Advertencia al lector: cualquier parecido con la verdad o la realidad, el daño a terceras personas o incautos incautos, lo siguiente puede ser ficción o apócrifo o simplemente un juego mental que salió de las entrañas de la nada con el solo propósito de dejar pasar unos minutos más. Lo siguiente es un historia que pasó a segunda mano, algo así como una especie de reciclaje y que se escuchó en los ecos de un distante ya pasado.
María era una chica que le gustaba darse cambios físicos de vez en cuando, un mes era flaca y delgada y otro era chonchita y rosadita en las mejillas. Otros días se pintaba las uñas postizas ya pintadas con animales salvajes de otro continente y a veces se ponía a jugar canicas con los chicos de la vecindad y se dejaba ganar porque la verdad es que no sabía jugar las canicas y ella lo sabía. Mas de las veces sonreía al cura de la iglesia cada vez que había misa de gallo y ella vestida con la falda más corta posible, eso decían los que decían dice el que dijo. Ni la doña que era la más santiaguda del pueblo se espantaba ya, confiaba en el cura y María también.Tenía sus excentricidades también y le daba por apostar a que el tren llegaría a la hora exacta en países que aún no tenían rieles o planes para ello.
La gente que piensa pensaba que María decidía cosas que atinaban a lo que uno llamaría libre albedrío, los demás tachaban a María de loca.