No sé porque pienso siempre que la azafata se rie más conmigo pero bien pude, lo que mi imaginacií²n permitía, constatar que hacer el amor en el avión a una de ellas es totalmente imposible. Bueno, el vuelo llego bien, ya estoy en el DF para los interesados. De por cierto, todo cuesta bien caro en el Aeropuerto.