new blawg user

Un lector de antaño me puntualiza que por estos dí­as no escribo mucho sobre mi.

No sé que tanto importa hablar de uno en un blog. Uno pensarí­a que el blog habla por si mismo pero los nuevos bloguistas no alcanzan a leer más de lo que la primera página del xml ofrece y si eso no causa una buena impresión el resto no importa, basta un click para que tu importancia desaparezca de tu misma pantalla.

Deficiencia de atención quizá o la juventud, como uno bien recuerda, requiere de aprendizaje de leer, ante todo tiempo y paciencia que la jovialidad que la internet vive no tiene en sí­ porque no la necesita.

No sé si es necesario tener un blog actualizado en el sentido de que tenga que parecer new new cada dí­a.

Recuerdo las palabras de un profe alcohólico, mariguano y que vendí­a calificaciones de acuerdo y según el coqueteo de la minifalda y que hacen eco a estas lí­neas, cada dí­a que pasa estoy más cerca de la muerte, esa es la lí­nea optmista; la lí­nea negativa es aquella que dice que cada dí­a que pasa renazco, an all american dream if ya’will.

En Europa lo viejo pesa like a ton of bricks, la ambición del buck no causa pena ni gloria. Todo se hereda y el nouveau riche es visto con la misma afrenta like a rock in the eye. Molestias menores que no significan nada.

Así­ que a mi lector le dirí­a, sigue el ejemplo de los jóvenes, vete de aquí­, haste de nuevas lecturas que después de todo, esa gracia nunca abandonará a la juventud, la de explorar nuevos mundos, la de investigar nuevos terrenos, la de ver si miedo y hacer del mouse, un amigo de aventuras y no un amigo de viejas rutinas.

Válgame, pero qué hay que hablar de mi y mi persona. Nada, mi vida es aburrida, así­ de sencillo. Los logros personales que he hecho me han costado y pues eso, sacrificios que a no ser por el blog naiden darí­a pormenor de ello, así­ que para fabricar nociones ajenas que mejor que el blog cuya mentira no está en manos de otros sino de uno mismo. Y esa es la verdad, por eso no hay que confiar de los dedos que inventan historias al menor paso de la duda. Y digo duda pues es nada más de perder confianza en los dedos y las letras lucen ideas que tardan en materializarse.

Amén de que no hay muchos que aguantan leer posts de muchos párrafos. La parrafada es un sí­ntoma que data de hace mucho, esa es la gente que tiene destreza en los dedos, parrafadores, lo que alude a una enfermedad de diarrea verbal.

A estas alturas las crí­ticas del lector anterior me vienen guangas, what the heck do I care what one reader has to say about este blog cuando hay de por medio más de 50 visitantes o más diarios a mi blog?

Nada.


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