Bueno, en esta nueva-vieja forma de hacer lectura mediante la narrativa oral por medio de auriculares, u otros medios que requieran de la oreja bien presta, creo que tiene muchas ventajas, como la de evitar sentir hueva al hojear un libro o ver un tomo y sentir pereza por la cantidad de páginas que contenga. No faltará el cínico conservador que me eche en cara que qué poca madre tengo al elucidar tales pensamientos pero diré en mi defensa que el que nunca haya sentido hueva al ver ciertos libracos que hay que leer y no haya bostezado de acidia ante la empresa, que tiré el primer ejemplar de su lectura a la basura, porque sé de antemano que es naturaleza humana el hecho anterior.
Pues en este menester me he visto durante el año corriente, el de escuchar audios y no sentir hueva al ver libros, en pos de extinguir su ultima luces y válgame que acá en Suecia eso es decir que quedan muy pocas luces de las cuales uno pueda contar. En la categoria de audiobooks tengo la lista completa. Y estoy en pos de agregar uno más. Acabo de terminar de escuchar un audio proporcionado por las buenas gentes de Librivox. Se trata nada más y nada menos que de Pedro Antonio de Alarcón. Al principio rehusé querer enterarme de qué fulano se trataba pues como no hay que juzgar al libro por su portaba me aventuré a bajarlo de la red y darle chance al titulo presentado como audio en español. Vaya linda sorpresa. Con eso de que ando con ganas de escuchar un buen castellano debido a la lectura de este otro libro este pequeño libro-audio me cayó de super perlas.
Me ha gustado mucho. El libro es leído por Karen Savic la cual sospecho de mexicana por ciertas entonaditas que por ahí dejan pesquisas de que así sea el barrunto que jodió por todo el camino que recorrí mientras escuchaba los relatos que en esencia giran entorno a la mejor mitad del siglo XIX con un dejo singular de la invasión francesa a España. Y qué buena fortuna haber dado con este pequeño tomo pues habrán de saber que España este apunto de celebrar ”el Bicentenario del Dos de Mayo, que dio lugar a la Guerra de la Independencia de España contra Francia e indirectamente a las de la América hispana”. Así que los relatos de El Afrancesado, La corneta de llaves, Viva el Papa!, El Extranjero y El libro de Talonario dejan un saborcito rico en la boca.
De primero no sabía que formular ante el flujo de imágenes que recorrían mi mente ante la voz de Karen que me hacía volar la imaginación por los campos de Granada allá en España del siglo XIX y me remití a sólo escuchar el español que brinda de una buena dosis de linduras castellanas poco inusuales hoy en día. En retrospectiva me doy cuenta que le ganó al buen Unamuno y a la generación del 27 en eso de narrar la intrahistoria. Fiel ejemplo de ello es El Libro Talonario.
Por último, lo que verdaderamente me impactó fue El Año en Spitzberg y como menor nota El Extranjero ya que ahí se hace mención directa a Suecia. No podía comprender cómo es que el relator pudiese comprender lo gélido que le pueda aquejar a una alma hispana en estos lares nordipolares, en pocas palabras, me dejó el ojo cuadrado pues.
Al terminar de escuchar el audio me propuse a leer un poco sobre Pedro Antonio de Alarcón y cuál viene siendo mi sorpresa saber que fue embajador de España en Suecia y Noruega, la vida da sorpresas y aquí lector, te presento una de ellas, claro, mínima, pero sorpresa sea lo de cada quien.
Para poder gozar de esta lindura de pronto ya más de dos siglos atrás hacer click aquí o dirigirse a la página ésta que bien les valdrá la pena invertir un poco de sus vidas hispanas en ello.