Por estos días mi futuro parece bien planeado, fuera y lejos de lo que un buen Católico tendría en si. Yo ya sé lo que mi vida me depara para los próximos diez años, por lo menos. Eso es vivir entre la gíüerajada.
Por estos días se me afiguran como los días antes de mudarme a Suecia, estoy harto. Estaba harto del sol Californiano en aquel entonces, harto de Pete Wilson, harto de ser ilegal y harto de que mis ansias de superarme fueran siempre interrumpidas …
Ahora estoy harto de los planes y los rieles en los que van.
Sólo un millón de dolares haríase girar este tren a la deriva de las expectativas en medio de un puente cruzando un cañon.
Eso cambiaría mi vida, eso intentaré hacer, me lo propondré, como un día me propusé en la calle Fulton de Redwood city un 1987, a medias sin saber, a medias a serio, casarme con una gíüera y mudarme a Europa …no sabía que se me haría.
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