a un México visiblemente más prospero o por lo menos mexicanos con un mayor de poder de adquisición de bienes materiales. El DF de los Hank ya no existe. Hay pobreza y hay indigentes pero no es abrumadoramente imposible de ignorar, la gente, al parecer puede vivir en el casco histórico con cierta cantidad de indigentes sin muchos remordiminetos. Pero si hasta en paises primermundistas hay indigentes dirían. Quiza lo que más impresiona es la profesionalización de la ciudadania.