Hoy te vi.
Como siempre, te evito. Ese acontecer nórdico de evitar la muerte.
Veo de reojo los cambios; cómo te vistes, cómo cambia la forma de tu pelo. Las carreras que llevas, qué típico de mujer, no pararse, ir, venir sin detenerse. Mujer.
Qué no hará uno para detener ese tren. Evito saludarte. Mi meta es no saludarte, ignorarte. Cada vez que entras en mi visión es una tortura sisífica..
Mi imaginación juega mil juegos como un budha sufre mil pensamientos al tratar de concentrarse para obtener Nirvana. Me pregunto si serás la Nirvana que nunca pensé obtener así como ganar la lotería: efímera eres.
y me enojo cuando me reconozco a mí mismo y mis flaquezas. lo que sé pasará.
Eres una sombra que observo desde una lejanía, el eterno voyeour en mi no sabe otra.
Mis venas duelen al verte. Una especie de Hank reina sobre mi. Sin embargo tus labios nunca reposaran sobre los mios.
Mis venas duelen al verte y el imposible que pareces ser.
Lo incompatible mata.
Enterraré mi imaginación aquí. Tú. Serás. Al menos en aquí. Aquel deseo imposible que hoy obtendré por lo menos en los sueños de la posibilidad mal llamada Esperanza.