Esta vez haré sólo caso de lo relevante pero parece que salieron de la misma escuela o los directores o departamentos de Relaciones Humanas en esos periódicos le tiran el rollo ese que lo repiten como guacayamas perdidas en los cielos de mi ciudad.
Sostuvé una mini-conversación en el MSN con Manuel Lomelí al respecto del tema (no me gusta el MSN y sotengo las más mínimas conversaciones posibles con la gente que me ofrece su tiempo para desaburrirme un rato) y veo que Eterno Retorno, quién dedica un extenso y detallado post al asunto defiendose así pues de las acusaciones que levanto, también retoma los argumentos de esa conversación como si él hubiese estado ahí. (Burgues difiere en otros puntos pero aún así igual de relevantes en sí)
El argumento central de ellos es que el periodismo que ellos hacen es uno de oferta y demanda y que es el público el que manda. Cómo si el público fuese una bestia con la cual negociar.
Lo que nuestros buenos amigos no deparan es que los mismo departamentos encargados de hacer analisis de ese “público†esta sujeto a una interpretación subjetiva total y sujeta a los intereses de los susodichos periódicos amén de las concertaciones a las que el 5to poder de la democracia mexicana está atada.
También de lo que no deparan nuestros buenos amigos es que el periodismo que se hace en México no está al servicio de la verdad.
Teniendo esto en cuenta mi mayor curiosidad, y que quisiera ver una explicación al respecto, es ¿por qué no se da una periodismo de investigación independiente por parte de los periodistas, o sea, por qué no hay más periodistas independientes/freelance en México?
Sé que antes me refería a los de Tijuana, pero ahí la pregunta que surgió a travez de mi curiosidad es ¿por qué no emulan los periodistas de Tijuana el estilo de los periodistas americanos los cuales sí son más independientes en el sentido que son más freelance?
Ante esta última pregunta me sorprendió lo que logré inferir al pensar en ello. Me llevó a las tradiciones religiosas de nuestra sociedad y como es que la mentalidad de ambas culturas difieren en el sentido de que en México se es más colectivista y en los EEUU más individualistas, pero eso es ya otro tema.
En México los periódicos no son instituciones con poder y el gobierno tanto como la mafia ha sabido manipular a esta columna de la democracia mexicana por medio del soborno, o el miedo. Además de que es facíl en México ser acusado de causar daños a terceros o difamación, una pequeña proeza por parte de los conservadores en México ya que practicamente encadenaron a la libertad de expresión.
Entonces la verdad no es un asunto primordial al servico de la sociedad y este menester no es ejercitado, según a mi criterio, por el periodismo profesional en México.
Que quedé claro, me refiero a que no hay muchos periodistas freelance en México haciendo headlines y haciendose un nombre porque han mostrado, al servicio de la comunidad, lo importante de sus investigaciones o las verdades descubiertas a travez de su trabajo freelance e independiente.
Aquí también sale el tipo de periodismo que se instruye en México y que produce los periodistas que produce.
Entocnces mi criticismo a que no hay amor a la profesión y que muchos menos se ha hecho un aporte de gran significancia a esta profesión de vital importancia para cualquier democracia.
Entonces la pregunta sigue en pie, ¿por qué no se da este fenómeno en México con más frecuencia?
Mas he de dar gracias por los puntos de vista ofrecidos por estos tres caballeros ya que aprendí en ciertos casos muchas cosas y me confirmaron ciertas ideas y en otras me hicieron ver nuevos factores que no tenía en mente.
Otros artículos de interes que aportan luz a la problemática y que pueden dar una respuesta detallada al asunto de la carencia de periodistas freelance en México:
Más allá de la filtración, El derecho a la información en México Claudia Fernández
Por último:
dice nuestro buen amigo DS “Me extraña que él, quien se proclama tijuanense, ignore la tradicional apatía que muestra el habitante de Tijuana hacia los problemas del Centro de la República o de Latinoamérica. En primer lugar, no me proclamo Tijuanense, soy Tijuanense por los siglos de los siglos amén; en segundo, de las generalizaciones que nuestro amigo hace ya estamos impuestos, pero esta generalización cae en lo burdo, aunque diga en singular “el habitante de Tijuana†es claro que se refiere a los habitantes de Tijuana y no sé cómo haya podido sacar esa conclusión del millón y medio de habitantes que Tijuana tiene siendo que es claro que sí hay gente que se preocupa por los problemas del centro de México y de Latinoamérica en Tijuana. Afirmar lo contrario es en realidad un insulto a la inteligencia de todo buen Tijuanense.