El 12 de Julio salió la noticia: Svensk rasism drabbar fí¤rgade turister o sea: El Rasismo Sueco Afecta a los Turista de Color. Cuando leí la nota descubrí que se le atribuye al hecho a que los suecos no miran a los negros como gabachos, si no como tercermundistas. Llegando a casa, los afroamericanos ponen el grito al cielo. Y es que los suecos tienen una mentalidad tan, pero tan generalizada sobre los EEUU que sólo miran un color: blanco. Pensando en esta peculiaridad de las cuestiones humanas una novela de radio sobre indios y vaqueros me remontó a otro mundo lejos cuando desayunaba con mis hijas hot cakes, jugo de naranja, queso y con la radio puesta al fondo. Unos vaqueros intentaban entrar de nuevo a su fortaleza. Me imaginé que de ahí debió de empezar esto de colorear a la gente entre los gabachos, nosotros los Hispanos les ganamos a los Nazis, bueno pues, los españoles y sus castas, con eso de categorizar a la gente pero en mi mente transcurrió la idea que los peregrinos del viejo, salvaje Oeste debieron de utilizar la cómoda formula de saber quién era amigo y no, si eras blanco la hacías, si no te jodias.
La verdad los suecos no se imaginan que en los EEUU hay gente de otro color. Su imagen de ellos es sola esa, gente blanca y no hay más. Por eso cuando los Chicanos llegan acá, cuando los negros se pasean por los corredores de las universidades todo su poder gabacho se desmorona, bien hayan podido vencer un poco el racismo en casa, pero en el exterior, el que rifa es el gíüero.