El fantasma del narco en Tijuana

Acá en Suecia se sorprende la gente por las matanzas del narco allá en México. Mi ciudad natal me hace un experto en esos menesteres del demonio que ni quise ni quiero saber al respecto aunque esté bien informado pero no para darle seguimiento a la noticia, y mucho menos aquí­ en Suecia . Y es que Tijuana ha tenido una explosión mediática negativa en cuestiones de droga no solo gracias a Manu Chao, quienes muchos lo alaban por su canción en donde la palabra Tijuana existe sin deparar en el gran desfavor que le hizo a la ciudad al darle continuidad a la leyenda negra que nos acosa a todos los nativos de la ciudad, sino también porque el mundo Anglo-Sajón se escandaliza por las muertes que ocurren a diario en México dándole seguimiento a esa vieja percepción racista de que Latinoamérica es lo más podrido del planeta.

Desde hace mucho que dejé a Tijuana y no vivo allí­, pero la gente es terca aquí­ y en China dirí­an en Tj. Así­ que aparte de informarme sobre los demonios que andan sueltos en Tijuana por mi gusto de leer los principales titulares de los periódicos de mi paí­s, cosa que yo creí­a privado, ahora los diarios suecos retransmiten estás tragedias en sueco y pues la gente no tiene nada que hacer, y heme explicando el fenomeno de las drogas y el crimen a una audiencia sueca de mi diario devenir que solo sabe asombrarse del demonio ese que Calderón invocó para legitimarse en el poder. Eso es lo que les digo, el presidente, porque la narrativa sueca y las demás narrativas de los emporios periodí­sticos del mugroso planeta que compartimos así­ lo pintan, es la guerra que el espurio le declaró al narco en uno de esos arranques de prepotencia que caracterizan el carácter mexicano.

La verdad es que no hay muchos que se den cuenta del doble juego que el gobierno del PRIAN juega para sostenerse en le poder. Creí­amos que el PRIAN estaba en las últimas y hasta los caricaturistas pintaban imágenes de dinosaurios dando el último coletazo pero chin, la verdad sea el narco es un instrumento más de poder.

Este combate al narco solo tiene dos fines: controlar la población y espantar a la población. Como dirí­an en Vendetta: Hay que recordarle a la población por qué nos necesitan.

Y es que la guerra contra el narco produce entre la población ese sentimiento de exasperación de que no se puede hacer nada contra el narco. Estos juegos del poder solo tienen el fin de amansar el pueblo que está, desde hace años enfadado con el gobierno corrupto que surgió de la Revolución mexicana del siglo anterior y harán, hasta lo imposible, por tratar de detener al verdadero México, el México Bronco, que parece que nadie quiere, como el Tauro en el laberinto, dar con él.

Suerte.

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