Supongo que debería de escribir algo al respecto y porque el alarde, la exageración que aparanta ser y la demasía que desplaya.
Anna Lindh murió.
Yo lo demostré poniendo una bandera sueca con un moño negro, tradicional de estas cosas de luto. Y bien dicen que una pintura dice más que mil palabras y esa fue mi intención, decir con la imagen algo. La bandera sueca representa Suecia, su gente, su gobierno y lo que ellos creen. El moño negro significa no sólo la muerte de Anna Lindh si no también un algo más.
Ese algo más es una cuestión política, es la ideología por la que se rige el país, que viene siendo la ideología del Socialismo sueco, la ideología del bienestar social y principios netamente de izquierda, y por eso cuando acuchillarón a Anna Lindh, no sólo acuchillaron un cuerpo de una mujer en un shopping mall de compras si no que atacaron las mismas fundaciones de la creencia en este sistema de bienestar social.
Cuando le enterraron la navaja a Anna Lindh le estaban enterrando la cruel cara de la derecha y su envidia. El terror de la derecha es influir miedo para demandar seguridad y eso es lo que esta en la mente de muchos por este día en Suecia, ¿por qué, se preguntan muchos, no tenía guardias de seguridad Anna Lindh al andar de compras?
Una, los que se preguntan eso están haciendo justo lo que la derecha sabe hacer mejor, exigir seguridad, y dos, los mismos desconocen el verdadero y laborioso trabajo que es crear una sociedad donde la gente, de cualquier rango, pueda andar sin guaruras, en su país, a gusto, sin tener que andar preocupados por elementos criminales como que el termino con la vida de Anna Lindh. Pocas sociedades tienen ese privilegio de hacerlo y Suecia, sin saberlo, lo poseía.
Suecia es un país donde la honestidad es realmente recompensada, por ejemplo, aquí es costumbre que los servicios de buses tengan la función de carteros, y por ende, en su paso por los pequeños pueblos, recogen paquetes que las compañías quieren mandar a otros lares afueras de sus puertas para ser recogidos por los choferes o bien en las bancas de las paradas de buses. Es una sociedad rígida bajo unos principios realmente honestos en todos los sentidos, si, hay criminales, pero a lo largo y estrecho del país, Suecia es un país pacífico y con un elemento de sinceridad y creencia en el ser humano poco vista, tienen principios cristianos arcaicos que muchos de los casos dejan a uno incrédulo, como a mi, que vienen de una sociedad que es diametricamente opuesta a esta sociedad.
De inocente nada tiene la ideología que antes había descrito pero, si un gobierno ha de reflejar la sociedad que lo rige, Suecia es uno de esos pocos países que tienen esa obligación de hacerlo porque de no hacerlo habrá un descontento que por la naturaleza del mismo gobierno, que es parlamentario, será cuestionado y puesto a voto de confianza. No muchos se aventuran a poner a prueba la fe del pueblo en sus representantes pues bien saben que el precio es el poder. No estoy elogiando el sistema parlamentario si no más bien la fe que parece regir los actos de gobierno y el pueblo, hay una creencia que lo que se promete se hará. Y el socialismo sueco delivers on the goods y por ende su popularidad.
¿Por qué no traía Anna Lindh guaruras? Porque este sistema lo permite, la gente cree en sus representantes y el hecho de que el pueblo entero este de luto demuestra la increíble popularidad de esta mujer y sus principios y en lo que creía, por eso al hablar en una conferencia de prensa el primer ministro, Socialista igual que Anna Lindh aludió a que esto fue un ataque a la democracia sueca.
Descanse en paz Anna Lindh