Bueno, he visto que varios han dejado mensajitos aquí y allá y quiero decirles que no han pasado sin ser leídos pero es que estas computadoras son radicalmente distantas en lo que concierne el teclador y la mayor parte del tiempo me paso queriendo ajustarme bien al sistema y evitar microbios galore amén de querer abrir páginas ya que se tardan mucho o me dan mensajes de errores. En fin, ya estuvé en el Zócalo. Me lo hacía más grande, no sé por qué se me hizo chico. Pero las estructuras gubernamentales y religiosas que están en torno al Zócalo necesitan una pasadita de mano ¿eh? digo, tanto católico y ni uno que le de una manita de gato a tanta estructura hermosa y barroca(¿?) aparte venden oro a lo loco. También he notado que hay mucha gente gorda, ¿será seña de bienestar?
Tanta hospitabilidad.
La señora donde me estoy quedando me ofrece tanto que hasta vergíüenza da. Hoy me trajo medio día en su carro dándome vueltas y yo lo que quería era ir a explorar, realmente no estoy impuesto a tanta atención, además ya tuve mi primer choque cultural: cuando la gente dice a la una dice más bien algo entre la una y las dos así que tuve que esperar un buen rato para la sonrisa de un disculpa la tardanza …right.
Curioso, le estuve tomando fotos al tren ligero, muy limpios de por cierto y la gente muy callada, más de lo que esperaba y con semblantes muy silenciosos, ¿será el smog? y cuando uno de los tantos servientes de esas instituciones me clachó me dijo que estaba prohibido tomarle fotos al tren ligero, what the?
Mas ya en el Metro fue otro rollo, cantantes ciegos karaoke, vendedores de CD de Juan Gabriel y Música clasica en formato Mp3, yeap, just like my rancho. Bueno, fui de la Taxqueña al Zócalo today.
Ya me chingué unas flautas rojas … yummiii. Por eso estamos gordos 🙂