Yonder Lies It

ajar

Necesito unas cachetadas guajoloteras dirí­a mi tí­o.

Y es que gracias a quién soy no me ando preguntando tiro por viaje quién soy sino que tengo fundaciones fuertes sobre mi misma persona.

Y es por eso que la realidad me da unas guajoloteras pero si de amor jarocho.

Deberí­a, después del todo, estar más conciente de mi, de mi color, de quién soy, de mi inferioridad ante la grandeza blanca europea, más nix, insisto vivir un mundo donde estos menesteres no existen. Es una fantasí­a, un mundo aparte.

A qué se debe no sé, pero por lo menos, deberí­a, de sentir algun barrunto, por estos dí­as, de mi condición de emigrante pero no, me pierdo en la cotidianidad y la vida me hace suya por medio de la rutina.

Soy alguien que me sorprende.

O sea, por más ridiculo que suene, me sorprende este comportamiento de mi parte. Ignorar mi medio ambiente al grado de sentirme normal, entre los de uno, como si las cosas tuviesen todo un cauce normal.

Después del todo estoy en un puto paí­s extranjero, nonsanct what not.

Mas vivo; Mas me pierdo en esta niebla que esconde sus alrededores bajo una tela blanca.

Y me encuentro.

¿Dónde estoy?

Perdón, no sabí­a que era otra raza aparte: who the fuck are you anyways [la gringada, not mua]?

I break social rules, left and right.

Reglas de normas.

El espanto es total.

No me hallo, ni aquí­ ni allá, no more.


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