Una barra en un bar, parados, Aeropuerto Internacional de Barajas, Madrid.
– ¿Kent?
– Para el día que escojiste y no hayas sabido que se iban a casar hoy, tuvimos suerte, ¿no piensas igual?
– Sabrás, como todos los demas, que Euskadi es mi tierra de corazón.
– Interesante, ¿te opones, a esto?
– Como decimos en nuestra tierra, me vale madre, o seamos locales por una vez, me cago en Dios.
– El famoso Barajas, creo que fue construido por labor esforzado, uno de esos tantos proyectos que Franco hizo cuando mando a tanto desidente construir tanta estructura para su gloria, ¿será verad?
– Estás loco, completamente desquiciado y carente de información, y deja de meterme los cabellos detrás de las orejas huey. Se empezó a construir antes de la guerra civil, 1932.
– Disculpas, se que estoy proyectando, pero es que la traigo dentro de mi aún …
– Pues lo lamento cielo pero mi pelo no esta para tus consuelos.
– Nos vamos en taxi o en bus?
– Los choferes de los buses siempre me dan la impresión de que nos ven como viles vacas de campo, mejor un taxi, aunque nos cueste un duro más.
– Sí, es Kent, Himmelskdrog, quién sabe a quién en el aeropuerto le dejaron el corazón en Suecia, o por lo menos algo tiene que ver con escandinavia. ¿Esta bien esta barra del aeropuesrto no?
– Definitivamente, hay que venir unas horas antes de volar para tomarnos unas cuantas copas para ver aviones despegar.
– ¿A estos precios?
– ¿Eres de Monterrey o de Tijuana?
– Ah ¿sí?, ¿ya nos llevamos tan bajo querida?
– Vamonos huey, las tiendas cierran tempra hoy de seguro por esta mamada de estos monarcas y sus putas nupcias.