Martes

Martes, me gustarí­a, para que no fuere el planeta de guerra, aún así­, estoy en pie de guerra hoy. No sé porque la humanidad le da por mirar el pasado tanto, no se fija en el presente y funciona como esposa. Tengan como ejemplo Martes, el planeta de la guerra, nuestros antepasados, varios de ellos, le han nombrado el planeta de la guerra. Nosotros, quienes vivimos el actual momento este, no podemos re nombrarlo. Somos un tanto anticuados. Si el planeta logra vivir otros cinco mil años de civilización como la que hoy vivimos sé que habrá un cí­nico por ahí­: y se decí­an románticos.

Se nota un dejo de anarquismo en mis palabras. Renovarse o Morir. Qué no dirán de esta era. Habrá tanto material disponible que no habrá rendijas de interpretación en la historia de la humanidad tan hondas como las hay hoy. Digo, si es que no dejamos a un maní­aco por ahí­ inducirnos a una histeria destructora como el siglo pasado. Se nota un dejo de miedo en el anarquismo.

* La batalla empieza y se acaba con un pensamiento *

Y el miedo es que todo termine en una preposición.

**** Guerra

Daniel Salinas Basave es lo que la chicanada conoce como un Oreo black on the outside but white on the inside pero totalmente al revés. En español de pura cepa es un candil de la calle. Y es que este señor jocoso que se da í­nfulas de sabelotodo de la historia mexicana e historia de todo el mundo metalero satánico, que se tienta el corazón por perros y gatos y cuyo ego es más gordo que el mono de las llantas de Goodyear por fin ha perdido los estribos en lo que concierne el compas polí­tico del continente americano. Quiere que Obama gane. ”Quiero creer que ya nada detiene a Obama”.

Para los que no conocen a esta cuna de porquerí­a hemos de decirles que en México este señor es un hombre de derechas de lo más extremo que existe en México. Es un neoadvenedizo que se quiere sentir de Tijuana sin esmerarse mucho por ello ya que espera que Tijuana se congracie por la presencia del señorito codito de Monterrey. Es tan pesado que se burla de todo lo que la izquierda mexicana representa. No pierde tiempo en insultar las opiniones mexicanas de izquierda que se dan en el territorio nacional. En especial a los llamados indigenistas a los cuales no le causa empacho decirles indigenistas como diciéndoles indiada. Así­, te lo tira en tu cara que él sí­ sabe de lo que habla porque sus botas han pisado el lodo de las aldeas de los indios. No tolera a AMLO pero nunca dice nada de la intolerancia de los prianistas y sus cruzadas católicas por seguir pisoteando los derechos polí­ticos de los mexicanos. Nunca ha escrito algo similar en contra de la derecha y el silencio lo atestigua.

¡Y ahora me sale que quiere que gane Obama! Candil de la calle y oscuridad de la casa.

Salinas deberí­a de largarse a los EEUU, tan cerquitas de ello y pos eso. Este señor ahora si que es de lo peorcito que la clase media de México ofrece tipo Mondragón y Kalb y que no me salga que nunca ha expresado ese orgullo de ser de esa detestable clase media aberrante que tenemos en México, de la clase media más podrida de México con vestigios coloniales que detestan todo lo que la mayorí­a de la indiada quisiera.

Vaya, ahora sí­, déjenme irme a guacarearme a gusto porque ahora sí­ se paso de la raya este gíüey.

*** El pez por su boca muere

Leyendo al gíüero Salinas resaltó esta perla que demuestra una vez más el deterioro mental del pseudo tijuanense:

”Diez mil imbéciles con complejo de interesantes e informados dirán que fue un atentado […] Mouriño es el muerto mediático, pero me hace más ruido la muerte de Santiago Vasconcelos. Ojo con él, que puede ser la clave. Y por cierto, en México nadie se muere de casualidad. La aleatoriedad rara vez asesina.”

Ah que necesidad de demostrar lo imbécil.