Hay ciertas palabras que sé muy bien donde las escuché primero, tal es el caso de granjear, se la escuché a mi abuelita decir más de una vez, “ni modo, hay que granjearselos†solía decirme, ya fuere su problema ya fuere mio.
Y desd’tons la palabra se me pegó, lo curioso es cómo a veces esas palabras me asaltan de la nada, pensando, yo sólo aquí con la computadora, en estrategias, “ni modoâ€, me digo, “hay que granjearselos†surgiendo de la nada, como si mi mente, mi alma, mi subconsciente funcionaran muy aparte de mi …