¿1810, 1910, 2010? Not so sayeth I

¿Quién no ha visto las fechas 1810, 1910, 2010 como una sucesión de lo inevitable? I don’t think am the only one. Francamente no creo en ese agíüero urbano por el simple hecho de que rehuso ser calificado como conservador, aceptar el destino que en ello está implí­cito, serí­a tomar el rol que mi estimado amigo Eliot Bení­tez, tijuanense par excellence, describe en Dasein Oedipus.

At the end of the day, however, Oedipus remains powerless as a witness to the extremely cruel degradation and destruction of his family but he has obeyed fully the imperatives of Fate and this leads Sophocles to advance the mythical revalorization of his figure attempted in Oedipus at Colonus. Perhaps this might appear too meager a salary to most of us but apparently not so to Sophocles in the context of his monumental quest to recast religious sovereignty. Also, by blinding himself, Oedipus had believed he could escape into a new freedom, and perhaps a greater wisdom, while in reality he was falling into the torture of his unavoidable memories, his facticity, in other words, he was totally constricted to re-live his Fate once and again without end.

No creo que ese sea el destino de México pues se ha notado, serí­a eurocéntrico.

Lo que sí­ creo se está dando es una especie de independencia nueva. Nótese como no pelamos a la comunidad internacional a pesar de sus multiples llamados de esto u lo otro por varios actores del Poder internacional y cómo es que hay más ciudadanos mexicanos que pegan de brincos al menor indicio de injerencia en los problemas internos.

Y es que hay algo en el aire que desdeña la tradicional voz que usualmente tomamos con calma y aceptamos su razonamiento, ¿escuchará Felipe este clamor de independencia, renovación nacional y estará al par de aceptar el destino de un nuevo México o en verdad quiere ese México conservador que la iglesia Católica le instruyó a conservar?

Esta independencia marca pauta pues le estamos diciendo al mundo que nosotros somos los que decidimos nuestro destino. No es incongruencia con la cita que tomé, libremente y sin permiso más allá el que me otorga la libertad de conocer a Eliot, sino muy al contrario, podemos cambiar la ruta del destino a nuestras anchas. Ya no importa lo que la comunidad internacional diga sino lo que nuestras leyes marcan, eso, eso es elegir nuestro destino. Estoy casi seguro que el PAN plantea, a estas horas, cambiar ciertas leyes que le son adversas a su agenda polí­tica.

Bad losers

El PAN y sus aliados se han vuelto un tanto intolerantes. Lo he dicho, le hemos quitado el dulce, la ley, al niño rico y ahora lloran. Nótese como Notimex cubre noticias internacioales sobre el proceso polí­tico de nuestra nación cual ejemplo de que México, o sea, el gobierno de Fox, ha cumplido con lo suyo. Cualquier zonzo con ciudadaní­a extranjera puede opinar sobre lo nuestro, como el investigador de la Universidad de Barcelona, Josep Marí­a Reniu Vilamala lo hizo al opinar que en México se está haciendo un ”cuestionamiento gratuito” del resultado de las elecciones. Right. Como él tiene toda el acceso al IFE del mundo pues habrá que tomarle su palabra amén de que es un extranjero cuya objetivad no podrí­a ser cuestionada, ¡je! ¡ya serí­a!

¿Qué pasó con el beneficio de la duda?

En fin, esto de las elecciones en México está consumiendo demasiado tiempo en el blog cuando bien pudiere hablar de otras cosas pero así­ son estas cosas y la elecciones no ocurren todos los dí­as y las noticias están llenas de adrenalina y me causan mucha especulación que no ha ser por el blog no sabrí­a ni donde ponerlas.

¿Porqué insistir en una campaña de desprestigio contra el supuesto perdedor cuando si en verdad Felipe Calderón a ganado no habrí­a ni de que dudar? ¿Qué temen? ¿Porque insisten, la presidencia y el Poder alto de la sociedad, en enmascarar sus ataques a AMLO, si perdió, porque insistir en descalificarlo a estas alturas? El que nada debe nada teme reza el dicho mexicano.

Felipe deberí­a dejar que el curso de la ley siga su camino, que le dé legimitad para que nos gobierne sin mancha alguna sobre su mandato, pero no, algo le muele en la conciencia, o como dice el dicho, allí­ hay agua ¡y más abajo lodo!

Por último, ahí­ les dejo esta foto de Am not Afraid Anymore.


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